¿Por qué fallaron las encuestas?

En la mesa de análisis de “PPdigital.mx”, Ruiz Quirrín platicó con los directores de dos importantes casas encuestadoras: TM Reporte y Agencia Cabildo; explican que aunque sus estudios vieron venir la “ola Morena” en lo local, no sabían cuándo rebasaría
Por Yesúa Molina
El 14% de la población mexicana, decidió por quién votar estando frente a la casilla, según una encuesta de salida de la empresa Parametría, el dato lo brinda Sergio Holguín que junto a Heriberto Tapia, inician un debate sobre los resultados electorales del pasado 1 de Julio.
Moderados por el periodista Francisco Javier Ruiz Quirrín, los analistas coinciden que en algunos casos los resultados no favorecieron la credibilidad de las encuestas, sin embargo, son múltiples factores los que influyen para que las expectativas se concreten en la vida real.
Los consultores de opinión Heriberto Tapia Macías, director de la casa encestadora TM Reporte; y Sergio Holguín Román, director de la Agencia Cabildo, brindan su punto de vista en base a los estudios, previos a la pasada elección, realizados por sus respectivas empresas.
Holguín asegura que las encuestas de opinión sí detectaron los movimientos a la alza con respecto a los candidatos de Morena, sin embargo no encabezaban las preferencias en lo local.
“Siempre hubo una tendencia ascendente de Morena, la gran duda era si iba alcanzar el tiempo o no para que la brecha se cerrara, para que los candidatos que venían a la alza terminaran por rebasar a los que siempre aparecían en primer lugar”.
Para continuar el debate Sergio pone sobre la mesa al candidato priista José Antonio Meade que, contrario a la estadística nacional, en Sonora fue el preferido según las encuestas.
“Los resultados siempre detectaron candidatos que venían a la alza en lo local y a nivel federal en Sonora, la elección presidencial apuntó a que José Antonio Meade quedaba arriba en las preferencia de los ciudadanos”, indica.
Y prosigue: “lo que no detectamos fue el momento del cruce y la dimensión de ese cambio posterior, dos semanas antes de la elección se dio ese cruce y después en esas dos semanas es cuando gran parte del electorado decide por quién va a votar”.
Son datos que las encuestas previas no alcanzaron a medir.
“Lo que sí se pudo medir es la súbita aparición de Morena como la segunda fuerza”, añade Tapia Macías y puntualiza las estadísticas de su crecimiento: “desde las intercampañas se detectó que Morena era el partido de mayor crecimiento, en abril ya tenía un 27% de las preferencias, los ciudadanos se identificaban más con Morena que con el PRI”.
“Otro aspecto que se detectó también es cómo el Partido Acción Nacional (PAN) perdió enclaves como Hermosillo con la candidata Myrna Rea, al igual que en Nogales con Cuauhtémoc Galindo, en SLRC se vio la carrera ascendente de la tercera fuerza de Morena, de igual manera en Cajeme y Navojoa se detectó a tiempo y el resultado fue de acuerdo a las encuestas”, concluye.
Contrario a lo que se pensaba sobre el incremento de la responsabilidad cívica que debería representar el voto electoral, la participación de los sonorenses en la elección presidencial que dio como ganador a López Obrador, solo aumentó tres puntos con relación a la elección de 2012 donde resultó ganador Peña Nieto.
Incluso en el distrito 2 de Puerto Peñasco, subraya Heriberto Tapia, el porcentaje es que solo 4 de cada 10 personas inscritas en la lista nominal votaron.
Según la estadística que brinda Heriberto Tapia, en 2012, para elegir presidente, en Sonora votaron el 58% de los electores; este 2018 la participación bajó al 51%. En 2012, a nivel nacional la participación fue de 63.1%, y este 2018 fue de 63.4%, una diferencia de 3 décimas de punto.
La gente que aseguró en una encuesta que iba salir a votar, tal vez no lo haya hecho, TM Reporte detectó un 70% de ciudadanos que votarían y en la realidad los números distan de esta cifra.
“Preferencia electoral no es igual a voto depositado en la urna”, remata Sergio Holguín.
En opinión de los analistas la preferencia por Andrés Manuel López Obrador permeó en el resto de los candidatos a nivel local y federal.
Abunda Sergio Holguín, “en las preferencias de los hermosillenses el Pato de Lucas era el candidato más conocido y querido según los estudios de opinión de Cabildo, versus Célida López que solo alrededor del 50% de los hermosillenses la conocían y no necesariamente era la más querida; un análisis sociológico debiera cuestionar: ¿ganó Célida López o ganó Morena?, ¿Si hubiera sido Célida la candidata del PAN a la alcaldía, hubiera ganado?”.
El debate entra en calor. En el punto de vista de los analistas, el llamado bono democrático otorgado a López Obrador luego de la expectativa generada en campañas, todavía existe.
Para Sergio Holguín “la luna de miel” sigue su curso indefinido, tan es así, dice, que las primeras decisiones del ahora presidente electo, si hubiera sido otro el candidato ya lo hubieran crucificado.
“La gente está dispuesta a darle a Andrés Manuel una buena cantidad de tiempo para poder cambiar las cosas, siempre y cuando no cometa una pifia que permita colapsar su gobierno, por el tamaño de la victoria hay disposición de que la gente le otorgue su confianza por un tiempo considerable”.
En lo local, Ruiz Quirrín plantea que la gobernadora Claudia Pavlovich se ve amenazada por un Congreso que tendrá 21 diputados adversarios que tratarán de revertir cambios constitucionales.
En la opinión de Heriberto Tapia es el diálogo y establecer “buenos jugadores en todas las posiciones” que hagan política y dialoguen con quienes piensan diferente, lo que mantendrá una armonía en los acuerdos.
En política nunca hay derrotas permanentes opina Holguín, “la gobernadora debe tener claro que a nivel federal tendrá una senadora y una diputada federal de su partido, y en lo local cinco diputados que no hacen diferencia para la mayoría absoluta y calificada, lo que necesita son buenos operadores políticos”.
Sin embargo los analistas niegan ser predictores.
“Que una encuestadora publique cierto resultado y te califiquen de ser un predictor, que siendo la encuesta el examen cualitativo y cuantitativo más sencillo, se politice tanto, es una enseñanza constante”, opina Tapia Macías.
“Las encuestas no son un instrumento predictivo, incluso herramientas que aún se están desarrollando en el siglo XXI servirán de complemento para mejorar los estudios de las casas encuestadoras”, finaliza Holguín.