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…Y Barack Obama no probo chorizo

Elementos del Estado Mayor Presidencial de México, del Servicio Secreto de Estados Unidos y la Gendarmería de Canadá corrieron de un lado a otro durante todo el día.

El Presidente Enrique Peña tomó tres sedes del zócalo de la capital mexiquense para efectuar la Cumbre de Líderes de América del Norte, lo que requirió de una plantilla de cientos de uniformados de los tres países en calles, azoteas y edificios.

Desde el mediodía, los Mandatarios desfilaron de una sede a otra. Eso sí, en sus vehículos blindados, pues la distancia era de 200 a 500 metros.

El primero en llegar al Palacio de Gobierno fue el estadounidense Barack Obama, a quien le instalaron una carpa blanca frente a la puerta principal para que, debajo de ella, se detuviera su vehículo, denominado «La Bestia», y entrara al inmueble gubernamental.

Para los encuentros bilaterales entre Peña y Obama se acondicionaron la oficina del Gobernador mexiquense Eruviel Ávila, y dos salones más del Palacio de Gobierno.

Una vez que llegó el Primer Ministro canadiense, Stephen Harper, uno a uno de los Jefes de Estado cruzó en vehículo la Plaza Ángel María Garibay para llegar al Cosmovitral, donde comieron.

Tras una hora y media regresaron a Palacio, a su encuentro con empresarios, académicos y funcionarios, en medio de decenas de elementos de seguridad que corrían detrás de sus autos.

El mismo procedimiento lo emplearon para llegar al Tribunal Superior de Justicia, ubicado a unos 250 metros ahí.

La danza de una sede a otra concluyó nuevamente en el recinto gubernamental, donde adecuaron el patio central para que dieran un mensaje a más de 200 medios de comunicación.

Una vez que invitados y prensa entraron al Palacio, no se les permitió asomarse a la calle.

La realización del evento en la capital mexiquense tuvo una razón, según el propio Peña Nieto: es su entidad natal, donde, presumió, recibió la confianza para ser Gobernador.

Además, dijo, es una zona donde hay empresas de Estados Unidos y Canadá, por lo que es ejemplo de la unidad que quiere la región norteamérica.

«Estamos todos aquí, en viaje de negocios, por eso no podemos quedarnos tanto como quisiéramos. Por ejemplo, no he tenido oportunidad de probar el chorizo legendario de Toluca, y ojalá la próxima vez que venga pueda probarlo», bromeó en respuesta Obama, durante su encuentro con empresarios.

Terminada la cumbre, luego de que el helicóptero de Peña despegó hacia la Cuidad de México, decenas de militares aparecieron en el primer cuadro para quitar las vallas metálicas y para regresar el Palacio de Gobierno a la normalidad, tras cinco días de haber sido tomado por el Estado Mayor Presidencia.

El cerco

Ayer, por más de 13 horas, el centro de esta ciudad estuvo cercado.

Las fuerzas federales y estatales sellaron calles, avenidas, andadores y plazas púbicas.

A primera hora, más de tres mil efectivos reforzaron el cerco que se montó desde el fin de semana y amurallaron todo el primer cuadro, en esta ocasión en un radio de 20 cuadras.

Tan sólo en la esquina de Miguel Hidalgo y Rayón, a tres cuadras de las sedes de la cumbre, se contabilizaron 100 elementos entre soldados, policías y miembros del Estado Mayor Presidencial.

En la zona, la mayoría de los comercios no abrió, las escuelas suspendieron clases y los edificios de gobierno no laboraron.

Únicamente, agentes y personal acreditado pudo caminar por las inmediaciones de Los Portales, La Catedral, los edificios de gobierno y museos, el Cosmovitral, así como las plazas cívicas.

Desde las 7:00 horas, las Policías Federal y Estatal, al igual que el Ejército, realizaron rondines y montaron al menos 30 filtros de seguridad.

La corporación federal además patrulló por aire con el apoyo de tres helicópteros Black Hawk. En la vigilancia aérea también participaron las fuerzas armadas.

En el Aeropuerto de Toluca se montaron dos retenes en el acceso del Bulevar Miguel Alemán, se amplió la vigilancia en hangares y estacionamientos, y se intensificaron las revisiones a viajeros.

Con policías estatales y elementos de la Defensa también se tomó el control de los puentes peatonales que cruzan el Bulevar Miguel Alemán, desde la terminal aérea hasta Paseo Tollocan.

Las medidas de seguridad alcanzaron también los accesos carreteros.

Con información de Érika Hernández, Silvia Garduño y Antonio Baranda

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