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Presunta muerte y quema de 5 jóvenes en Veracruz revive la tragedia de Iguala

EFE/

El demoledor relato de uno de los policías implicados en la desaparición de cinco jóvenes en el estado de Veracruz, según el cual fueron quemados, triturados y tirados a un río, ahondó la herida abierta por el caso Iguala debido a la similitud entre ambos sucesos.

Los jóvenes «fueron quemados, posteriormente fueron molidos, seguramente en un molino de caña, y fueron tirados a un pequeño río», dijo hoy a Televisa el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, citando a Rubén Pérez, el octavo policía detenido por este suceso.

José Benítez, Mario Arturo Orozco, Alfredo González y Bernardo Benítez, de entre 24 y 27 años, y Susana Tapia, de 16, regresaban el 11 de enero de unas vacaciones en el puerto de Veracruz cuando fueron detenidos por policiales estatales en el municipio de Tierra Blanca, a dos horas de su natal Playa Vicente, en el interior del estado.

El arresto tuvo lugar en una gasolinera, fue captado por cámaras de vídeo ubicadas en esa zona y no tuvo un motivo aparente. Fueron detenidos «simplemente porque (a los agentes) les parecieron sospechosos», señaló Campa.

Según el relato de Pérez, quien presenció lo ocurrido a los jóvenes tras su detención, las cinco víctimas fueron trasladadas a distintos puntos e interrogadas.

Su última parada fue en el rancho El Limón, en el municipio de Tlalixcoyan, donde «los privan de la vida» y da «inicio el proceso de desaparición de los cuerpos», explicó el subsecretario.

Marcos Conde Hernández, Delegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Tierra Blanca, y a Otoniel Cruz Linares, policía de esa corporación. Foto: Cuartoscuro
Marcos Conde Hernández, Delegado de la Secretaría de Seguridad Pública en Tierra Blanca, y a Otoniel Cruz Linares, policía de esa corporación. Foto: Cuartoscuro

El fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, detalló a una emisora de radio que Pérez admitió su participación en los hechos luego que la geolocalización de su teléfono móvil revelara que su coartada fallaba.

En El Limón los policías entregaron las víctimas a seis sujetos -continuó el fiscal- y Pérez presenció su «ejecución».

En este lugar, las autoridades encontraron manchas hepáticas y restos óseos calcinados. Con estos se identificó a uno de los jóvenes, Bernardo Benítez, mientras que, a partir del hallazgo de un pedazo de tela de la camiseta y una costra, se reconoció a Alfredo González Díaz.

No obstante, los familiares de las víctimas desconfiaron de estas pruebas genéticas y encomendaron días más tarde al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) analizar los restos hallados, que aceptó la tarea.

Por el caso de Tierra Blanca hay ocho policías detenidos, entre ellos el delegado de la Secretaría de Seguridad Pública estatal en Tierra Blanca, Marcos Conde Hernández, además de Francisco Navarrete Serna, presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en ese municipio.

Según medios locales, Conde podría estar relacionado con la desaparición de más personas en varios puntos del estado donde trabajó, lo que revelaría, como en Iguala, la connivencia de cuerpos policiales y el crimen organizado.

El fiscal de Veracruz dijo hoy que ya se conoce el móvil de los hechos de Tierra Blanca, si bien no quiso revelarlo para no entorpecer la investigación.

No obstante, el titular de la Policía Federal, Enrique Galindo, recordó que el testimonio del policía «no es definitivo» y remarcó que la búsqueda continúa.

La respuesta de Galindo no sorprende, pues entre las desapariciones de Iguala y Tierra Blanca pasaron más de quince meses de duras críticas al Gobierno por su gestión del caso de los 43.