Por Feliciano J. Espriella/
Si uno diseña y organiza su propio viaje, lo cual en la actualidad es perfectamente factible a través de Internet, el costo puede ser mucho menor de lo que se piensa.
En diversas ocasiones, mi entrañable amigo Franco Becerra me ha sugerido después de que he regresado de algún viaje fuera del continente, que publique algo de lo que vi o viví en dicha ocasión.
Me ha parecido que resultaría de poco interés para nuestros lectores, en virtud de que en la actualidad hay muchísima información en Internet sobre todos los rincones del planeta y en especial de los lugares turísticos. No me había animado por ello a escribir nada al respecto.
Sin embargo, en virtud de que a finales de mes viajaremos al Oriente para visitar Corea y Japón, me animé a publicar algo acerca del tema, pero no para describir regiones, poblaciones o pobladores, sino para compartir un poco acerca de lo fácil y accesible que puede resultar viajar en la actualidad.
Conozco personas que desde hace varios años anhelan realizar algún viaje fuera del país o del continente, pero no se animan principalmente porque creen que es demasiado caro y estaría fuera de sus posibilidades económicas. Yo fui una de esas personas.
Es factible en la actualidad viajar a cualquier lugar del planeta
En los últimos doce años he tenido la oportunidad de viajar a varias partes del mundo en diversas ocasiones. Europa, el lejano oriente, América del Sur, a varias de las más importantes ciudades de la Unión Americana, así como al sureste del país y algunos otros atractivos destinos turísticos de México.
Lo he hecho, naturalmente, con mi compañera desde hace 15 años, Luz María Córdova, quien desde hace cuatro décadas es una viajera incansable. Anteriormente había viajado en algunas ocasiones a una buena cantidad de ciudades de la república y algunos lugares de Arizona y California en la Unión Americana. Nunca había salido del continente y ni siquiera conocía la tan cercana y popular ciudad de Las Vegas.
Ella fue quien me animó y de alguna manera me demostró que para viajar a cualquier lugar que a uno se le antoje, es cuestión sólo de tomar la decisión. Fue así como en el año de 2005 hice mi primer viaje fuera del país, a otro lugar que no fuera Estados Unidos. Visitamos Chile y Argentina, al año siguiente fuimos a Moscú y algunas importantes ciudades del norte de Europa, en 2007 a China, y posteriormente a muchos otros lugares, principalmente de Europa.
Es mucho más económico de lo que se supone
Si uno diseña y organiza su propio viaje, lo cual en la actualidad es perfectamente factible a través de Internet, el costo puede ser mucho menor de lo que se piensa.
Hace dos años, en el verano de 2014, hicimos un viaje a Europa en el que visitamos Alemania, Inglaterra, Escocia e Irlanda. Pasajes y hospedaje nos salieron alrededor de 2,500 dólares a cada uno. La estancia fue de 15 días.
Unas semanas antes, un buen amigo periodista y su esposa habían viajado también a Europa y visitado varios países, durante 19 días. Lo compraron en una agencia de viajes y el costo, según me platicó, fue de 5,500 dólares. Fueron 4 días más y aun suponiendo que los países que visitaron fueran más caros, la diferencia de alrededor de 3,000 dólares es mucha.
El año pasado decidimos pasar unas semanas en Inglaterra. Al empezar a planearlo, unos seis meses antes de la partida, comencé por estimar el costo del vuelo trasatlántico. Un viaje redondo a Londres saliendo de Tucson, Phoenix o Los Ángeles oscilaba entre 1,250 y 1,400 dólares.
Me pareció elevado y busqué opciones en las que no voláramos directamente a la capital inglesa, sino hacer el vuelo a alguna de las ciudades importantes cercanas a Inglaterra. Busqué por París, Ámsterdam, Bruselas, y algunas más, hasta que finalmente encontré que un viaje redondo de Los Ángeles a Copenhague, nos costaría 630 dólares, a lo que agregaríamos el precio del vuelo Copenhague – Londres que oscilaba alrededor de 70 dólares.
Nos salió en menos de la mitad de lo que hubiera salido volar directamente a Londres ¿El costo? Espera de 8 horas en el aeropuerto de Copenhague para tomar otro vuelo.
Otra manera de lograr viajes económicos es el hacer los traslados en la región que se visita por otro transporte que no sea aéreo. Los trenes en Europa y Oriente son alternativas excelentes, muy cómodos, puntuales, veloces y baratos.
O bien ahorrarse noches de hotel viajando de una ciudad a otra. En el viaje a Europa Nórdica, una noche la pasamos viajando por tren de Moscú a San Petersburgo, y otra la pasamos a bordo de un crucero, viajando de Helsinki a Estocolmo. Los costos en ambos casos fueron más o menos iguales a los de una noche de hotel. En avión cada tramo hubiera significado más de 200 dólares por persona.
El vuelo transpacífico en nuestro próximo viaje será de Los Ángeles a Seúl, Corea de ida y de Tokyo a Los Ángeles al regreso. Nos costó 668 dólares a cada quien, a lo que agregamos 180 dólares para volar de Seúl a Hiroshima, Japón y 230 dólares más para viajes ilimitados por tren en Japón durante 7 días. Total 1,078 dólares. No me parece muy oneroso y lo bueno fue que hicimos las reservaciones antes del disparo del dólar.
Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.