RECIENTE

DestacadaPrincipalesSEMANARIO

Un intento de balance parcial

¿Podríamos declarar que estamos en un indefinido cuanto peligroso empate entre el haber y el deber?

 

Por José Luis Jardines

Hoy como cada termino de año, trato de hacer balance de haberes y deberes. Balance que por lo general dominan los segundos en cuantía o en magnitud, pues no todos los propósitos que los alentaron logran ser cumplidos y contribuyen al saldo negativo del mismo.

En este sentido, he tratado de cumplir las cuatro platónicas virtudes cardinales como bases de mi comportamiento ético de ciudadano, a saber:

Justicia, como permanente disposición para saber y ser capaz de dar a cada quien lo que corresponde aspirando a la paz comunal.

Fortaleza, aptitud de ser firme y no sucumbir ante el sufrimiento, la maldad y/o el miedo.

Prudencia, sabiduría práctica que permite optar por el bien y los medios para lograrlo razonablemente.

Templanza, la moderación y el dominio de los deseos y los excesos. Desde luego, debo complementar el propósito de practicar de las tres virtudes teologales de la moral cristianas: fe, esperanza y caridad. Debo aceptar que a todos quedo a deber.

Pero vayamos a la realidad terrena, pues vivimos en un mundo donde la sociedad en que hemos crecido, influido y siendo influenciados, están llenas de semejantes falibles cuya moral dista de ser norma de conductas y deviene en árbol de moras y la ética en que se fundamenta se torna laxa y se confunde con la estética. Por tanto, antes de establecer objetivos comunes ya existen divergencias y la Tolerancia, virtud no declarada, poco se aprecia o se soslaya y ante la imposición de la voluntad del más fuerte surge el conflicto. Por ello esta misma humanidad se ha creado figuras a partir de un subjetivismo colectivo para señalar y normar conductas a través de constituciones, leyes, Estado, gobiernos, autoridades, derechos, obligaciones, propiedad, monedas, bancos, ciudadanos, etc. Por desgracia, todo este razonamiento y estos conocimientos no permean por igual a todos los estamentos sociales mediante la educación, la cultura y el ejemplo. Entonces surgen los mesías, los iluminados, líderes o redentores de la masa marginada que, anunciando su credo, propósito y futuro, prometen emparejar las cosas sin forma evidente de asegurar tal cumplimiento; para ello debe destruir o controlar verdad, memoria e instituciones, organizaciones y medios que puedan oponérseles; además, como medida precautoria señalar al enemigo o adversario a quien culpar de su posible fracaso: No les basta ser admirados o respetados. ¡No! y por tanto deben tener la fuerza que imponga sus caprichos e inspire miedo.

¿Ejemplos? hay infinidad en la historia: César que menoscabó al Senado y asumió el poder absoluto como emperador romano y terminó asesinado; poco después, en el año 27 a.C., Augusto con más habilidad mantuvo las instituciones republicanas

como el Senado y las leyes, pero absorbió sus funciones, dando la apariencia de gobernar una república, cuando de hecho era una monarquía apoyada en el ejército. Dieciséis siglos después, Isabel la católica seduce y marida a Fernando de Aragón para ser reyes del imperio que ella soñaba, forma su ejército y elige como enemigos a los musulmanes y judíos. Para ser temida y reverenciada crea su fuerza persuasiva con la terrorífica Inquisición que encabeza Torquemada y descubre e inicia la conquista de América. Dos siglos más tarde Napoleón es un primer cónsul omnipotente; fragmenta y debilita el poder legislativo y para legitimarse y legitimar sus decisiones realiza plebiscitos, controla la prensa tiene una temible policía política y el ejército es su fuerza y sostén. Al mediar el siglo XX, triunfa la revolución cubana y Fidel Castro se deshace de los compañeros con que asaltó Moncada previendo posibles futuros competidores, e instaura un régimen de partido único personalista y autoritario, subordina las pocas instituciones supervivientes al partido que obedece únicamente a su voluntad ¿Se les ocurre un ejemplo más cercano y reciente, además de Maduro y Daniel Ortega? A esta escala la deuda de deberes me abruma, así que déjenme ir ahora a un nivel más personal y directo.

Advierto que no es disculpa, pero quiero pensar que no puedo ni debo asumir plena y total responsabilidad por dejar algunos deberes inconclusos o parcialmente cubiertos por que el cumplimento no depende sólo de mi voluntad. Uno de ellos, que con otros compañeros especialistas en la cuenca del río Sonora hemos tratado de entender, es la propuesta original de hacer tres presas de almacenamiento en dos de sus formadores, para alimentar un distrito de riego de 8,000 hectáreas, restituir el caudal ecológico al río y traer 1 metro cúbico por segundo para satisfacer las necesidades Hermosillo, eliminando la presa Abelardo L. Rodríguez y fraccionando los terrenos de su vaso, para obtener recursos para su financiamiento, según declararon altos funcionarios de los gobiernos estatal y federal; por desgracia nuestros esfuerzos han sido nulos, pues por posteriores declaraciones supimos que la presidencia de la República comparte la idea y prometió recursos financieros para el caso. Sin embargo, los objetivos han cambiado y creciendo la desconfianza. Hoy ya no es traer agua a Hermosillo, sino desarrollar la cuenca, solo se habla de construir la presa Puerta del Sol y se eliminó el acueducto a Hermosillo, se regarán sólo 3,000 hectáreas, que luego redujeron a 2,200. Pero aún no incluyen la urgente adaptación del vertedor del Molinito, la revisión de la cimentación de la cortina y su sobrelevación y no consideran la restauración de la cuenta en su conjunto, tampoco que tanto el agua subterránea como la superficial disponibles están totalmente concesionadas y que la eficiencia con que se transporta y distribuye el agua a la ciudad observa niveles inferiores al 49 %. Ergo, corregir ese defecto podría dar agua para sustentar el crecimiento de un 50% más de pobladores urbanos, al menos por los próximos quince años y por un monto de recursos notablemente inferior.

No han bastado las repetidas demostraciones de descontento e inconformidad de los habitantes asentados en la cuenca ni los comunicados que un grupo de estudiosos de la misma, hemos enviado, señalando falta o deficiencia de estudios y exhortando a la revisión conjunta con los técnicos oficiales; el propósito sigue avanzando, según los

pobladores de la cuenca llevándoles halagos, dádivas comprometedoras, chantajes y amenazas buscando quebrar los ánimos de quienes deberán manifestarse por la aceptación o no de ese “propósito” mediante una encuesta. Repasado lo anterior, a estas alturas ¿podríamos declarar que estamos en un indefinido cuanto peligroso empate entre el haber y el deber?, quisiera decir que la cordura prevalecerá, que la prudencia y la justicia serán divisas universales, que la República brillará y podremos contar todo ello en el haber… quizás algún día…

Pese a todo, amigos, les deseo felices fiestas, ventura mayor en el nuevo año y el ánimo suficiente y necesario para ser mejores ciudadanos.