Productos milagro: autoridad rebasada, consumidor ignorante

La industria de estos productos, calificados como fraudulentos, genera en México diariamente 4.5 millones de dólares; a pesar de su ilegalidad, se aprovechan de una autoridad impotente y de un consumidor que cree en los milagros
Por Imanol Caneyada
Inicia el año y uno de los propósitos más recurrentes de los mexicanos es el de adelgazar, bajar de peso, lograr una esbeltez que nos venden constantemente como sinónimo de belleza y salud.
A pesar de que los expertos en el tema no dejan de insistir que la única forma de lograrlo es a través de una dieta equilibrada y el ejercicio adecuado a cada individuo, existe un muy lucrativo mercado de productos milagro que promete resultados inmediatos sin el menor esfuerzo.
Son productos que llegan a nosotros a través de ganchos publicitarios como revolucionario tratamiento, resultados instantáneos, asombroso descubrimiento, clínicamente comprobado, número uno en el mercado, científicamente probado, encontré una solución para toda la vida, desde el primer día noté una mejoría, este producto es de origen 100% natural; sin esfuerzos, sin sacrificios, sin dietas; llame ahora y no se arrepentirá…, como señala la investigadora de la UNAM Cynthia Azucena Acosta Ugalde en su investigación “Los productos milagro y su impacto en la sociedad mexicana”.
En México, según este documento, la industria de productos milagro vende cada día 4.5 millones de dólares; las cuatro principales empresas dedicadas al rubro son: Genoma Lab, CV-Directo, Innova y Sol Natural, esta última sonorense, especialmente concentrada en el mercado del noroeste del país.
Estas empresas invierten en publicidad televisiva y por Internet un promedio de mil 500 millones de pesos al año, las mismas cantidades que invierten empresas como Bimbo o Telcel.
Sin embargo, sus productos han sido calificados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como engañosos e ilegales, ya que prometen resultados y curas sin ninguna base científica y no cuentan con registro sanitario.
Aun así operan abiertamente y los mexicanos, propensos al pensamiento mágico, los consumimos sin empacho.
¿Qué son los productos milagro?
La Cofepris define producto milagro de la siguiente manera:
“El producto milagro podrá ser identificado por el consumidor, por su etiqueta y/o publicidad, se presenta al producto como remedio de uno o diversos padecimientos de manera rápida y prometiendo grandes beneficios a la salud; suelen presentarse con nombres alusivos a enfermedades u órganos humanos, contienen imágenes corporales, cintas métricas o instrumentos relacionados con la pérdida de peso. Además, los productos milagro también son ofrecidos por personas que se inscriben en actividades comerciales de este tipo y proponen llevarlos a la puerta de la casa del consumidor.
“La producción, distribución y comercialización de los productos milagros suele operar de forma oscura, escondida y poco transparente, carecen de registro sanitario o aviso de funcionamiento, según sea el caso del producto, los productores, distribuidores y comercializadores se esconden de la autoridad sanitaria al vender los productos que se encuentran al margen de la legalidad”.
Pero esta definición, sobre todo la parte que refiere a que se esconden de la autoridad sanitaria al vender los productos, no encaja con la realidad.
Es la propia doctora Acosta Ugalde la que señala en su investigación lo siguiente:
“Genomma Lab se funda en 1996. Para ese entonces, sólo producía infomerciales. En 1997 inicia con la comercialización de productos, ahora mantiene una lucrativa alianza estratégica con Televisa para distribuir productos y medicamentos, entre los que encontramos: Asepxia, Bengue, Biolectro, Coledia y Dalay; su campaña “Información que cura” ha logrado un impacto considerable”.
Y agrega que hoy en día los horarios doble y triple A de la televisión mexicana incluyen casi el 50% de su publicidad para infomerciales de productos milagro.
A lo anterior hay que añadir el Internet, un espacio mucho menos regulado aún en el que la oferta de productos milagro se ha vuelto permanente, constante e indiscriminada.
Un ejemplo es la página web www.solnatural.com, de la empresa sonorense Sol Natural, fundada en Hermosillo en 1989, y considerada como una de las más competitivas del mercado mexicano.
En este sitio de internet Sol Natural ofrece al internauta productos que prometen adelgazar en un solo día y aliviar padecimientos crónico degenerativos como diabetes, colesterol y cáncer.
También ofrece productos para el vigor sexual, la calvicie, el insomnio, dolor de huesos, acné, problemas con los riñones, con el aparato digestivo, gripes y alergia, entre otros.
El usuario, para obtener cualquiera de estos productos, únicamente tiene que “llamar al Tel. (622) 2229537 y dinos el nombre del producto que deseas adquirir, su presentación y la cantidad deseada para cotizarte hoy mismo y que puedas recibir tu pedido en la comodidad de tu hogar. Recuerda que contamos con los mejores productos y marcas del mundo de la medicina natural”.
La Cofepris advierte constantemente que un producto que se ofrece como solución a un padecimiento, el cual es llevado hasta la comodidad del hogar, es una estafa y está evadiendo los controles sanitarios.
Por su parte, a mediados de 2018, la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios de Sonora (Coesprisson) lanzó una serie de alertas contra la venta de productos milagro vía internet:
“Debemos dudar de las páginas que sólo realizan la venta a través de depósitos bancarios, que no tienen un lugar establecido y que la entrega de productos se realiza por paquetería o con cita en un lugar público, como plazas comerciales y parques”, advirtieron las autoridades sanitarias sonorenses.
Marco legal y debilidad

La Ley de Radio y Televisión establece en su artículo 12 la competencia de la Secretaría de Salud en materia de propaganda comercial de medicinas y actividades conexas.
“I.- Autorizar la transmisión de propaganda comercial relativa al ejercicio de la medicina y sus actividades conexas; II.- Autorizar la propaganda de comestibles, bebidas, medicamentos, insecticidas, instalaciones y aparatos terapéuticos, tratamientos y artículos de higiene y embellecimiento y de prevención o de curación de enfermedades; III.- Promover y organizar la orientación social en favor de la salud del pueblo”.
El artículo 67 de la misma ley establece lo relativo a la propaganda comercial: “La propaganda comercial que se transmita por la radio y la televisión se ajustará a las siguientes bases: I.- Deberá mantener un prudente equilibrio entre el anuncio comercial y el conjunto de la programación; II.- No hará publicidad a centros de vicio de cualquier naturaleza; III.- No transmitirá propaganda o anuncios de productos industriales, comerciales o de actividades que engañen al público o le causen algún perjuicio por la exageración o falsedad en la indicación de sus usos, aplicaciones o propiedades. IV.- No deberá hacer publicidad que incite a la violencia, así como aquélla relativa a productos alimenticios que distorsionen los hábitos de la buena nutrición”.
El artículo 69 establece lo relativo a las autorizaciones de dichos productos: “Las difusoras comerciales exigirán que toda propaganda de instalaciones y aparatos terapéuticos, tratamientos y artículos de higiene y embellecimiento, prevención o curación de enfermedades, esté autorizada por la Secretaría de Salubridad y Asistencia”.
A pesar de la precisa regulación existente, las televisoras mexicanas, como ya se señaló anteriormente, utilizan al menos el 50% de su espacio publicitario en horarios doble y triple A para promover productos milagro.
En el caso de Internet el vacío legal ha propiciado que las empresas y productos milagro proliferen a una velocidad alarmante.
A mediados de 2017, la Cofepris lanzó una estrategia en todo el país para combatir la venta de productos milagro vía Internet.
Incluía cinco ejes en la estrategia: combate de productos ilegales que se anuncien con propiedades terapéuticas y que no cuenten con reconocimiento de la autoridad sanitaria; monitoreo de publicidad en redes sociales y páginas de internet para suspender la promoción de productos asociados a la prevención y tratamiento de enfermedades que no cuenten con autorización sanitaria.
Además de identificar como producto milagro todo artículo que carezca de registro sanitario y ofrezca propiedades terapéuticas.
La Cofepris ha realizado acciones de suspensión de publicidad y aseguramiento de este tipo de productos de manera inmediata, e identificado canales de comercialización de productos ilegales, con la finalidad de prevenir a la población sobre su uso y consumo.
Los resultados, según el propio organismo, han sido la suspensión de más de 13 mil sitios de internet, de los cuales casi 2 mil 600 estaban vinculados con la venta de productos milagro, y 5 millones de piezas de productos ilegales.
Pero las estrategias para evitar el cierre de sitios que anuncian productos milagro y la suspensión de estos productos son múltiples, como cambiar el nombre del producto y reabrir con otro registro la página web, y se aprovechan de una autoridad rebasada por la proliferación, pero sobre todo, y en eso los expertos son insistentes, de la ingenuidad y desinformación de un consumidor que es fácil de engañar porque todavía cree en los milagros.