Rebasados los planes de estudio, hay que flexibilizarlos: Enrique Velázquez

El rector de la Unison asegura que la institución tiene en la actualidad finanzas sanas, pero el futuro inmediato está comprometido si no se toman medidas preventivas
Por Imanol Caneyada
El Alma Máter de los sonorenses es mucho más que una universidad, su histórica presencia, su presente y su futuro están íntimamente ligados con el de la entidad. De su crecimiento, de su mejora y su calidad dependen de alguna forma el crecimiento, la mejora y la calidad del estado. En el marco de su 75 aniversario, tres cuartos de siglo, presentamos esta charla sostenida con su rector, Enrique Velázquez Contreras, doctor en Ciencias de Materiales, hijo de la Universidad de Sonora y con una experiencia de treinta años en la administración académica que culmina con la obtención de la rectoría el pasado mes de junio.
Usted presentó un proyecto para aspirar a la rectoría basado principalmente en tres ejes: detener el rezago y la deserción escolar, vincular a la universidad con el sector productivo y la sociedad en general, y el más delicado, mejorar la relación con los sindicatos. A estas fechas de su gestión, ¿cuáles son los avances?
En estos cuatro meses de gestión hemos trabajado muy intensamente en la propuesta del Plan de Desarrollo Institucional que hicimos ante la junta universitaria y ante la comunidad. Estamos en plena formulación de dicho plan, ya en lo formal, pues finalmente lo que se hizo fue una propuesta. Hemos tenido varias reuniones para recopilar información y propuestas con los directores de área, a nivel programas, objetivos y meta. El reto es integrar todos los programas, pues algunos de ellos deben ser abordados desde varias direcciones. Por ejemplo, lo que tiene que ver con las trayectorias escolares. Particularmente dos áreas muy importantes, servicios estudiantiles y la dirección de innovación e internacionalización educativa, pues es fundamental que flexibilicemos nuestros planes de estudio si queremos mejorar los índices de trayectoria escolar.
¿Esto significa que los planes de estudios no responden a las necesidades actuales?
Ya fueron rebasados, en efecto. El paradigma actual según los expertos es que el alumno construya su propio currículum, por lo que se vuelve necesario aumentar el número de materias optativas. Cualquier actividad que realice el alumno tiene que tener un valor en créditos dentro de ese plan de estudios. El reto es tener una base que caracteriza a la profesión y que a partir de ahí el alumno seleccione las materias que respondan a sus inquietudes e intereses de formación. Tenemos que entender que los actuales niños, en un futuro, van a trabajar en profesiones que ni siquiera existen en el presente, de ahí la necesidad de flexibilizar los planes de estudios.
En términos generales, no en cuanto a sólo la Unison, ¿las universidades en México están respondiendo a este escenario que usted plantea?
Apenas estamos avanzando hacia allá. Partimos de un principio básico: para poder resolver un problema, primero hay que entenderlo y después ponernos de acuerdo en las posibles soluciones. Si nuestra planta académica, que es la que se tiene que hacer cargo de esta reestructuración de los planes académicos, está consciente de este problema, vamos a poder hacerlo realidad. Tengo mucha confianza en que así suceda. Aunque esto no es fácil; me voy a poner yo como ejemplo para no herir susceptibilidades: tengo más de treinta años impartiendo diferentes materias, y cuando surgen materias relacionadas con la nanotecnología, pues tenemos que incorporar a muchachos recién egresados de los posgrados, pero entonces chocamos con los derechos laborales de la planta docente establecida.
Entiendo que una flexibilización del plan de estudios implica una flexibilización de la planta laboral.
Evidentemente; nosotros tenemos mucha confianza de que esto lo entiendan los docentes, particularmente el STAUS (Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora); lo que queremos es establecer las reglas para caminar en esa dirección, en la renovación de los planes de estudio y, forzosamente, de la planta académica.
Este es un gran reto porque el STAUS, tradicionalmente, ha sido un sindicato fuerte y un interlocutor con el que hay que negociar permanentemente. ¿Cómo va el diálogo en cuanto a lo que usted está planteando?

El diálogo va muy bien, y hemos acordado adelantarnos a los problemas, a las revisiones contractuales… no podemos llegar a los últimos dos meses de revisión de contrato con una serie de problemas acumulados durante todo el año, porque en esa coyuntura es mucho más difícil resolverlos. Además de este tema, está la cuestión del ISSSTESON, pasamos entonces de lo necesario a lo urgente, es una realidad que no tiene que ver con lo académico, el problema de las jubilaciones que se retuvieron durante un tiempo, lo cual tiene un impacto en las condiciones de los trabajadores de la institución. Si bien lo sustantivo, el bienestar de los alumnos, está por encima de los problemas que pueda tener la Universidad, tenemos que entender que estos problemas hay que solucionarlos; nos queda muy claro que los maestros tienen que tener buenas condiciones laborales y buenas condiciones de vida para poder hacer realidad las transformaciones que queremos llevar a cabo. Son cuestiones más terrenales que implican recursos.
Recursos que cada vez son más escasos a tenor de lo que está viviéndose en todo el país.
Sí, por ello nos hemos dedicado a gestionar recursos pensando en 2018, básicamente para poder ingresar a la Ley 38 del ISSSTESON. Esto implica muchos millones de pesos, más de 200 millones de pesos si queremos entrar de lleno, tanto en concepto de cuotas como en el monto total. Sin embargo tanto nosotros como el sindicato como el ISSSTESON somos conscientes que tiene que ser gradual. Para el año que entra solicitamos 50 millones de pesos adicionales al presupuesto para empezar a cubrir ese monto sin que afecte el funcionamiento de la Universidad. Ya me reuní para ello tanto con los diputados locales como federales y los funcionarios del Gobierno del estado. Está complicado pero tenemos confianza en la respuesta que obtendremos.
¿Ya se han superado las diferencias que hubo con el ISSSTESON, la hostilidad que se vivió a causa de la deuda?

Estamos en la misma sintonía, ya se aclaró lo que es 2015 y 2016 en cuanto a las participaciones de la Universidad a través de Hacienda; está pendiente las aclaraciones de años anteriores pues está complicado seguir la huella contablemente de los recursos entregados, pero sin duda va a clarificarse; las aportaciones de la Unison en términos del convenio actual están cubiertas, no vamos a tener ningún problema.
Es este un problema que vienen arrastrando las universidades públicas, no sólo la Unison, en todo el país, una deuda enorme al IMSS, al ISSSTE, al ISSSTESON en caso de Sonora. Además hubo un considerable castigo presupuestal en 2017 a las universidades públicas. ¿Cómo se llegó a esto, por qué?
Bueno, hay algo que es muy importante subrayar: somos de las pocas universidades públicas en el país que no tenemos adeudos, no tenemos ni legal ni contablemente déficit en el ISSSTESON, tenemos un convenio firmado y la institución cumple con ese convenio; ahora, con la reforma a la Ley 38 en el 2005, y la Universidad no ha actualizado el convenio. Entonces, tenemos que ajustarnos a la nueva ley, porque una de las principales demandas de los sindicatos es que nos podamos jubilar con el 100% del salario integrado, en la actualidad no cotizamos el 100% del salario integrado. Esta es la parte benéfica de entrar a la nueva ley. Esperemos que en diciembre consigamos los recursos adicionales para ello. Pero la Universidad no tiene adeudos, trabajamos en números negros, tenemos finanzas sanas.
Es decir, la Unison no está en la situación en la que se encuentra la Autónoma de Zacatecas, por poner un ejemplo, y otras…
Esa ya está en quiebra. No es nuestra situación. Ocupamos el cuarto lugar de las universidades públicas que no tienen problemas financieros, según el último estudio actuarial que realizaron. No tenemos presiones financieras, pero ojo, eso no significa que no pueda ocurrir en el futuro inmediato. De hecho, si en este momento solicitara su jubilación el 100% del personal académico y administrativa que tiene derecho a la misma por antigüedad, la universidad no podría pagar esas cantidades. En ese sentido, podríamos llegar a tener problemas estructurales en un futuro, el riesgo está presente. Debemos hacer las previsiones necesarias desde ya para evitar eso. Queremos ser lo más responsables posibles. En resumen, la Universidad de Sonora tiene en la actualidad finanzas sanas, pero los estudios indican que si no hacemos algo en los próximos cuatro años, podemos enfrentar problemas estructurales.
Y este algo, para evitar problemas en el futuro inmediato, ¿por dónde pasa?
Pasa por la gestión de recursos. La Secretaría de Educación Pública está muy consciente de este problema y tenemos mucho apoyo moral de su parte…
¿Moral? Pero dicen que presupuesto son amores…
En efecto. Y otro problema que tenemos en este momento es que no han reconocido a nivel presupuestal los aumentos salariales de 2017, que dependen 50% y 50% de la Federación y del Gobierno del estado. La SEP está haciendo las gestiones necesarias ante la Secretearía de Hacienda. El año pasado los entregaron en diciembre, esperamos que este año sea igual. ¿Qué pasa si no sucede así? Vamos a tener problemas para el pago de aguinaldos. Es un problema que tenemos todas las universidades púbicas en el país. Queremos pensar que sí cuentan con los recursos. Es importante aclarar que los dos mil millones de pesos de presupuesto según el convenio tripartito que tenemos (Gobierno federal, estatal y Universidad), se van en gasto corriente. La Unison vive de los fondos extraordinarios que se gestionan para los diversos programas, y en eso hemos sido muy exitosos. Desde programas de investigación, intercambio de maestros y alumnos hasta la construcción de edificios, todo se hace con base en fondos extraordinarios que vienen etiquetados y que no podemos usar en otra cosa. Y son muy estrictos en la fiscalización del uso de estos recursos.
Ya para terminar, ¿qué le gustaría agregar aprovechando el aniversario de la institución?
Que afortunadamente la Unison está viviendo un momento muy importante en cuanto a su calidad académica; sistemáticamente todos los ranking nos ubican entre las primeras veinte del país considerando públicas y privadas, y de las públicas estamos entre las primeras diez, las que están por encima de nosotros son las más grandes del país; para mantenernos en este nivel debemos seguir creciendo en la calidad, y estamos haciéndolo; queremos aparecer en lugares importantes de los ranking internacionales, y este es el compromiso de la actual administración: poner por encima la calidad académica, tomando en cuenta todos estos factores; hemos crecido también en los ranking internacionales en cuanto equidad de género e inclusión de grupos vulnerables, y en ese tenor vamos a seguir trabajando.