Policía en Sonora contra la pared ante desconfianza; la estrategia: transparencia y participación social
Por Rigo Gutiérrez E. /
Las autoridades municipales y estatales enfrentan la tarea de reconciliarse con la sociedad y regresarle al ciudadano la confianza en los cuerpos policiacos, en medio de las acciones de combate al crimen
El problema de inseguridad en Hermosillo no se puede ocultar, como tampoco se puede ocultar el antecedente que empujó a la ciudad a esta violenta realidad. Confianza, es el factor clave que busca la autoridad para lograr una reconciliación social. De ese tamaño es el reto.
Para el alcalde hermosillense, Manuel Ignacio Acosta, no hay vuelta de hoja, es con estrategia como harán frente a la situación, por eso de entrada reconoce con claridad “sí hay un problema, pero estamos haciendo todo lo institucional y más, para resolverlo”.

Fue durante la toma de protesta del Comité Ciudadano de Seguridad Pública donde el munícipe detalló cada uno de los aspectos a combatir encaminados a esa reconciliación social con los más de 800 mil habitantes de la capital sonorense.
Acosta Gutiérrez detecta tres factores de fondo para poder entender cómo entrar y solucionar la situación, ante un andamiaje institucional rebasado por el crecimiento de la ciudad.
En primer lugar habla de la desigualdad (una población en pobreza que creció por arriba de la media); cultura de la legalidad; y políticas públicas a largo plazo. Para esto, explica, establecerán estrategias transversales para impactar en la seguridad pública.
“Cada obra y cada acción va obedecer a una ruta y un mapa de planeación, precisamente para reducir la desigualdad, para incrementar la cultura de la legalidad, y para incrementar la paz y la tranquilidad de las familias, por eso, esto más que un Comité de Seguridad, es el inicio de una reconciliación social, donde verdaderamente entendamos que no es de unos cuantos, es de todos”.
Estrategia de prevención para el ciudadano
Por su parte, Alba Celina Soto, Coordinadora de Participación Ciudadana, aclara el origen ciudadano de este Comité y defiende que los 18 integrantes son ciudadanos y no están ligados a la función pública.

Y es que aunque la figura de este órgano existía desde 2012 —entonces cinco eran ciudadanos y cuatro funcionarios— el pasado abril el Cabildo reformó el reglamento para su conformación y así brindarle mayor certeza a la sociedad.
La también maestra e investigadora en políticas públicas expresa que una de las atribuciones principales del Comité es constituirse en Observatorio Ciudadano. “Ellos van a recibir todos los reclamos, las inquietudes que tienen los distintos grupos organizados, la sociedad en lo individual, pero también las universidades, centros de investigación”.
Este Comité está obligado a obtener información de las buenas prácticas nacionales e internacionales en materia de seguridad. “Ellos tienen la capacidad económica incluso, de contratar expertos, porque hay algunos de ellos que representan empresas importantes y que la seguridad es clave para la atracción de actividades económicas y que permanezca, no únicamente como personas en lo familiar y patrimonial, sino en su aspecto como empresarios les preocupa mucho la inseguridad”.
Una herramienta que considera de gran utilidad para las diversas estrategias del Comité será el semáforo delictivo. En este tema la maestra Alba Celina es enfática al sostener que toda información generada deberá ser tratada con total transparencia.
“El semáforo te dice qué colonia está en un “foco rojo”, con qué tipo de delito, a qué hora y a qué día de la semana. Tú le llevas la información fidedigna a la población para decirles ojo: a estas horas, en estos días, la incidencia en este tipo de delitos se incrementó en tu colonia.
“En otras palabras, el semáforo sirve para georeferenciar a nivel micro la comisión de delitos y si sabes muy bien en dónde sucede y qué tipo de delitos, puedes actuar y puedes prevenir. Esa es la utilidad mayor del semáforo delictivo”.
La información afirma, permitirá fijar las mejores estrategias y así prevenir al ciudadano.
Acercamiento policía-ciudadano
El empresario Juan Carlos Solís, forma parte del Comité Ciudadano de Seguridad Pública a nivel municipal y estatal, sabe muy bien que el principal reto de las autoridades es la confianza. En otros años también había participado de este tipo de órganos ciudadanos.
En ese sentido, sabedor del rompimiento social entre policía y sociedad, propone romper con este paradigma.
“Nosotros, ya no confiamos en estas autoridades, pensamos que son los primeros que nos apuntan con el arma, tenemos que romper ese esquema, motivar a romper ese esquema a tener ese acercamiento con la ciudadanía, pero que confiemos en ese acercamiento”.
Es la figura del Comité donde pueden converger estas decisiones poco a poco, pero se trata de sumar, según lo ve el empresario Solís. “La única manera es que todos estemos conscientes de que hay un problema que hay que solucionar, si no estamos todos en el mismo camino vamos a batallar”.
En total son 18 los integrantes del Comité de Ciudadano de Seguridad, nueve propietarios y nueve suplentes: Juan Carlos Solís López, José Antonio Díaz Quintanar, José Germán Coppel Luken, Jorge Cruz Cons Figueroa, Aurora García de León, Oscar López Vucovich, Armando Navarro Burruel, Guadalupe Amparo Verdugo Palacios.
Además, Margot Molina Elías, Juan Carlos Mazón Salazar, Norma Dolores Castelo Vera, José Antonio Woolfolk Bravo, Francisco Noriega Soto, Octavio Sánchez Montaño, Ema Alicia Ayala Contreras, Romelia Ruíz Cázares, Javier Coppel Rogel y Félix Tonella Platt.
Entre ellos se definirá quién lo encabeza, además de cada una de las medidas o estrategias que busquen implementar, pues sus decisiones son de manera colegiada.
La Policía necesita un respiro
Para Manuel Emilio Hoyos, experto en seguridad pública e integrante de Policía Internacional Sonora-Arizona A.C. (PISA), las corporaciones policiacas a nivel estatal se encuentran cansadas y necesitan refrescarse.

Un aspecto fundamental, considera el analista, es fortalecer al elemento policiaco, saber cuáles son sus necesidades y brindarle las herramientas necesarias.
“Tenemos una Policía Estatal Investigadora en desánimo total, no lo digo yo, son los cientos de elementos que están ahí, y está el claro ejemplo de los nuevos protocolos de traslados, no busquemos más”, expone Hoyos a propósito del elemento fallecido en una emboscada por sicarios el pasado lunes al sur de Hermosillo.
Además está la percepción de inseguridad del ciudadano, la cual en este momento alcanza un punto alto porque en la realidad todos tienen un amigo, un vecino que fue víctima de un delito.
Otra parte de esta problemática, recuerda, también toca a la falta de transparencia de algunos municipios en el destino de los recursos federales. Y es que explica que en vez de que estos fueran aplicados en áreas señaladas como “focos rojos” se iban a otras colonias con un fin político.
Ante esta panorama, se le cuestionó a Manuel Emilio Hoyos ¿cómo regresar o restaurar la confianza del ciudadano en las autoridades de seguridad? La respuesta es contundente:
En primer lugar, la autoridad debe hablar con la verdad. “Sí vemos la entrega de patrulla, armas, pero para mí no viene a ser maquillaje exprés, porque no resuelve el problema de fondo. Uno de los principales, es enfocarnos como gobierno-sociedad en apoyar y fortalecer al policía para que entonces sí, el policía reforzado pueda hacer su trabajo”.
Pero en medio de esto, se cuestiona, cómo es que el jefe de la Policía Estatal Investigadora y de la Policía Estatal de Seguridad Pública son los mismos de hace seis años, cuando no le han dado respuesta a la sociedad. “La policía de Sonora está candada y necesita un respiro”, indica.
Finalmente explica que este proceso lleva tiempo pero sobre todo requiere de participación social y voluntad de las autoridades de gobierno para hacer las cosas.
“Mientras no haya una participación y un debate real del tema, por ende, si no hay la voluntad de ir construyendo sociedad y gobierno, las cosas no van a estar bien. Es importante la participación de organismos de la sociedad civil, y se tiene que ver este contrapeso no como un enemigo sino como un aliado”.