Ebrios inundan corralones de Hermosillo; prefieren abandonar sus autos
Por Guillermo Saucedo/
De cada diez carros que son retenidos a conductores punibles, siete son recuperados, el resto poco a poco van sobrepoblado los distintos depósitos de autos en la ciudad
En Hermosillo, desde hace algunos años ha persistido una problemática dentro de los tres corralones municipales que hoy en día se encuentran operando, y es que existe una gran población de automóviles, debido a que sus dueños han decidido dejarlos en el olvido.
La principal razón por la que la ciudadanía toma tal decisión, es por la alta cuota establecida para sacar el automóvil del corralón, ya que además de los 53 pesos diarios por almacenamiento, se suma el costo de la grúa que lo mínimo oscila entre los 350 pesos, sin olvidar las multas a las que se haga acreedora la unidad.
En el corralón “Redimensiones”, al oriente de la ciudad, el encargado de liberación de autos, Benjamín García, comentó que el depósito de carros en el que se encuentra de encargado es por conducción punible.
“En este corralón hay un aproximado de 750 carros almacenados por conducción punible, la principal razón por la que la gente decide dejarlos durante mucho tiempo es porque no tienen dinero para sacarlos, ya que hay algunos que tienen multas hasta por 8 mil pesos”, comentó.
En este sitio, ubicado sobre el bulevar Ganaderos, se puede apreciar todo tipo de vehículos estacionados, tales como bicicletas, carros y motocicletas, algunos son modelos recientes y ya llevan un tiempo considerable en estado de almacenaje.
Benjamín García mencionó que de diez carros que les son quitados a las personas, siete son los que rápidamente son sacados del corralón, quedando tres en resguardo, teniendo así una notable acumulación de autos cada fin de semana en los tres lotes disponibles en la ciudad.
El alto índice de autos detenidos obligó al corralón “Las Minitas” ampliar su terreno en diciembre pasado, ya que este depósito destinado para automóviles con infracciones en general llegó a su máxima capacidad.
Ante la situación, llegó el análisis del embrollo por parte la Tesorería Municipal que en ese momento estaba a cargo de Rosela Pompa Padilla, e invitó a la ciudadanía a aprovechar descuentos que se hicieron del 75 y 100 % del almacenaje, con la intención de que recuperen las unidades automotrices.
Sin embargo, personas como Sofía Mendívil deciden no sacar los automóviles del corralón, ya que en su caso, el costo de la multa era sumamente elevado, por lo que el descuento de la tarifa del almacenamiento diario no le era de mucha ayuda.
“La razón por la que dejé el carro es por lo más común: la falta de dinero, ya que a veces te sale más caro la multa que lo que vale tu coche, sin exagerar”, externó la conductora.
Cuando los automóviles llegan a tener más de tres años de almacenamiento, estos son adjudicados al Ayuntamiento para posteriormente ser subastados a precios accesibles, ya que la respuesta de los dueños es simplemente nula.
Benjamín García, como encargado de liberación de autos, comentó que nunca han llegado personas reclamando por su vehículo de una manera prepotente, ya que a pesar de los grandes costos establecidos, los conductores están conscientes de la infracción a la que se hicieron acreedores.