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Parroquia de La Candelaria: 150 años de fe y tradición en Villa de Seris

El templo de La Candelaria comenzó a construirse en 1875.
El templo de La Candelaria comenzó a construirse en 1875.

Por Gerardo Moreno Valenzuela

El dos de febrero, la Iglesia Católica celebra la fiesta de “la presentación del niño Jesús en el templo” por la virgen María, una liturgia también conocida como Fiesta de La Candelaria; en Sonora es una fiesta de gran devoción, al punto que una de las capillas más antiguas y de más tradición en Hermosillo, con casi de 150 años de estar en pie, está dedicada a esta advocación de la virgen, es la Parroquia de La Candelaria en Villa de Seris.

En esta comunidad, de gran tradición para Hermosillo, y que incluso está en una de las zonas que dieron origen a la capital sonorense, se genera toda una fiesta esperada, tanto por los tradicionales tamales, kermes y sobre todo por las fiestas religiosas alrededor de este templo que inició su construcción en 1875.

Altar principal. Cada 2 de febrero, la imagen de La Candelaria sale en procesión.

Origen

El padre Armando Armenta Montaño, encargado del Archivo Histórico y Cronista de la Arquidiócesis de Hermosillo, explicó que la fe y tradición en Villa de Seis es algo que fue creciendo históricamente por decenas y cientos de años, hasta arraigarse en nuestros tiempos.

Comenzó en el año 1742, cuando los misioneros jesuitas llegaron a evangelizar Sonora y se asentaron en las comunidades alrededor del Cerrito de la Cruz, en un lugar llamado como el Presidio de San Pedro de la Conquista del Pitic, una de las partes donde inicia Hermosillo.

“El padre Ernesto López Yescas, él editó un libro con datos históricos que compartió y otros datos que un servidor ha investigado, pero la comunidad católica de Villa de Seris se remonta a 1742, existió ahí cerca del Cerrito de la Cruz un lugar que se llamó San Pedro de la Conquista del Pitic y ahí inicia los antecedentes de la ciudad de Hermosillo”.

Luego, para el año 1780 se funda la misión de Nuestra Señora de Guadalupe, donde ahora está la Catedral de la Asunción y los poderes se trasladaron ahí, pues era un Presidio Militar de la Nueva España. Y tres años después, para no desatender la otra comunidad, se funda la Misión de Pueblo de Seris.

“En 1783 se funda la Misión de Pueblo de Seris, que era atendida por frailes franciscanos que llegaron a Sonora en 1778; entonces esa misión se formó con familias de la etnia Seris que llegaron de la Misión de Nuestra Señora del Pópulo, que estaba en las cercanías de San Miguel de Horcasitas, y con las familias españolas que vivían cerca, como los Noriega y Molina, y en ese momento se empieza la construcción de una capilla para ellos y se trajeron la imagen de nuestra Señora del Pópulo”.

Imagen antigua de la plaza de La Candelaria en Villa de Seris.

Nuestra Señora del Pópulo, o también conocida como la Señora del Pueblo, es una devoción a la Virgen María que nace en Italia y que allá tiene mucha devoción, muy arraigada también con los padres Jesuitas.

Así continúa hasta que en 1821 se nombra a Pueblo de Seris como un curato, es decir que ya tenía que tener a un cura asignado atender la comunidad, en este caso era Fraile Franciscano, que permanecieron así hasta el año 1833, cuando esta comunidad pasó a ser atendida ya por sacerdotes diocesanos, asignados directamente por la Diócesis de Sonora.

Fue ahí que se tomó la decisión que se ocupaba ya una iglesia en forma para atender a toda esta comunidad y fue que se comenzó a planear la edificación del actual templo.

Padre Armando Armenta, cronista de la Arquidiócesis de Hermosillo.

Parroquia de la Candelaria

El padre Armenta Montaño comentó que sería hasta el año de 1875 que concluiría la construcción de la actual iglesia en Villa de Seris, construida con pilares y vigas labradas de madera de mezquite, carrizo y mezcla de concreto y tierra. Y fue en ese momento que ya se dedicó totalmente a Nuestra Señora de La Candelaria.

“Hacia 1875 se concluye la construcción del templo actual y ya se dedica, en lugar de Nuestra Señora del Pópulo a Nuestra Señora de la Candelaria… y se empezó a formar una comunidad parroquial, había por ejemplo cofradía de la Vela Perpetua, había cofradía del Santísimo Sacramento, Catecismo y Doctrina”.

Finalmente, Monseñor Don Juan Navarrete y Guerrero decide que la iglesia de La Candelaria de Villa de Seris sea atendida por un sacerdote Capellan, es decir, que ya viva y esté dedicado a atender este templo y a su feligresía.

“Nombró por ejemplo a un capellán que fue el padre Florentino Olivas, también el padre Cruz Acuña Gálvez, que fue capellán de 1941 hasta 1951, y con el padre Cruz empieza ya una vida parroquial ya más organizada, por ejemplo, catecismo atendiendo todos los poblados que estaban alrededor, como La Yesca, El Jito y otros poblados agrícolas que ahorita ya no existen”.

En ese momento también se formó un grupo de catequistas, un teatro, se formalizó la Unión de Señores Católicos, la cofradía de la Vela Perpetua, círculos activos de señoritas y de muchachos, es decir, que toma un dinamismo parroquial.

En 195l se le construyó el techo actual.

Luego, en 1951, llegó el José Padrosa Gallardo, quien fue quien tomó la decisión, junto con toda la comunidad, de cambiar el techo del antiguo templo y hacerlo de un material que resista todo temporal y permanezca firme en su lugar.

“Él es el que cambia el techo antiguo del primer templo de 1875, que era de pilares de madera labrada de Mezquite, vigas de mezquite, tenía carrizo en el techo, mezcla y tierra, y el Padre lo que hace, junto con la gente, poner techo de concreto en la bóveda actual; fue un gran cambio”.

En 1954 llega el Padre Roberto Montaño a hacerse cargo de la iglesia y con él, en 1966, se nombra está iglesia como una parroquia y oficialmente se convierte en el primer párroco de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria de Villa de Seris.

“Entonces para un servidor es uno de los templos más antiguos de Hermosillo y de las comunidades más antiguas, con mucha tradición”.

La tradición impulsa la fe

Actualmente el templo de Nuestra Señora de La Candelaria sigue siendo una parroquia, con una comunidad de fieles muy grande y que cada vez sigue creciendo en tradición y devoción.

Es un patrimonio cultural protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y sin duda es un lugar que fue creciendo y desarrollándose junto con la ciudad de Hermosillo y todo Sonora.

“Ese arraigo tiene su raíz en la tradición de la fe, es un arraigo que viene desde decena de años y es una tradición que se ha ido manifestado y transmitiendo de generación en generación y tiene mucho potencial de evangelización, que la fiestas patronales sean un espacio de convivencia, de participación, comunión y fomentar esos valores que brotan de la fe en Jesucristo y también de solidaridad con los más pobres, la Iglesia está llamada a ser solidaria con la gente que sufre y con los necesitados”.

Por eso, es importante conocer su historia, ver cómo fue algo que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en un lugar de mucha devoción para los ciudadanos de Hermosillo y con esto también procurar protegerlo y quererlo como parte de nuestro origen, presente y futuro.

“En el fondo es la fe, la fe en Jesucristo, que se expresa en la vida comunitaria y en el deseo de crecer que la fe lleva a vivir una vida más en paz, en justicia y en solidaridad”.