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Posible escalada de violencia tras captura de líder zeta

La captura del máximo líder del violento cartel de las drogas de Los Zetas mantiene en alerta a las autoridades ante posibles reacciones del grupo, en momentos en que expertos advierten que el descabezamiento de ese tipo de grupos llega a traducirse en hechos de violencia.

El vocero del gobierno federal mexicano para temas de seguridad, Eduardo Sánchez, dijo el martes a The Associated Press que aunque «es difícil predecir» alguna reacción específica por la detención del presunto capo Miguel Angel Treviño Morales, «tenemos que estar alertas».

Treviño Morales, alias el «Z 40» y considerado el máximo líder del cartel de Los Zetas, fue capturado la madrugada del lunes en un camino de terracería al suroeste de la ciudad fronteriza norte de Nuevo Laredo en una operación de la Marina mexicana, apoyados con un helicóptero de la corporación que hizo una maniobra para detener la camioneta pick-up en la que viajaba con dos presuntos cómplices.

«El helicóptero bajó casi al nivel del piso», refirió Sánchez. «Creo que se puso arriba (de la camioneta) y luego enfrente», añadió.

Luego de que la camioneta se detuvo otros marinos llegaron por tierra y lo detuvieron junto con dos hombres, un presunto escolta y un contador.

Dos de los hombres se tiraron al piso y uno más intentó huir, aunque Sánchez dijo no saber cuál de ellos quiso escapar.

El portavoz evitó mencionar el número de marinos que participaron en la operación y sólo dijo que se trató de miembros de las fuerzas especiales en la que no se hizo un solo disparo. A ellos se les decomisaron dos millones de dólares en efectivo, ocho armas largas y cerca de 500 cartuchos.

Miguel Angel Trevino Morales, Ernesto Reyes Garcia, Abdon Federico Rodriguez Garcia
En esta imagen combinada de tres fotografías distribuída el martes 16 de julio de 2013 por la Armada de México aparecen el líder del cartel de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales (centro), Ernesto Reyes García, (izquierda) y Abdon Federico Rodríguez García (derecha) tras ser capturados en México. (Foto AP/Armada de México)

Treviño, de 40 años, y sus presuntos cómplices fueron trasladados el mismo lunes a las instalaciones de la Procuraduría General de la República en la ciudad de México.

«Lo que vemos más característico de este individuo y de su grupo es la violencia y la crueldad con la que se desenvolvían», comentó el portavoz.

Sánchez dijo que la aparente explicación de por qué el presunto capo no se defendió pese a que llevaba armas en el vehículo, es que «no se lo esperaban».

«Ellos hacían estos movimientos (de traslado) en la madrugada precisamente porque estaban totalmente seguros de que estaban seguros, tranquilos», añadió.

A diferencia del gobierno anterior del presidente Felipe Calderón (2006-2012) que solía presentar ante la prensa a presuntos narcotraficantes junto con el armamento y el dinero decomisado, la administración actual del mandatario Enrique Peña Nieto decidió desde que entró al poder en diciembre que no lo haría más, en un intento por evitar hacer propaganda a criminales.

El anuncio de la captura de Treviño fue hecha en una conferencia en la que estuvieron cinco funcionarios federales, incluido Sánchez, y en la que sólo se mostraron algunas fotografías del presunto capo y los otros dos detenidos, además de un mapa que indicaba el lugar de la operación.

También en coincidencia con su política de comunicación de no referirse a las personas por sus alias, Sánchez sólo se refirió a Treviño por su nombre y no mencionó en ningún momento el apodo de «Z 40» o que era el líder de Los Zetas.

La Marina divulgó posteriormente un video en el que se ve a Treviño ingresar a las instalaciones de la Procuraduría. El hombre camina sin esposas. El vocero del gobierno dijo que aún investiga el motivo por el que no estaba esposado.

Sánchez dijo que el presunto capo había asumido un bajo perfil en los últimos meses, por lo cual solía trasladarse de un lugar a otro en las madrugadas, por caminos rurales y con poca gente.

Treviño asumió el liderazgo de Los Zetas tras la muerte del anterior cabecilla Heriberto Lazcano Lazcano a finales del 2012.

«Algo que ocurre con los delincuentes que por su captura se ofrecen sumas millonarias, como es el caso de este señor, lo primero que hacen es aislarse un poco, por miedo a que su misma gente lo traicione», comentó.

El gobierno mexicano ofrecía el equivalente a unos 2,3 millones de dólares por información que llevara a su captura, mientras que Estados Unidos había puesto una recompensa de cinco millones de dólares.

Los Zetas se crearon por desertores de fuerzas especiales del ejército mexicano en la segunda mitad de la década de 1990 y comenzaron como el brazo armado del cartel del Golfo, aunque a principios de 2010 las autoridades reportaron un rompimiento.

Desde entonces, Los Zetas se convirtieron en un cartel en sí mismo y que además del tráfico de drogas amplió sus actividades a la extorsión, el secuestro de migrantes y la piratería de bienes. Sus tentáculos se extendieron a varios estados mexicanos y Centroamérica, particularmente Guatemala, donde ha sido señalado de diversos hechos de violencia.

Edgardo Buscaglia, experto en crimen organizado, dijo que la experiencia internacional muestra que con la captura de líderes de ese tipo de grupos «se corre el peligro de mayor atomización y más violencia extrema de conflicto armado» si no se atacan también los negocios con los que se financian.

mapa bbc
BBC publica la geografía del narcotráfico en México. (Click en la imagen)

Los Zetas siguen activos en Nuevo Laredo, el estado fronterizo cercano de Coahuila, el estado de Veracruz en el Golfo de México, partes del centro del norte de México y Centroamérica, aunque el arresto de Treviño Morales significa que la banda se ha convertido en «una operación de franquicias y no una organización vertical», opinó George Grayson, experto en los Zetas y profesor en el College of William & Mary.

Fue el mayor golpe asestado contra un jefe del hampa durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que ha luchado para reducir los elevados niveles de violencia.

«Es un paso más en la destrucción de los Zetas como una organización coherente e identificable», dijo Alejandro Hope, ex miembro del servicio de inteligencia nacional de México. «Todavía habrá personas que se llamen Zetas, bandas de individuos que mantengan el mismo modus operandi. Habrá peleas por el control de redes ilegales».

El vocero de seguridad del gobierno mexicano dijo que una vez que la Procuraduría determine los cargos que le imputarán y según el juez que le corresponda llevar el caso se determinará el penal federal en el que será internado.

Las autoridades mexicanas han buscado fortalecer en los últimos años la seguridad en los penales federales, sobre todo luego de que en 2001 se escapó de uno de ellos Joaquín «El Chapo» Guzmán, considerado el líder del Cartel de Sinaloa y el más buscado tanto en México como en Estados Unidos.

Aunque en los últimos años ha habido diversas fugas y peleas en prisiones estatales atribuidas a internos acusados de pertenecer a carteles de las drogas, regularmente con altos niveles de corrupción, en los penales federales de máxima seguridad no se han reportado ese tipo de incidentes.

Los Zetas son señalados de algunas de las peores atrocidades en los últimos años, como el asesinato de migrantes y el incendio de un casino con docenas de personas dentro.

Treviño es señalado por las autoridades de haber ordenado el asesinato de por lo menos 265 migrantes.

AP

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