Crisis en el HIES, ni suturas para operar
Por Rigo Gutiérrez E./
El Hospital Infantil del Estado de Sonora atraviesa por una de sus mayores crisis en sus más de 17 años como parte de los Servicios de Salud estatal. El desabasto de materiales de curación pone en riesgo la vida de los menores que, a diario llegan hasta este lugar —ya sea de urgencias o por ser la única posibilidad de servicio médico—. Las autoridades al interior tienen conocimiento de la crítica situación, pero poco les importa y hacen oídos sordos.
Primera Plana tuvo acceso a documentos donde el mismo personal, le pide a la dirección administrativa a cargo del C.P. Manuel Alberto López M. les surtieran de todo tipo de implementos para realizar labores en los cuatro quirófanos de la clínica.
“Por medio de la presente se le envía a usted relación de faltantes de SUTURAS MARCA ETHICON que se usan para las intervenciones quirúrgicas que se realizan diariamente en todos los turnos, se han estado solicitando al almacén Gral. y no han surtido por no haber en existencia, ya que esta marca es la que solicitan los cirujanos. Esta cantidad que se le está solicitando es para 15 días”, señala un informe que se le envía al Administrador del HIES. Donde se puede apreciar una larga lista con todas las características requeridas.

Pero la respuesta en los almacenes fue que no había suturas para cerrar heridas. Y aunque los documentos observados tienen fechas de septiembre, esto es recurrente desde el pasado mes de abril.
Médicos consultados —solicitaron anonimato por temor a represalias—, confirmaron el escenario. Narran que hay días que llegan familias de zonas serranas con sus niños ya programados para una intervención quirúrgica pero al no tener las condiciones sólo les dicen que es imposible entrar y los reprograman. Alargando a veces, no solo tiempo, sino el dolor del pequeño paciente.
Pero postergar las fechas no es un “borrón y cuenta nueva”, detrás hay todo un esfuerzo de las familias que dejan en manos de la institución la salud del menor. Recorrer estas fechas, como en el caso de niños con algún tratamiento por cáncer, significa que a la vuelta de dos o tres meses su cuadro clínico será totalmente distinto.
Otro doctor del HIES también hace referencia a la calidad del material que recientemente abastecen. Refiere que nunca habían tenido problemas de ningún tipo, pero a fechas recientes surten de implementos que, a decir de ellos, incluso pueden poner en riesgo la vida de los pacientes.
En este sentido, recuerda el caso de un menor al cual le habían practicado una operación por peritonitis —inflamación del peritoneo, tejido que recubre la pared interna del abdomen—. Para esto emplearon las suturas que les habían surtido pero no resultaban. Hasta en cuatro ocasiones tuvieron que operar. El problema es que pusieron en peligro al menor, debido a que de haberse dejado sin observación, le hubieran provocado mayor complicación dañando más órganos internos.

El efecto en cadena provocado por el desabasto de material también ha generado un ambiente de incertidumbre desde los enfermeros, pasando por médicos y hasta llegar a los titulares de las diversas áreas de atención pediátrica. Nadie está dispuesto a arriesgar vidas y ya lo han informado al director del Hospital, Dr. Luis Antonio González.
Sin embargo, a decir de González, tras ser cuestionado por los medios de comunicación ante el desabasto de material, respondió que no existía tal problemática e incluso presumió del trabajo del HIES. Una realidad lejana al hospital público que dirige.
Los riesgos del área de neonatología
Cabe recordar que apenas hace dos meses, en este semanario en la edición No. 2222, también informó sobre el grave peligro que corrían los bebés prematuros que permanecían internados en el HIES, debido al mal funcionamiento de incubadoras en el área de neonatología.
Entonces era el dirigente del Sindicato de los Empleados de los Servicio de Salud, médico cirujano, Carlos González Méndez, quien advertía que 20 de estos aparatos que fueron comprados por la Secretaría de Salud presentaban cortos circuitos. La dependencia estatal permaneció en el mutismo ante los señalamientos.