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Presenta Peña Nieto decálogo antidrogas ante la ONU

En su participación de la Asamblea General de las Naciones Unidas en torno a las drogas, el presidente de México, Enrique Peña Nieto señaló que es innegable que en los años recientes los términos en el debate sobre las drogas han cambiado y comienza a surgir un consenso en favor de una reforma significativa del régimen internacional sobre las drogas.

Indicó que se vislumbra un nuevo enfoque que combata decididamente a los criminales, «pero que en lugar de criminalizar a los consumidores, les de oportunidades y alternativas».

Peña Nieto destacó que con firmeza «deberemos continuar haciendo lo que ha funcionado, con flexibilidad debemos cambiar aquello que no ha funcionado; el esquema basado inicialmente en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas que inició en los años 70 no ha logrado inhibir la producción, el tráfico ni el consumo de drogas en el mundo».

Enfatizó que el narcotráfico sigue siendo una de las actividades más lucrativas del crimen organizado y un factor decisivo para su expansión transnacional. «Inevitablemente el negocio ilegal de estupefacientes ha generado muerte y violencia principalmente en los países productores y de tránsito.

«Durante décadas México ha sido una de las naciones más comprometidas contra el problema de las drogas. Mi país forma parte de las naciones que han pagado un alto precio, un precio excesivo en términos de tranquilidad, sufrimiento y vidas humanas, como pocos, conocemos las limitaciones y las dolorosas implicaciones del paradigma eminentemente prohibicionista».

Apuntó que durante su administración se ha buscado atender el fenómeno de las drogas de una forma más integral, «con una estrategia que evita generar mayor violencia y en la que prácticamente participan todas las secretarías del gobierno de México».

LAS 10 PROPUESTAS DE MÉXICO

PRIMERO. El problema mundial de las drogas exige que la comunidad internacional refrende el principio de responsabilidad común y compartida, mediante una cooperación internacional más intensa y efectiva.

SEGUNDO. Es necesario reforzar el frente común ante la delincuencia organizada transnacional, para cerrar espacios a sus operaciones financieras y delitos conexos. Hay que intensificar la cooperación entre los gobiernos y ampliar el intercambio de información y acciones conjuntas, para desmantelar las organizaciones delincuenciales.

TERCERO. Se requiere de una mayor coordinación y colaboración entre las propias agencias especializadas del sistema de las Naciones Unidas, con el fin de abordar todos los aspectos del problema mundial de las drogas.

CUARTO. Las políticas públicas y acciones derivadas de la política internacional sobre las drogas, deben estar alineadas con los esfuerzos en favor del desarrollo sostenible, de la Agenda 2030. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los encaminados a resolver el problema mundial de las drogas, deben ser complementarios y reforzarse entre sí.

QUINTO. Se deben atender los daños sociales relacionados con el mercado ilícito de drogas. Para aquellas comunidades vulneradas por el crimen organizado, se necesita una prevención integral de la violencia, de la exclusión y del debilitamiento del tejido social.

Hay que apoyar a las comunidades afectadas con alternativas educativas, laborales y recreativas, que fortalezcan la inclusión y la cohesión social.En especial, se deben crear alternativas productivas en aquellas localidades donde se siembran estupefacientes; por ejemplo, con la reconversión de cultivos y esquemas internacionales de agricultura por contrato.

SEXTO. Ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de los Derechos Humanos. Este cambio de fondo, implica modificar el enfoque eminentemente sancionador, para ubicar a las personas, sus derechos y su dignidad.

SÉPTIMO. El consumo de drogas debe atenderse esencialmente, como un problema de salud pública, toda vez que constituye una amenaza para el desarrollo pleno de las personas, especialmente de niños y jóvenes.

La adicción a las drogas debe atenderse con mecanismos de prevención y soluciones terapéuticas integrales, no con instrumentos penales, que criminalizan a los consumidores y dañan el desarrollo de su personalidad.

OCTAVO. En los delitos relacionados con las drogas, se deben privilegiar penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento, que incorporen también una perspectiva de género.

NOVENO. Se deben sumar esfuerzos internacionales, para prevenir el consumo de drogas, mediante una campaña orientada a niños y jóvenes, a nivel global. Proteger a los miembros más vulnerables de las sociedades, garantizando que conozcan los efectos nocivos asociados al consumo de estupefacientes y psicotrópicos.

DÉCIMO. Se debe asegurar la disponibilidad y un mejor acceso de las sustancias controladas para fines médicos y científicos; evitando al mismo tiempo, su desviación, uso indebido y tráfico. Esta propuesta se deriva del amplio debate nacional sobre el uso de la marihuana, al que convocó el Gobierno de México, con expertos, académicos y representantes de la sociedad civil.

Aquí el video:

Información de Radio Fórmula.