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¿Están preparadas  las mujeres para gobernar?

Por Mtra. Olga Haydeé Flores V./

Hombres y mujeres hacemos política desde nuestra conformación ética y moral, pero también es una realidad que las mujeres ejercemos el liderazgo y decisiones de manera distinta

La sociedad de Sonora con su voto decidió que estábamos listos para una gobernadora.

Se insiste y persiste la pregunta ¿Están listas las mujeres para asumir el ejercicio de gobierno de primer nivel?

Por supuesto en Sonora existen mujeres con experiencia, con preparación académica, fogueadas en negocios, académicas y políticas con dotes de liderazgo.

Los comentarios que se escuchan en ciertos círculos políticos de que no hay mujeres o el reto de cita nombres de mujeres que puedan asumir responsabilidad de gabinete, son por supuesto sesgos y temores de una persistente, vieja y desigual construcción social que concibe a las mujeres como objetos, como entes a satisfacer a otros (esposo–hijos) y donde se valora y se fija la autoridad exclusiva en el varón, el padre y de ahí se construye la idea del poder político, económico, social y erótico, solo en la figura del hombre.

La realidad es otra y es que a pesar de la prevalencia de grupos atravesados, (afortunadamente cada vez menos), por segmentos machistas y discriminatorias, porque en pocos años las mujeres pasamos de no tener educación formal a llenar las aulas universitarias y en cerrar la brecha educativa y cerrarla con saldo favorable, ya que los números fríos dicen que las mujeres ocupan los mejores resultados escolares.

Votamos desde 1953 pero en política seguimos peleando por ampliar nuestra participación en los espacios de decisión pública porque se insiste en la muletilla de tener que demostrar que somos capaces.

En esta contienda del 2015, la paridad, no fue concedida, hubo que pelear palmo a palmo. Muchas mujeres, aun las militantes partidistas  y políticas pensaron que la paridad se daría en automático. Grave error, y ahí está la historia, los foros, las entrevistas con dirigentes de los partidos políticos, los desplegados, los juicios de derechos políticos que mujeres de la sociedad civil emprendieron y sostienen en defensa de la aplicación de la paridad.

Aun con el jalón logrado, dice la ONU que “al ritmo del progreso actual necesitaremos 30 años para lograr el equilibrio ante hombres y mujeres en los puestos de decisión”. Es verdad que las mujeres se nos mide con una mirada de poca confianza, se ha insistido tanto en que la sociedad nos perciba como influenciables, emocionales, abnegadas y débiles, y por otro lado en clichés positivos, como las más honestas, organizadas y compasivas. Pero tenemos ejemplos reales: Indira Gandhi, Michelle Bachelet y también a Cristina Fernández y Dilma Russeff.

La verdad es que hombres y mujeres hacemos política desde nuestra conformación ética y moral, pero también es una realidad que las mujeres ejercemos el liderazgo y decisiones de manera distinta y que esa diferencia, no se opone sino que se complementa por lo que enriquece y favorece a una política incluyente e igualatoria.

Durante la campaña electoral insistentemente me preguntaron si votaría por Claudia por ser mujer. No votaría por una mujer solo por serlo. Voté por una política y por su proyecto de transparencia y honestidad que ofreció, por una mujer que aspiro a que garantice un Sonora mejor y donde la gobernante sea una promotora activa de los derechos humanos y de una vida de bienestar y prosperidad para el estado.

Y dejo de preocuparme si estamos listas las mujeres; e ignoro las críticas o la falsa polémica si gobernará con pantalones o faldas… ¡Yo creo totalmente que se puede con faldas! ¿Qué no basta con ser mujer para tener carácter? y me remitiré a juzgar a las mujeres como políticas por sus acciones y resultados.

Para hombres y mujeres no hay momentos perfectos, debe haber capacidad, profesionalismo, ética de servicio y respuesta a los verdaderos soberanos de la democracia: “Los ciudadanos, nosotros los electores”.

*Mujeres en Plural de México. Red de Mujeres Plurales de Sonora.