DestacadaGeneral

Sonora: vía crucis del migrante

Por Gerardo Moreno /

Despojos, golpizas, desapariciones, secuestros, asesinatos y discriminación, es el pan de todos los días de las personas que atraviesan territorio sonorense, en busca del sueño americano

“Me sentía una culebra tirada en el piso mientras recibía tantas patadas del policía”. Es el comentario con el que la hermana María Engracia Robles decidió englobar la situación que viven los migrantes centroamericanos que pasan por Sonora en búsqueda de llegar a Estados Unidos.

La encargada de educación desde hace ocho años de la “Iniciativa Kino para la Frontera”, un albergue ubicado en la ciudad de Nogales, Sonora y en Arizona, dedicado a la atención de migrantes que van a Estados Unidos o que son repatriados, comentó que Sonora ha decidido cerrar los ojos hacia estas personas y en vez de ayudarlas permiten que sean re victimizadas por todo tipo de maltratos, denigración y abusos; la mayoría de las veces por las mismos policías.

Los migrantes se han convertido en “mercancía”, lamenta la activista María Engracia Robles, de “Iniciativa Kino para la Frontera”.
Los migrantes se han convertido en “mercancía”, lamenta la activista María Engracia Robles, de “Iniciativa Kino para la Frontera”.

“Los centroamericanos que logran llegar a Nogales todos decían que sufrían abusos en sus derechos, fueron golpeados, robados, les quitan sus pertenencias, y la gran mayoría comenta que fue un policía quien cometió el abuso”.

La hermana María Engracia aclaró que hay un caso típico del actuar de las autoridades en el estado donde duplican la victimización de los migrantes, por ejemplo, dijo que atendió a una joven tuvo que entregar su cuerpo a un pollero para que la llevará a los Estados Unidos, pero saliendo del motel los detuvo la policía estatal, prácticamente la secuestran, la acusan de haber secuestrado a una niña, la torturan de todas formas para que confesara y la violan en varias ocasiones.

Platicó que al final, al darse cuenta que no era la persona que buscaban, la dejaron tirada a las afueras de Nogales, donde se trasladó al albergue platicó el caso, se puso la denuncia, pero no sucedió absolutamente nada.

María Robles aclaró que los centroamericanos e incluso los mexicanos del sur del país, que tienen que pasar por Sonora para cruzar la frontera, prácticamente se han convertido en una mercancía peleada en precio de acuerdo a quienes quiere sacarle provecho. Dijo que son tres actores que los exprimen: primero las autoridades policiacas, segundo la mafia y tercero los coyotes.

Un camino incierto

En Sonora y el norte del país quienes más violan y abusan de los migrantes centroamericanos y del sur del país son las mismas autoridades y las bandas del crimen organizado, aseguró José Knippen, del Centro de análisis e investigación “Fundar”, quien en Noviembre del 2015 coordinó el proyecto “Un camino incierto. Justicia para delitos y violaciones a los derechos humanos contra personas migrantes y refugiadas en México”; realizado en colaboración con la Oficina de Washington para Asuntos de Latinoamérica (Wola por sus siglas en inglés) y siete albergues y organizaciones que defienden los derechos de los migrantes:

La “Red de organizaciones de Sonora” (integrada por Iniciativa Kino para la Frontera, en Nogales; Centro de Recursos para Migrantes, en Agua Prieta; y el Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado CAMYN, en Altar); también la casa del migrante “Frontera y Justica”, en Saltillo; el albergue “Hermanos en el Camino” en Ixtepec; “La 72, Hogar-Refugio para Personas Migrantes”, en Tenosique; y “Un Mundo, Una Nación”, en Apizaco.

En resumen, José Knippen aclaró que con este informe se constata una intensificación de políticas de control hacia la migración pero enfocada en detener y deportar a los migrantes de una manera agresiva y violando todos sus derechos humanos: “vemos que algunas autoridades son directamente responsables de cometer los abusos contra migrantes, como son las diferentes policías donde hay casos documentados de extorsión de policías federales y municipales contra los migrantes”, comentó.

Entre los resultados, destacó que a partir del programa “Frontera Sur” (implementado en 2014 por el Gobierno de la República para atender la crisis humanitaria de niños no acompañados) en el país se recrudeció la criminalización de los migrantes, de tal forma aumentó un 73% las deportaciones llegando a la cifra record de 168 mil 280 en el 2015, de los cuales se deportaron 141 mil 290, entre ellos 27 mil 500 menores.

En contra parte, en las Fiscalías especializadas (solo hay en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Coahuila, Tabasco, Campeche y Quintana Roo) solamente hay cuatro sentencias por delitos contra migrantes de un total de mil 200 denuncias interpuestas. Es decir que el migrante sufre secuestros, desapariciones forzadas, violaciones, extorsiones, robos y agresiones físicas y psicológicas, sin recibir justicia.

En este panorama, Knippen comentó que el migrante al llegar a la entidad ya sufrió todo un panorama de violencia en el sur del país y llegan en un estado de vulnerabilidad y de eso se aprovecha las mafias del crimen organizado como las diferentes autoridades.

“Las Red organizaciones de Sonora documentaron 215 casos donde el 40% fue señalada la Policía Federal como la responsable de los abusos y el 23% la Policía Municipal, otros casos menos frecuentes fueron los Policías Estatales y hasta la Policía Turística de Nogales, Sonora, y hasta la misma Procuraduría General de la República”.

José Knippen resaltó que “son tremendas” todas las adversidades que los migrantes deben sufrir y todavía sufren el abuso y extorsión de las autoridades que tienen presencia en Sonora, por eso prefieren no denunciar, aun después de haber pasado toda la odisea para llegar a Estados Unidos.

Señaló que para darle un trato digno al migrante, se puede comenzar por algo tan simple como sancionar los casos de funcionarios y agentes de la policía son señalados: “es algo tan simple que no se puede quedar en la impunidad, porque genera que se replique, deben ser investigados y sancionados”.

En Sonora se violan los derechos de migrantes

Por su parte, el padre y activista social Pedro Pantoja, encargado de la Casa del migrante de Coahuila, resaltó que el migrante al llegar a Sonora se enfrenta a que es la misma autoridad quien comente los peores abusos contra ellos.

Las corporaciones policiacas, son los que más vulneran los derechos de los migrantes, sostiene Pedro Pantoja, encargado de la “Casa del migrante de Coahuila”.
Las corporaciones policiacas, son los que más vulneran los derechos de los migrantes, sostiene Pedro Pantoja, encargado de la “Casa del migrante de Coahuila”.

“Ese cruce por el desierto de Altar es un lugar donde militares y policías federales, en las diferentes vertientes del camino, persiguen a los migrantes como perros, extorsionándolos en los retenes que ponen y quitándoles todo el dinero que traen, golpeándolos y permitiendo que los maten” comentó.

El sacerdote Pantoja resaltó que en Sonora se tienen registrados al menos 40 casos de asesinatos de migrantes en los dos últimos años y lo más grave, las mismas autoridades ocultan a los actores de estos crimines.

“Ni siquiera por la ley de atención a víctimas que hay en Sonora se ha hecho algo por resolver este problema. Y mientras tanto los migrantes se enfrentan a estos dos escenarios de terror en el noreste y noroeste del país, en Coahuila con el crimen organizado y tantas matanzas que se han presentado y aquí en Sonora con el abuso y desinterés de las policías y autoridades”.

Pedro Pantoja aclaró que cada paso que da un migrante por Sonora representa un camino por un campo minado, donde se enfrentan a despojos, golpizas, desapariciones, secuestros, asesinatos y discriminación, y dijo que todavía llegan a la frontera de Nogales y ahí deben enfrentar a la policía municipal, coyotes y todo tipo de criminalización, solo por ser pobres.

“Sonora es realmente un estado violador de los derechos de los migrantes. Y si no existieran las casas del migrante, estarían totalmente abandonados, pero nosotros no alcanzamos a protegerlos de tanta violencia que hay contra ellos y en realidad es gente en extrema vulnerabilidad”.

El Padre Pedro realizó un llamado enérgico para que Sonora y en general todo el país se convierta en un defensor de la hospitalidad y la acogida a los migrantes: primero frenando a como dé lugar, la criminalización de ellos y segundo perdiendo el asco, rechazo y negación a brindarles apoyo que en toda la sociedad existe.