«La Reina del Pacífico» queda libre tras 8 años presa
Tras pasar ocho años en prisiones de Estados Unidos y México, la narcotraficante mexicana Sandra Ávila Beltrán, conocida popularmente como La Reina del Pacífico, quedó en libertad, tras una resolución judicial que, según la Fiscalía mexicana, no admite recurso alguno.
Ávila Beltrán abandonó la prisión del estado de Nayarit en la que estuvo los últimos meses, horas después de que el Tribunal Segundo Unitario en Materia Penal de Jalisco tuviera que revocar la sentencia por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, después de que se interpusiera un recurso de apelación.
A través de un comunicado, la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) informó que el viernes se revocó esta sentencia ya que Ávila Beltrán «ya había sido juzgada por el mismo delito, tanto en México como en el extranjero».
Por tanto, ordenó su «inmediata libertad» y explicó que esta resolución no admite recurso alguno, por lo que la libertad de este popular personaje será definitiva, tras haber pasado solo ocho años en prisión.
Según publicaciones de la prensa local, Ávila Beltrán fue recibida por sus familiares en el penal y juntos abandonaron el centro penitenciario a bordo de varias camionetas.
Nacida en 1960 en el estado mexicano de Baja California, Ávila Beltrán es sobrina del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, alias El Padrino, y se considera la inspiradora del personaje protagonista de la exitosa novela «La Reina del Sur», del escritor español Arturo Pérez-Reverte.
Mujer exhuberante y coqueta, su popularidad es tal que tiene incluso un narcocorrido, composiciones tradicionales del norte de México en las que se exaltan las acciones de las mafias de la droga, que le compuso en 2004 el grupo Los Tucanes de Tijuana.
Ávila Beltrán vivió y operó en la zona norte de México, en los estados de Jalisco y Sonora, hasta que la policía encontró más de nueve toneladas de cocaína en un barco en el puerto Pacífico de Manzanillo, Colima.
Por ello fue detenida en 2007, acusada por la PGR de introducir al país varias toneladas de cocaína junto con su expareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, alias «El Tigre».
A finales de 2010 un juez mexicano la absolvió de los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, pero la retuvo para ser extraditada a Estados Unidos, lo que sucedió en agosto de 2012.
Ávila Beltrán fue entregada a las autoridades estadounidenses en cumplimiento del acuerdo de extradición y, en julio de 2013, la Corte Federal para el Distrito Sur de Florida (EE.UU.), dictó sentencia condenándola a una prisión de 70 meses.
Durante su defensa, en todo momento alegó que nunca estuvo involucrada en el narcotráfico, solo apoyó a su novio. De hecho, Ávila Beltrán se declaró culpable de brindar «asesoramiento» y ayudar a huir a su expareja sentimental.
La Reina del Pacífico quedó, sin embargo, en libertad al computársele como parte de la pena el tiempo en que estuvo encarcelada en México.
Tras esto fue repatriada a México en agosto de 2013 y de nuevo encarcelada para enfrentar a la Justicia por cargos de lavado de dinero, proceso que fue suspendido por haber sido extraditada al país vecino.
El 5 de septiembre de 2014, fue condenada a cinco años de prisión y mil días de multa por ser penalmente responsable en la comisión del delito de operaciones de procedencia ilícita y fue recluida en el Centro Federal de Readaptación Social, en el estado de Nayarit, que anoche abandonó definitivamente.
EFE