Se unen árabes a lucha de EU contra EI
Diez estados árabes, incluido Arabia Saudí, han acordado adherirse a la campaña de Estados Unidos contra el Estado Islámico.
El acuerdo fue resultado de una reunión entre el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y Ministros árabes en la ciudad saudí de Jeddah.
En un comunicado conjunto, EU, Egipto, Irak, Jordania, Líbano y seis estados del Golfo Pérsico acordaron poner fin al flujo de fondos y combatientes con destino al Estado Islámico, y reconstruir las comunidades «brutalizadas» por el grupo.
El Presidente Barack Obama anunció ayer una nueva estrategia para erradicar al Estado Islámico que, dijo, implica la ampliación de bombardeos en Irak contra posiciones yihadistas, posibles ataques en Siria y una coalición regional de apoyo.
Dicha estrategia fue criticada este jueves por el Gobierno ruso, que dijo que si Estados Unidos inicia operaciones militares en Siria sin el consentimiento del Gobierno de ese país o de la comunidad internacional estaría violando la ley internacional.
«Si no fuera porque lo que está pasando en Ucrania es muy serio, me atrevería a decir que da risa que Rusia hable de derecho internacional», declaró Kerry al respecto.
Como parte del plan, el Gobierno estadounidense pidió a los líderes árabes permiso para usar más bases en la región y realizar sobrevuelos de naves de combate sobre sus territorios.
También urgió a que los medios regionales, especialmente las cadenas qataríes Al Jazeera y Al Arabiya, y que las mezquitas divulguen mensajes contra los extremistas.
Para minar los recursos financieros del grupo, Washington también solicitó reforzar medidas contra el contrabando de petróleo e interceptar las contribuciones de donantes privados.
Mientras tanto, en una señal esperanzadora de consenso en medio de la división sectaria que se ha diseminado por Medio Oriente y que alimentó las filas del Estado Islámico, el reino suní de Arabia Saudí dijo que podría abrir una Embajada en Irak (con Gobierno chií) luego de décadas de desconfianza mutua.
Los saudíes, que apoyan a otros movimientos armados suníes en la guerra civil de Siria pero consideran al Estado Islámico como un grupo terrorista, también prometieron ayudar en la campaña de Obama proveyendo campos de entrenamiento para combatientes moderados sirios.
Por su parte, Irán, la principal potencia chií de Medio Oriente y aliado del Presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo tener profundas reservas sobre la nueva coalición liderada por Estados Unidos, y puso en duda que ésta luche para «erradicar las causas del terrorismo», por el cual responsabiliza a estados árabes suníes como Arabia Saudí.
REFORMA