La semana negra de Padrés
Por Imanol Caneyada/
Así es la política, el paraíso puede convertirse en un infierno de un día para otro; y los movimientos ciudadanos, de un ruido de fondo que puede callarse con mariachi, en un verdadero dolor de cabeza.
La semana negra de Padrés empezó el jueves 10 de enero, cuando el movimiento ciudadano No Más Impuestos lo orilló a salir en público y explicar por qué en la propuesta de Ley de Ingresos había un impuesto para el fortalecimiento municipal aplicado a los automóviles y cómo es que los servicios de gobierno aumentarían en el 2013 hasta un 200%.
Cuando llamó malnacidos a quienes se habían manifestado en contra y amenazaban con boicotear la Serie del Caribe y el FAOT, y redujo a los inconformes a un porcentaje no mayor del 14%, en lugar de calmar las aguas, el Gobernador de Sonora parece que azuzó el fuego que, si pretendían rescoldo, llegó a llamarada viva.
Padrés pidió disculpas a los sonorenses: “No fue mi intención ofender a nadie. Si alguien se sintió agredido tengo la humildad y los pies en la tierra para ofrecerles una disculpa”, publicó en su cuenta de Twitter.
La semana negra de Padrés también tuvo fuego amigo; en su cuenta de Twitter, el gobernador saliente de Jalisco, el panista Emilio González, escribía: “Hemos invertido 50 mil mdp en infraestructura. Sonora cuánto?”. Posteriormente, en otro tuit, el polémico mandatario pediría disculpas.
El miércoles 16 de enero, la semana negra de Padrés tendría un remate amargo.
Todo empezó cuando el secretario de Gobierno, Roberto Romero, entró en contacto con una de las líderes del movimiento No Mas Impuestos, Rebeca Villanueva, y le propuso una reunión ejecutiva con veinte miembros de la agrupación.
La cita era a las 17:30 horas en el Palacio de Gobierno. A las puertas del recinto llegaron alrededor de un centenar de integrantes de No Más Impuestos. Al principio, Manuel Villegas, secretario particular de Romero, vía telefónica, trató de convencer a Rebeca de que únicamente veinte integrantes accedieran al Palacio de Gobierno; la respuesta de los asistentes fue que si no bajaba en quince minutos se iban. Pasado el tiempo apareció en las escaleras quien había fungido como enlace entre el secretario y la líder y le recordó que el acuerdo original era que sólo una veintena de representantes de No Más Impuestos estuvieran presentes en la reunión.
El estira y afloja duró hasta que un enviado del funcionario encargado de la secretaría de Gobierno le instruyó a Villegas de que los dejara pasar a todos, incluido el enjambre de periodistas que se había dado cita en la Plaza Zaragoza.
Por falta de espacio, el encuentro se llevó a cabo finalmente en el patio del edificio.
Y fracasó.
Roberto Romero expresó que la intención era mantener una reunión ejecutiva en la que se estableciera una agenda de diálogo al que, posteriormente, acudiría el gobernador.
Las distintas voces del movimiento le exigieron aclarar cuál era la propuesta del Gobierno del Estado; a lo que Romero respondió que la medida de subir y crear impuestos respondía a la necesidad de enfrentar la enorme deuda que Sonora había contraído con gobiernos anteriores. Pero que esperaban una propuesta del movimiento ciudadano en donde les plantearan cómo subsanar los pagos a la deuda, con el fin de analizarla y darle seguimiento.
En ese momento, el precario y tumultuoso intercambio de posturas y opiniones terminó.
Los integrantes de No Más Impuestos abandonaron el patio y se reagruparon en el kiosco de la plaza Zaragoza; allí ofrecieron una improvisada rueda de prensa en la que reafirmaron su postura de no a la tenencia disfrazada; mientras que para los otros impuestos, algunas voces proponían su eliminación y otras un aumento moderado conforme a la inflación.
De igual forma, algunos miembros del movimiento consideraban que ellos eran el pueblo y no tenían por qué hacerles la chamba a quienes recibían un salario por hacerla.
Otros ponderaron la posibilidad de articular una propuesta detallada.
La rueda de prensa terminó con la promesa de que discutirían al seno del movimiento ambas posibilidades y la promesa reiterada de que si no eliminaban la tenencia, boicotearían la Serie del Caribe y el FAOT.
Por su parte, Roberto Romero, contra toda evidencia, externó que sí veía fructífero este primer acercamiento y que esperaba que hubiera más.
La semana negra de Padrés podría terminar este jueves 17 de enero con un Congreso que le dé la espalda, un Congreso que podría abrazar el proyecto del diputado perredista Carlos Navarro, en el que propone derogar varios artículos de la Ley de Ingresos, entre ellos, los referentes al impuesto conocido como COMUN.
De momento, quienes pensaron que el movimiento No Más Impuestos sería una llamarada de petate, se equivocaron.