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“¿Qué les dejé a mis hijos?”

¿Cambiará Chávez todo lo que logró en su carrera por ver a sus hijos realizados y sanos?

 

Por Pedro “Chory” Carmona

Es una tradición no solo en nuestro país sino en diferentes partes del mundo cuando los padres se nos adelantan en ese camino que todos vamos a llegar algún día, nos dejen un legado o una herencia en lo espiritual o en lo material.

También es costumbre que, si el padre de familia tuvo alguna profesión u oficio, esta sea heredada a sus hijos o hijas, de tal forma que me ha tocado conocer familias, de maestros, abogados, arquitectos, carpinteros, taqueros, etc. 

Siempre habrá alguno de esos hijos que continúen ese legado que vieron a su padre desempeñar durante su infancia y resulta común que ellos continúen. Todo hasta ahí está bien. 

A lo que voy: ¿Qué podía esperarse de los hijos de Julio César Chávez?, Que fueran boxeadores y campeones del mundo, tanto Omar como Julio César Jr. Les tocó siendo niños acompañar a su padre en muchas de sus peleas o seguirlo por la televisión, lo vieron coronarse campeón, destrozar y tumbar a muchos rivales, eso es lo que vivieron durante la exitosa carrea de su padre, un gran campeón, un ejemplo un modelo a seguir arriba del ring. 

Pero abajo de él, el gran campeón mexicano no fue tan exitoso como hubiera querido, le tocó la década de lo años ochentas donde verdaderos capos de la droga hicieron grandes carreras en el mundo del narcotráfico como el “Chapo” Guzmán, Amado Carrillo, el “Azul” Esparragoza, Nacho Coronel, el “Güero” Palma, nuestro representante sonorense Rafel Caro Quintero, el jefe de jefe Félix Gallardo fundador del cartel de Guadalajara, los hermanos Arellano Félix el cartel de Tijuana y demás, todos ellos admiraron al gran Campeón Mexicano, eran sus amigos las fiestas tenían una duración de tres días, eran unos auténticos bacanales, los mejores viandas y bebidas, los mejores grupos musicales del momento que encabezaron mucho tiempo Ramón Ayala, Tucanes de Tijuana, Cadetes de Linares, artistas sobre todos damas de muy buen ver.

“Alguna vez estuve en una fiesta con ellos fácilmente había unos 500 años de cárcel”, declaró en forma de broma Julio en un programa televisivo. 

Julio César Chávez Carrasco

Esta semana el Jr. fue deportado de EE. UU. y entregado a las autoridades mexicanas en la garita de Nogales y ya duerme en el Cefereso Federal de nuestra ciudad, el Jr como se le conoce y que peleó recientemente en los EE. UU. y donde se dice que se embolsó 12 millones de dólares, tenía orden  de aprehensión del 2023 en México, nada más que no había sido “molestado” por la FGR, vaya usted a saber el por qué y muy a su estilo el Gobierno de Trump exhibiendo a la justicia mexicana, se “acomidió” a dejarlo en Nogales, Sonora.

Hay algunas frases que se me vienen a la mente como esas de “Hijo de tigre pintito”, nuestro campeón pagó caro con las amistades mencionadas, cayó en las drogas por años, perdió su familia, perdió a sus hijos, ahí está la muestra, el Jr adicto a las drogas por años, tiene cargos de tráfico de armas, afiliación al cartel de Sinaloa, emparentado con la familia Guzmán, casado con Frida Muñoz quien fuera nuera del Chapo Guzmán y con quien tiene una niña.

Nuestro campeón hoy paga las consecuencias de aquellos excesos con su hijo, el podrá decir pues sí, lo bailado nadie se lo quita, si bien es cierto. Hoy en día se mantiene limpio, sigue activo trabaja como comentarista deportivo, tiene dos clínicas de rehabilitación de buen nivel y busca ayudar aquellos que realmente quieren rehabilitarse y tomar el camino del bien.

¿Cuál será su reflexión en la habitación de su casa cuando piensa en sus hijos? ¿Cambiaría todo lo gozado y bailado por haber visto a su hijo Julio como un exitoso profesionista? Dicen los padres que han tenido un hijo drogadicto es el peor sufrimiento, más que la muerte que no se lo desean a nadie.

De qué le sirven al Jr. haber ganado esa millonada de dólares en meses pasados, ¿sino los puede disfrutar con su esposa y su hija? Una y otra vez nuestro campeón mexicano se ha de preguntar tanta chinga que llevé en esta vida y no poderles heredar el camino del bien, de la salud y la felicidad.

Por aquí le vamos a dejar, sino tiene otra cosa este domingo lo invitamos a sintonizarnos en el 90.7 en Radio la Kaliente desde su estéreo, radio o compu en el noticiero La Kalentura Radio, donde compartimos micrófonos con el maestro José Ángel Partida Pérez que a sus 81 años sigue partiendo plaza al aire, de ahí que un servidor lo considera como el último de “los mohicanos” de la Radio en Sonora. ¡Así nomás!