Sugieren cambios tecnologicos ante crisis en camarón de granja
Es urgente el cambio en la tecnología de cultivo de camarón en estanques acuícolas para evitar que siga disminuyendo la producción, especialmente a causa de algún patógeno y la falta de una mayor bioseguridad, afirmó Martín Pérez Velázquez, académico del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).
Recordó que desde el año 2010, cuando empezó en Sonora la primera baja en la producción –de casi el 60%–, investigadores del Dictus anunciaron la necesidad del cambio de patrón en el cultivo del crustáceo.
Ante la reciente declaratoria de emergencia, y la problemática que hay en Sonora y Sinaloa por la mortandad de camarón de cultivo en granjas, indicó que hace falta mayor bioseguridad al momento en que ingresa agua de mar a los estanques acuícolas, ya que es en ese momento en que también lo hace el virus y ataca a los organismos, por ello se debe evitar la introducción de ese patógeno e, incluso, tratar el recurso antes de usarse.
Recordó que desde 2009 se manejó que el problema se atribuía al virus de “la mancha blanca”, pero que ahora se dice que el culpable es una enfermedad llamada el síndrome de “mortalidad temprana”, causada por bacterias, no por virus.
Pérez Velázquez dijo que es posible que se trate de ambas cosas, por lo que tal situación deberá atacarse de raíz para hacer resurgir la industria.
Igualmente, consideró que el cambio de técnica debe incluir estanques más pequeños y, al mismo tiempo, el aumento en su densidad de siembra, y, sobre todo, lograr una mayor bioseguridad para un control estricto de las condiciones de cultivo.
Sin embargo, señaló que hace falta aplicar nueva tecnología sobre las 20,000 hectáreas de cultivo existentes en nuestra entidad, pero que desafortunadamente hay reticencia y rechazo de los productores a cambiar de patrón, porque esto implica inversión y nueva infraestructura.
Citó como antecedente que en el 2009 se produjeron arriba de 82,000 toneladas de camarón en Sonora –siendo líder de producción en México–, pero que el año pasado cayó a 36,000. “La más reciente caída de este año aún es más grave, y probablemente sólo se alcancen 11,000, cantidad tan pequeña que se puede estar hablando de una debacle o un colapso de la industria”.