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Sobrepoblación animal: Un tema de atención permanente

Perros banqueta
Perros banqueta

Por Emilio Martínez

Desde hace más que milenios, humanos y otros animales coexisten en los mismos lugares, lo que nos ha permitido desarrollar un vínculo o una relación simbiótica con algunos de ellos; sean los gatos o los perros, el ganado o los equinos, la población animal ha sido relevante en todo momento para los desarrollos más importantes de nuestra civilización. Sin embargo, el lugar de los animales domésticos ha sido completamente cambiado desde la urbanización del mundo, en muchos casos, como lo es el de México y en consecuencia Sonora, la acelerada modernización de las dinámicas sociales y culturales que impuso el vivir en ciudades fue tan repentina que no trajo consigo un nuevo paradigma de acción hacia las poblaciones animales con las que cohabitamos.

Hermosillo, la capital del estado es un caso como el de muchas otras urbes, si bien el progreso en infraestructura de la ciudad viene desarrollándose constantemente desde los años 40´s, lo que trajo consigo olas de migraciones de las poblaciones rurales del estado; no fue esto recibido de la mano de esfuerzos por regular o reformar la visión que tenían los ciudadanos en relación con el espacio donde viven contrastado con la fauna que se encuentra en el mismo. De forma mundana: “seguían teniendo a sus perros como en los ranchos, flacos y sueltos”.

Hoy en día según asociaciones civiles como Comunidad Animalera Trabajando o Pata de Perro estiman que fue esta falta de atención a los animales lo que derivó en la sobrepoblación canina y felina que hay en Hermosillo y otras ciudades, teniendo un aproximado actual de hasta 150 mil perros y gatos en situación de calle o vagando libremente por la ciudad.

Mike Fonseca, activista animalero, integrante de COAT.

Según Mike Fonseca, coordinador del área Legislativo y educativo en COAT: “algo curioso es que, la gran mayoría de ellos sí tienen dueño, pero vagan libremente por las calles, sueltos y sin supervisión”.

Para esto las autoridades del municipio llevan ya 40 años trabajando con mínimos resultados desde que se instauró la unidad de control animal, que hoy en día es el Centro de Atención Canina y Felina, comúnmente llamada perrera. Los esfuerzos del centro a lo largo de su historia han sido varios, mas no siempre suficientes; en ocasiones solamente enfocándose en proporcionar antirrábicos, en otras a la prevención a partir de la esterilización y desafortunadamente, con la muerte asistida o eutanasia a perros y gatos callejeros. Esta última, aclaran las asociaciones, ha sido y siempre será una medida orientada al fracaso pues aparte de privar de la vida a los animales, los esfuerzos hechos no pudieron contrarrestar el ritmo de reproducción con el de mortalidad.

“Te tardas más matándolos que ellos multiplicándose, aparte eliminar a la población animal de un sector de la ciudad de tajo, sin ningún método de contención, solo permite que otras poblaciones animales se movilicen y se vuelvan a multiplicar en ese sector”, comentó Fonseca.

Haciendo referencia a cómo es que estas medidas perpetúan la sobrepoblación animal y las afectaciones que las mismas suponen para la población, siendo una de las más visibles el impacto negativo en la salud pública; aumentando el riesgo a la exposición de infecciones y enfermedades que acarrean estos animales, aunado al mancillamiento vial y de los espacios públicos. Otra consecuencia poco provista es que una fauna urbana no supervisada y sobrepoblada —mejor conocida como plaga— termina por destruir el hábitat de otras especies y subespecies.

En este punto las asociaciones civiles y activistas que atienden el tema entienden pertinente plantear algunas alternativas de solución para la problemática, siendo las siguientes las más relevantes: para empezar, lo ideal sería que el ciudadano se dotara de conciencia e información y que a su vez educara a sus aledaños respecto a esta crítica situación, sobre cómo criar, cuidar y reproducir a sus mascotas de forma sustentable. A la vez acudir y apoyar los esfuerzos de los colectivos dedicados a la adopción, esterilización y protección animal. Lugares como el Programa Permanente de Adopciones y Centro de Castraciones COAT, hacen esfuerzos constantes en la capital para atender a la población animal y a sus dueños de forma económica y segura.

Mike Fonseca finalizó: “Controlada la sobrepoblación animal, no es más que población. Es bueno que existan, es bueno que nos acompañen porque los gatos, por ejemplo, exterminan roedores y muchas otras plagas, si hay muchos perros, no habrá tantos gatos; por tanto, nos llenaríamos de ratas. Hay que mantener un equilibrio en estos ciclos.”.

Se recalca la importancia de socializar el tema, de difundirlo y debatirlo en toda instancia pertinente, para la incentivación de acciones ciudadanas y de las autoridades que sean efectivas para resolver el problema. Hay que recordar que cada vez hay más bases jurídicas que avalan y protegen a los animales, siendo algunas de ellas en la región la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Sonora y el Código Penal del Estado de Sonora, no obstante, es pertinente señalar lo crucial que resulta el que los ciudadanos hagamos valer estos decretos, ya que hasta día de hoy nuestras autoridades han mostrado su inefectividad e incompetencia en esta materia.