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“49 cruces blancas”, la nueva novela de Imanol Caneyada

A través de los ojos de un investigador contratado por los padres de víctimas de la Guardería ABC, el lector va ir descubriendo paulatinamente la podredumbre del sistema, el dolor, la división; “49 nueve cruces blancas” no es una novela complaciente de buenos y malos, advierte Imanol Caneyada

Por Gabriel Rigo Gutiérrez

Nueve años después de la peor tragedia infantil en México, la herida aún no cierra. Imanol Caneyada, escritor y periodista en este semanario, presenta su nueva novela: “49 cruces blancas”, bajo el sello de editorial Planeta.

“Estamos ante la peor tragedia de los últimos años en un país lleno de tragedias, y además, es una herida que no cierra, sigue sangrando por toda la turbiedad por cómo el Sistema manejó esto que estaban obligados a manejar con pulcritud y ser implacables”, asegura.

Imanol nos adelanta que la historia está ubicada tres años después del siniestro y mediante flashback o saltos en el tiempo, se van conociendo hechos específicos del 2009.

“A través de los ojos del narrador protagonista, que es un investigador contratado por los papás, el lector va ir descubriendo paulatinamente la podredumbre del sistema, el dolor de los padres, la división entre los padres, en ese sentido no es una novela complaciente de buenos y malos, es una novela que también de alguna manera examina el comportamiento social de los hermosillenses”.

Entre la ficción y la realidad

Para escribir este libro, confiesa el autor, el proceso le implicó un reto mayor, comparado con anteriores trabajos.

De entrada por la cercanía con el entorno.

“Descubrí que novelar una realidad tan cercana, inmediata y específica, con un hecho, con personas identificadas por todo mundo, implica retos que son muy interesantes; como novelista me significó una experiencia nueva y fui descubriendo cómo la realidad de la novela —que es una—, iba floreciendo a partir de esta realidad paralela, que es la realidad de la vida”.

Y es que aunque los personajes centrales de la historia tienen nombres ficticios, los funcionarios e incluso socios, sí son identificados con nombres inspirados en la realidad.

“La novela busca construir una serie de personajes y contemplar su evolución ética, moral, a partir de la tragedia. Los elementos están ahí. El hecho de que Bours haya declarado que ‘duerme como un bebé’, eso tiene un impacto en lo político, pero también en lo emocional de los personajes”.

Contra la desmemoria

Para Imanol es necesario que sigamos reflexionando sobre el Caso ABC. Como sociedad, explica, es preocupante que seamos tan desmemoriados.

Pero precisamente este tipo de trabajos, como también documentales, reportajes, e investigaciones, ayudan a mantener viva la memoria de los 49 bebés, pero más allá a que no se vuelvan a repetir estas tragedias.

“Sí hay una crítica implícita muy fuerte contra el poder, contra los responsables directos e indirectos de la tragedia, hay una crítica muy fuerte al Sistema Judicial Mexicano, tanto la Suprema Corte en su momento, como la PGR, la Procuraduría de Sonora, pero no es como el exabrupto sino paulatinamente el lector la va descubriendo”.

A diferencia de otras publicaciones, Imanol recuerda algo muy especial durante el proceso de “49 cruces blancas”: desechó cerca de 80 páginas.

Relata que en esa primera versión eliminada, el escenario se situaba el día después del incendio. Sin embargo, mantenerla por ese camino en medio de una indignación, le resultaba como un grito.

“Me iba llevando de un coraje, era como un encabronamiento literario y entonces tuve que recomenzar la novela y encontrar mecanismos que me permitieran tomar distancia”.

Revela que fueron tres versiones. Finalmente decidió trasladarse al 2012, resultando un producto más satisfactorio. Creó una realidad propia, logrando explorar sentimientos y profundizando en el lado humano como los de Raquel, madre de Paola, una niña que sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo.

Todo esto, afirma, difícilmente se puede llegar con el periodismo, porque la literatura lo que hace a través del lenguaje es plantear esas reflexiones.

Para Imanol está claro que la ficción si bien no abona a la verdad histórica como el periodismo, tiene la cualidad de que a través de los seres creados puede explorar la existencia de lo humano, y eso era lo que le interesaba. La ficción conecta con el lector de una manera más profunda, remata.

“49 cruces blancas” un novela negra… tan negra como la realidad. Ya se encuentra disponible en las librerías del país. En Hermosillo en Porrúa y Gandhi. Además el libro electrónico en plataformas como Amazon y Google.