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Recorta FMI previsión del PIB de México a 2.6%

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó un crecimiento de la economía mexicana de 2.6% para 2016 y de 2.9% para 2017, lo que representa un recorte de dos décimas de punto en ambos años respecto de sus estimaciones de octubre.

El organismo internacional proyectó una contracción de 0.3% para la economía de América Latina y el Caribe en 2016, lo que representa una reducción de 1.1 puntos porcentuales respecto de sus proyecciones de octubre pasado.

En sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), el FMI sostuvo que las economías latinoamericanas completaron 2015 con una contracción similar de 0.3%, a pesar de crecimientos positivos en la mayoría de los países de la región.

Para 2017, las economías de América Latina regresarán a territorio positivo con una proyección estimada de 1.6% , aunque representa una caída de 0.7 puntos porcentuales respecto de las estimaciones del WEO de octubre pasado.

Entre los factores que empujaron a la baja las proyecciones de América Latina, el FMI destacó la recesión en Brasil, que decreció 3.8% en 2015.

Para la economía brasileña se pronostica un retroceso del 3.5% en 2016 y una recuperación hasta el 0.0% para 2017, lo que supone una revisión a la baja de 2.5 y 2.3 puntos procentuales, respectivamente.

El FMI alertó hoy de varios riesgos para la economía global, como una mayor desaceleración en China o un regreso de la aversión al riesgo en los mercados, pero señaló que «no contempla» una nueva crisis en el futuro inmediato.

En la actualización de su informe revisó a la baja las previsiones de crecimiento global, hasta un 3.4 % en 2016 y 3.6 % en 2017, debido a un repunte menor del esperado en los países avanzados y las dudas sobre los emergentes, con China en plena desaceleración y Brasil en aguda recesión.

Aunque se mantiene el crecimiento, advirtió de que persisten riesgos para la evolución de la economía global, como los «significativos» efectos de contagio de la economía de China vistos a lo largo de 2015, si se produjera «una desaceleración más marcada de lo esperado mientras (ese país) lleva a cabo la transición necesaria hacia un crecimiento más equilibrado».

A su juicio, el efecto de contagio se canalizaría internacionalmente «por la vía del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, y los efectos consecuentes en los mercados financieros internacionales y las valoraciones de las monedas».

Otro riesgo para la evolución económica sería que hubiese «efectos adversos en los balances de las empresas y dificultades de financiación» como consecuencia de una nueva apreciación del dólar y unas condiciones mundiales de financiación más restrictivas a medida que Estados Unidos retira su «acomodaticia» política monetaria, apuntó.

El FMI considera otro factor peligroso que se produzca «un estallido de la aversión mundial al riesgo, sea cual sea su causa», con una crisis de confianza que profundizaría las depreciaciones y «podría generar tensiones financieras en las economías de los mercados emergentes más vulnerables».

Finalmente, el Fondo ve como otro posible riesgo para la economía mundial «una escalada de las tensiones geopolíticas» en ciertas regiones, que podrían afectar a la confianza y transtornar «los flujos internacionales comerciales, financieros y turísticos».

EL UNIVERSAL