“Urge romper el círculo vicioso corrupción-impunidad porque está destruyendo al país”: Lamarque
Por Imanol Caneyada/
Primera Plana propone a sus lectores durante esta campaña electoral una serie de entrevistas con los candidatos a puestos de elección popular, con el objetivo de conocerlos más profundamente desde su lado humano y político. Iniciamos con Javier Lamarque, candidato a la gubernatura por MORENA
¿Cómo se define Javier Lamarque en tanto ser humano, más allá del personaje público?
Me defino como un humanista. Un hombre que ha construido una conciencia social a partir de caminar la vida y confrontar la realidad de manera cotidiana, en donde he descubierto, desde mi infancia, la desigualdad, la falta de oportunidades. Una realidad muchas veces cruel, de injusticia, de inseguridad, y la necesidad de ir avanzando en la construcción de una sociedad democrática, progresista, justa.
¿Usted recuerda en qué momento tuvo conciencia de la necesidad de construir una nueva realidad social y decidió participar vía la política u otro medio?
Desde niño tuve la sensibilidad de las carencias de los otros, pero propiamente el compromiso y la conciencia social se despiertan en la primera juventud, a los 17 o 18 años, a partir de una vivencia muy concreta. Yo entré a trabajar a los 18 años a una maquiladora en Nogales. A los 19 años ya era supervisor, tenía a mi cargo unos 140 personas, mayoritariamente mujeres. Y comencé a darme cuenta de las injusticias que sufrían como trabajadoras. Y a pesar de ser supervisor, me fui comprometiendo con ellas, apoyé un movimiento para reivindicar ciertos derechos y el logro de ciertas prestaciones, hasta que me despidieron. A partir de ese momento adquirí un compromiso con la lucha social, no tanto en el ámbito partidista, se trataba de un compromiso abierto. Participé en el movimiento campesino, sindical, popular y en la lucha democrática en el ámbito académico. También tuve una influencia temprana del pensamiento cristiano en el marco de la teología de la liberación. Mi participación político partidista empezó a darse varios años después. Fue así que me involucré en la fundación del PRD a nivel nacional y en Sonora, fue dirigente municipal y estatal, y llegué a ser presidente municipal de Cajeme con este partido.
¿Es posible en una carrera política como la que usted tiene dejar de ser por un momento el personaje público y convertirse en el esposo, el padre de familia, el hombre de la calle con contradicciones, errores, dudas pasiones? ¿Existe también esa persona o llega un momento en que desaparece del todo para ser permanentemente el personaje público?
Ciertamente la política es muy apasionada y exigente, pero todavía no he aprendido a desdoblar esas dimensiones de mi vida. Reconozco que he sacrificado una parte importante de mi vida familiar, sin embargo ahí están las dos dimensiones, presentes. A veces estoy en una reunión y me habla mi hija. Papá, ven por mí a la escuela. O me habla un hijo para un asunto o tengo un compromiso con mi esposa y unos amigos, por lo que trato de estar conciliando todo el tiempo esos dos aspectos, de que haya una armonía, ahí estamos permanentemente. Soy un candidato que va por su hija a la escuela, que acompaña a su mujer a hacer la despensa o que llega a comprar un pollo porque no hubo tiempo de hacer la comida.
Ya si nos adentramos en el personaje púbico, ¿cómo vivió usted este alejamiento y ruptura con el PRD y este sumarse a MORENA? ¿Cómo fue ese proceso y por qué?
Cuando yo salgo de la presidencia municipal de Cajeme me fui a trabajar a Baja California con el gobernador Leonel Cota. Después me fui al DF a trabajar como asesor del gobierno de la Ciudad de México con Andrés Manuel López Obrador, ahí me hago parte de su equipo cercano, por lo que me incorporo a la campaña del 2006. Coordino la I circunscripción electoral, que en aquel tiempo comprendía ocho estados. Sucedió lo que ya sabemos, el fraude, y seguimos trabajando en lo que fue el Gobierno Legítimo.

En el 2010 participo en la fundación del Movimiento de Regeneración Nacional, en ese momento había alejamiento del PRD pero no ruptura; llega la elección de 2012, y dada la actuación posterior del PRD, decidimos romper con el partido. ¿Qué sucedió en ese momento?, algo que ya venía dándose de hace mucho, desde el año 2000: un progresivo alejamiento del PRD de sus principios fundadores. Empezó a olvidarse de la justicia, la democracia, la cercanía con la gente, la austeridad de una vida republicana y se empezó cada vez más a configurarse como un partido al que mucha gente llegó para hacer negocio, para beneficiarse personalmente. Y después de la elección del 2012, los dirigentes del PRD deciden sentarse a negociar en la mesa con Peña Nieto, un hombre que se aprovechó de las necesidades y la ignorancia de la gente para comprar los votos, que llegó de una manera ilegal, y se sientan a la mesa a pactar en contra de México, un pacto que ha permitido las reformas que han socavado gran parte del patrimonio nacional. Totalmente en contra de los intereses del pueblo mexicano por los cuales luchamos durante tantos años. No rompemos con su militancia, sino con la dirección. Por eso decidimos convertir MORENA en un partido político.
¿Su principal enemigo es el PRD en estas elecciones? ¿No está divido el voto duro de la izquierda sonorense al haber dos opciones?
No tengo enemigos, sino adversarios políticos. Y no considero al PRD como mi adversario a vencer. Yo me centro en el PRI y en el PAN, ellos son mis verdaderos adversarios, porque son los que realmente subordinan y tienen el dominio de un sistema como el que vivimos. En cuanto al PRD, trato de no meterme con ellos; te puedo decir que mucha de la militancia perredista está acercándose a nosotros, pero no es mi propósito. Yo hago un llamado a la sociedad sonorense para despertar su corazón y su conciencia. Creo que el voto de la mayoría de los mexicanos no es ni de izquierda ni de derecha, es un voto abierto que responde a las circunstancias y a la propuesta. Mucha gente que vota por el PAN ni siquiera es de derecha. El voto que más se aplica es el de conveniencia, el de necesidad y el de ignorancia. Nosotros no ofrecemos nada en términos materiales, ni despensas ni cobijas; ofrecemos un proyecto, una esperanza, una alternativa para cambiar las cosas.
¿Se puede ganar en Sonora una elección a gobernador sin comprar el voto, sin acarreados, sin operadores del voto, teniendo en cuenta que hay un alto porcentaje del electorado que por sus circunstancias económicas necesita esos 300 pesos o esa despensa?
Por supuesto que se puede ganar sin eso. Ese no es el problema. Y te voy a decir en qué baso mi opinión. Cuando yo era candidato a la alcaldía de Cajeme, se acercó conmigo una amiga que era priista y me dijo que la que era primera dama en ese momento se había llevado al candidato del PRI a la colonia Cajeme para repartir cobijas. Te lo digo para que no te dejes. Denúncialo o tú también haz lo mismo, me dijo. Le pregunté cuántas cobijas creía ella que habían repartido. Muchas, unas trescientas. ¿Cuánta gente hay en la colonia Cajeme?, le pregunté. Unas 10 mil gentes. Mira, le dije, tengo 9,700 personas encabronadas porque no les repartieron cobijas. Por más que tengan y repartan, no van a poder darle a todo el mundo. ¿Cuál es mi problema? Mi problema es darme a conocer, porque si no te conocen, por buena que sea tu propuesta, no van a votar por ti. El resultado de esto es que la gente más necesitada va a votar por el PRI o por el PAN, y la más crítica, la más molesta, no va a votar porque no va a ver una alternativa ni le va a encontrar un significado a su voto.
Entiendo entonces que está buscando el voto de toda esa gente que está molesta, harta con la forma en que se ha hecho política hasta ahora? ¿Busca el voto de castigo?
Ese, pero también el voto duro. Mira, yo no tengo ninguna duda de que si los y las sonorenses conocieran mi propuesta, si pudiera llegar a todos con mi planteamiento, ganamos, no tengo duda que ganamos. El problema es que todo está copado, ves las calles, los edificios, los espectaculares, los medios de comunicación repletos de propaganda. Ni el candidato del PAN ni la del PRI conoce mejor que yo Sonora. Pero estoy seguro que los conocen más a ellos. Están en la televisión todo el día, en los espectaculares, tienen brigadistas pagados que reparten volantes, esto durante años. Pero yo voy a buscar la manera.
¿Cómo le va a hacer?
Dividí mi campaña en tres etapas. La primera, Cara a cara para cambiar Sonora. Voy a recorrer todos los municipios de Sonora, sobre todo los pequeños, tres o cuatro por día. Voy a ir por las plazas, los mercados y las calles durante una hora saludando gente y entregándole mi propaganda en la mano. Después, un mensaje político en la plaza pública. Si tengo una gente, a una gente le hablo, si tengo mil, a mil. Y así al siguiente pueblo. La segunda etapa es De punta a punta para cambiar Sonora. Ésta consistirá en recorrer el estado de norte a sur visitando las cabeceras distritales. San Luis, Caborca, Nogales, Hermosillo, Guaymas, Obregón, Navojoa, de uno a cinco días, dependiendo de la población. La tercera etapa es Diálogo y compromiso para cambiar Sonora ya; hablo de unas doscientas organizaciones de mujeres, jóvenes, profesionistas, campesinos, obreros con los que voy a platicar, a escuchar sus demandas, a ofrecerles mi planteamiento político.

Mi equipo de campaña es mi chofer, mi esposa y yo en un carro y otro carro de avanzada con dos o tres personas más, es todo. Lo que es importante señalar es que no hay partidos grandes ni chicos, hay partidos pobres y ricos. No importa que pertenezcas a un partido pobre, entonces hay que meterle imaginación. Mi arranque de campaña fue posicionar los tres temas que preocupan a los sonorenses: la economía, la corrupción y la inseguridad. El primer tema lo posicioné en Nogales, el segundo en Hermosillo y el tercero en Cajeme. Mi esposa y yo recorrimos todo el estado en un día, ése era mi equipo de campaña. Con eso basta. Es un abuso lo que hacen al gastar esas millonadas en la campaña electoral para un pueblo que sufre de pobreza y falta de bienestar.
Creo yo que el gran tema en esta campaña es la corrupción; aquí en Sonora y en todo el país es ya escandalosa, desbordante, ofensiva, indignante. Es un tema que salpica a toda la clase política, sin importar el partido. Un tema gravísimo del que se desprende la inseguridad, la falta de crecimiento económico, todos los problemas que tenemos. ¿Cómo no ser salpicado por esto y qué propone para erradicar la corrupción y la impunidad?
Como tú dices, es un problema gravísimo. Corrupción e impunidad forman un círculo vicioso. Si robo y no me pasa nada, pues robo más, y el que viene detrás de mí roba porque no le pasa nada y no me pasa nada porque robo. Tenemos urgentemente que romper con ese círculo vicioso porque está destruyendo al país, a nuestras familias, a toda la sociedad, la está corrompiendo y por supuesto que su expresión más desbordada se da en la política. Nos salpica a todos porque a los corruptos les conviene que nos salpique a todos, Si yo me enlodo, trato de salpicar a los que están lejos para que no me vean a mí nada más. Todos son iguales, la gente se desencanta, pero no es así. Mi campaña va a ser muy austera, muy básica. El PRI y el PAN se gastan en medio día lo que yo voy a gastar en toda la campaña. No voy a hacer compromisos con nadie y menos con dinero sospechoso, eso es fundamental. Cuando fui alcalde de Cajeme recibí ofrecimientos, por supuesto, pero no acepté. Esa línea de austeridad la llevaré al gobierno. Hay que ciudadanizar los controles y la vigilancia del uso del dinero público. Quiero integrar un consejo formado con gente de reconocido prestigio, elegido de propuestas ciudadanas y públicas, transparentes, que revise con lupa la actuación del gobierno y que castigue si hay irregularidades, es muy importante que haya castigo a la corrupción. Lo hice con el contralor municipal cuando fui alcalde de Cajeme. Porque es una burla que los gobernantes pongan a un subordinados en los puestos de fiscalización.
De hecho, no importa qué tantas instituciones, organismo y consejos fiscalizadores haya mientras los ocupen empleados de los gobernantes.
Por supuesto, y que las leyes sean tan laxas y ambiguas. Eso es una burla. Por eso mandaremos iniciativas de ley en serio al Congreso para crear instituciones y marcos normativos que realmente ataquen la corrupción desde la vigilancia y el castigo.