Políticas públicas con equidad de género en Sonora
Por David Figueroa/
Hay que observar con interés el impacto de la equidad de género en la sociedad y cómo este nuevo juego en el presente proceso electoral lleva a que también el hombre mejore y entre en una sana competencia
La última semana de marzo fue un parteaguas en la historia político electoral en Sonora porque hoy la mujer sonorense no sólo puede, sino que debe ocupar los espacios que le corresponden por derecho igual que el hombre, no sólo en puestos administrativos sino de primer nivel y toma de decisiones.
La aprobación de equidad vertical de género en cargos de elección popular por parte del Instituto Estatal Electoral no puede pasar desapercibido y debe ser motivo para festejar.
Con independencia de la eterna polémica sobre visiones a favor de que la mejor equidad de género es la que se gana con capacidad y no por mandato constitucional, este paso era necesario para alcanzar equilibrios que con sólo voluntad no habría sido posible.
Para entender la lucha admirable de millones de mexicanas tendríamos que remontarnos al 17 de octubre de 1953, cuando se reconoció el derecho de la mujer a votar y ser votada.
Pero hay historias dignas de mencionar antes de ese triunfo, por ejemplo, en 1923 Yucatán fue el primer estado en reconocer el voto tanto municipal como estatal, con tres mujeres electas para diputadas en el congreso local: Elvia Carrillo, Raquel Dzib y Beatriz Peniche, además de una regidora en el ayuntamiento de Mérida; sin embargo cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto murió asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que dejar el cargo.
Otro caso interesante, el de San Luis Potosí en 1924 cuando las mujeres obtuvieron el derecho a participar en las elecciones municipales y en 1925 en las estatales, pero este derecho se perdió al año siguiente sin que ninguna hubiera ganado un espacio. Chiapas reconoce este derecho a la mujer en 1925 y así sucesivamente, una lucha de logros y retrocesos hasta 1953. Pero para garantizar este decreto y hacerlo realidad tuvieron que pasar dos años más, siendo hasta 1955 la primera vez que la mujer mexicana emitió su voto en unas elecciones federales.
En Sonora sin duda ha sido fundamental la participación organizada de la Red de Mujeres Plural de Sonora, que agrupa a mujeres profesionistas, líderes y ciudadanas de todos los partidos políticos, con el respaldo y asesoría de la Asociación de Mujeres Plural de México y SUMA que encabezó Patricia Mercado.
Ellas retomaron el 2014 la lucha para garantizar en Sonora el cumplimiento de la Reforma Político Electoral aprobada por el Senado de la República en diciembre de 2013, donde se elevó a rango constitucional la equidad de género e incluir esta disposición en la Carta Magna; el artículo 41 constitucional obliga a los partidos políticos a otorgar el 50 por ciento de sus candidaturas en los congresos federal y locales a mujeres.
A partir de ahí la Red de Mujeres Plural de Sonora, impulsó firme y decididamente los juicios para la protección de los derechos políticos que presentaron mujeres de diferentes partidos, donde hubo reveses al mandato constitucional. No fue una lucha fácil, sin embargo la aprobación de equidad vertical en Sonora confirma que la sentencia de la sala superior es directa, clara y sencilla; no requiere interpretaciones respecto a su letra y sentido.
Lo que sigue es cumplir en el presente proceso electoral 2015 con esta nueva disposición y concluir algunos criterios aún pendientes, como por ejemplo si esa equidad debe ser horizontal o vertical, elementos técnicos pero que impactan en la cantidad y nivel de posiciones para hombres y mujeres en los municipios.
Lo más importante de este nuevo juego es que la mujer tiene una propia visión de la realidad social, distinta a la de los hombres, eso es indiscutible, por eso será elemental estar atentos y seguir con detenimiento los efectos de esta reforma en el desarrollo del estado, en la toma de decisiones de estas mujeres y su influencia en políticas públicas.
Más allá de la participación, hay que observar con interés el impacto de la equidad de género en la sociedad y cómo este nuevo juego en el presente proceso electoral lleva a que también el hombre mejore y entre en una sana competencia con la mujer en términos de capacidad, valores, honestidad, eficiencia y resultados.
Por lo pronto es un avance hacia una sociedad más justa, incluyente y democrática; un avance a la toma de decisiones con una visión compartida. Un avance en el ejercicio de participación ciudadana y de Derechos Humanos que todos debemos celebrar.
Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico [email protected]; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.
*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.