«Me van a disculpar, pero soy de provincia», dice Adriana Castaños en su camino a tomarle una fotografía al pendón en la esquina del Palacio de Bellas Artes que anuncia su más reciente coreografía, Yonke… viaje a No land.
Es, por supuesto, una broma, pero la frase «soy de provincia» se acompaña de un orgullo que Castaños, quien hoy recibirá la Medalla Bellas Artes por su trayectoria dancística, muestra a cada pregunta sobre su labor en Hermosillo.
Fundadora de Antares Danza Contemporánea y actual directora de Producciones La lágrima, ambas compañías referentes de la danza contemporánea en el País, la coreógrafa posee un arraigo por Sonora, su tierra adoptiva, que no duda en portar consigo siempre, aguerrida.
Como ejemplo, la sola mención de voces que menosprecian a su Estado como semillero de buenos bailarines, o de una supuesta invisibilidad, obtiene pronta respuesta: «Pues están mal, porque sí es. Y no, sí se ve».
Además de una pasión por la danza que la llevó a no inscribirse en la carrera de Ciencias Políticas, a Castaños la mueve la compulsión de crear para otros lo que ella no tuvo.
Como un edificio de «arquitectura ecléctica», dice, su formación ocurrió a través de talleres y cursos, como el Taller Coreográfico de la UNAM, y con mentores como Cora Flores, Guillermo Maldonado y Federico Castro, casi siempre lejos de casa.
«Viviendo en provincia, no pensé que la danza existiera como profesión. Para mí la danza estaba muy lejos, en Rusia, aunque a mí me gustara bailar», cuenta.
«Socióloga de corazón», Castaños toma su tiempo para las respuestas sobre políticas culturales, pero no duda en emitirlas; también tiene claro lo que constituye un movimiento dancístico en todo lugar: academias y universidades, bailarines y público.
Por Hermosillo, la coreógrafa se ha metido en todas ellas.
Colaboró en la conformación de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Sonora; ha llevado a cabo numerosas coreografías con La lágrima y antes con Antares; y colabora regularmente con el festival Un Desierto para la Danza.
La entrega de la Medalla Bellas Artes se realizará durante la función de Yonke… viaje a No land, una coreografía hecha a base de retazos dancísticos que Castaños y sus bailarines robaron de gente de todos los días, bailarines profesionales y videos de YouTube.
Se llama «Yonke», como se les dice en el norte a los deshuesaderos, y «No land», en honor a un verso del poeta sonorense Abigael Bohórquez.
Se presenta hoy, a las 20:30 horas, en el Palacio de Bellas Artes.
REFORMA