DestacadaGeneral

El presidente, los gobernadores y los alcaldes… ¿son líderes o directivos?

Por Carlos Jesús Cruz Valenzuela/

Algunos podrán ser directivos políticos, de mucho intelecto y pericia, sin embargo no les garantiza que sean buenos líderes

A través del tiempo se han realizado estudios y análisis basados en circunstancias de tiempo, características, niveles, personajes, cargos, entre otros factores, para poder definir el concepto de la palabra liderazgo, por lo que basado en lo anterior, pudiéramos entender que liderazgo es la capacidad que tenemos las personas de ejercer influencia sobre las personas; pero dicho concepto nos lleva a hacernos la pregunta sobre qué es influencia y ésta la podemos definir como la capacidad de persuadir a las personas y persuadir es la capacidad de mover la voluntad de las personas a la acción; pero ¿en qué se basan las personas para poder mover su voluntad a la voluntad de un líder? La respuesta la encontramos en la confianza y la credibilidad que se tenga sobre el que está persuadiendo en éste caso el que ejerce un liderazgo: el líder. Dicha confianza y credibilidad las genera el líder con sus hechos, su actuar, sus actitudes; entre mejores hechos ejecute el líder, mejor liderazgo tendrá.

Con la definición anterior podemos decir entonces que un líder es aquella persona que ejerce el liderazgo, el cual comienza a partir de las buenas prácticas y actitudes-hechos, así genera confianza y credibilidad, pero entonces podremos cuestionarnos: ¿un directivo, funcionario o político necesariamente es líder como normalmente le llamamos a esos personajes? ¿El presidente es líder? ¿Los gobernadores y presidentes municipales son líderes? ¿Directivos de empresas son líderes? la respuesta es lógica, esos personajes no necesariamente son líderes, no necesariamente todos ejercen influencia, ni persuaden ni generan confianza ni credibilidad ni tienen tal vez las mejores actitudes y hechos en su actuar, tal vez sí.

Los personajes antes citados podrán ser directivos políticos o empresariales, pioneros de agrupaciones, fundadores de grupos, grandes académicos, de mucho intelecto y pericia, sin embargo no les garantiza que sean un buen líder; a los directivos se les sigue no necesariamente por ser un líder, si no que primordialmente su gente le sigue porque él es el jefe, mientras que puede existir al mando del directivo un líder que sí ejerce influencia sobre los demás compañeros de trabajo y encamina su liderazgo al logro de objetivos que ha trazado el directivo. Por supuesto que deben y pueden existir directivos con liderazgo.

Algunas de las principales características de un líder pueden ser la fe que tiene en el proyecto, objetivo o meta a emprender, competencia, conocimiento de sus compañeros, respeto a la dignidad humana de aquellos, firmeza y mucha humildad.

Concluyendo sobre el concepto de liderazgo podemos decir que liderazgo es influencia, influencia es persuadir, persuadir se logra con la confianza y la credibilidad de quien pretende persuadir, y la confianza y la credibilidad se generan y comienzan a resaltar con los hechos, actuar y actitudes positivas y congruente de quien ejerce un liderazgo, se dice que “por sus frutos los conoceré” entonces la pregunta queda para el lector: ¿nos representan líderes o directivos? ¿Podemos confiar en la imagen que nos venden los políticos o en sus hechos? ¿Qué nos va generar confiar y creer en un político o funcionario, la imagen que paga para promoverse o sus hechos como persona y ser humano? ¿Qué hace falta, un líder o un directivo en nuestros gobiernos?