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Combate a la corrupción: un barril sin fondo

Por David Figueroa/

Cómo es posible que paguemos un costo tan alto por transparentar los recursos públicos, por cuidarle la mano a los funcionarios de gobierno cuando se supone existen reglas y leyes muy claras para quien comete fraude o desvío

De 700 denuncias interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación a lo largo de 16 años por desvío de recursos públicos, es decir contra funcionarios, ninguna ha procedido penalmente hasta el día de hoy; pero el organismo de ‘transparencia’ nos cuesta a los mexicanos más de 2 mil millones de pesos al año.

Este año la ASF tiene autorizado un presupuesto de egresos de 2 mil 120 millones de pesos y el 2015 fue de 2 mil 39 millones es decir, el costo de este organismo va en aumento año con año sin embargo no se ha logrado poner tras las rejas a ningún responsable por presunto desvió de recursos en más de una década y media.

Es preocupante la información revelada por el mismo titular de la ASF, Juan Manuel Portal hace un par de días a medios nacionales: de las 700 denuncias interpuestas por el organismo a su cargo sólo 25 han sido consignadas; 18 están sujetas a amparos promovidos por los acusados; 9 bajo reserva y 12 fueron desechadas.

636 están apenas en proceso de integración… es decir en investigación para ver si procede o no la denuncia.

Conocer números fríos como estos es lo que muchas veces hace perder la esperanza al ciudadano y la fe en sus autoridades así como creer que la justicia está muy lejos de existir en nuestro país.

Cómo es posible que paguemos un costo tan alto por transparentar los recursos públicos, por cuidarle la mano a los funcionarios de gobierno cuando se supone existen reglas y leyes muy claras para quien comete fraude o desvío de fondos…y encima de ello sin resultados.

El Diario Oficial de la Federación en el Presupuesto de Egresos claramente dice:

“…la Auditoría Superior de la Federación, es la entidad de fiscalización superior de la Cámara de Diputados, responsable de la fiscalización superior de la Cuenta Pública…y que el ejercicio y la administración de los recursos públicos federales a disposición de los Poderes de la Unión y de los órganos constitucionales autónomos, deben realizarse con base en criterios de legalidad, honestidad, eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control, rendición de cuentas…etcétera”

Pero en los hechos no se ve por ningún lado ni eficiencia, ni eficacia, ni control, ni mucho menos economía o austeridad. Ni qué decir de la rendición de cuentas.

Por ejemplo, este año la ASF tiene programado un gasto de más de 6 millones de pesos en Sonora para realizar 45 auditorías y garantizar con ello la transparencia en la aplicación de poco más de 15 mil millones de pesos del Presupuesto Federal.

Sólo de auditorías programadas.

¿Qué no se supone que están nuestros legisladores y las Comisiones de Hacienda y Presupuesto para ello? ¿Cuánto le pagamos además a cada diputado y al Congreso del Estado, al Congreso de la Unión para hacer la misma tarea?

La corrupción le cuesta a México al menos 100 mil millones de dólares al año; y desde 4 hasta 9 puntos del PIB, según el Instituto Mexicano para la Competitividad.

Otro claro ejemplo es que en diciembre de 2014 Transparencia Internacional ubicó a México como el último de los países de la OCDE en cuanto a sus índices de corrupción, con una calificación de 35 sobre 100. Y en el lugar 105 de 176 naciones independientes a la OCDE.

Es importante poner atención en esto porque ahora la ASF será tan sólo uno de los cuatro brazos con que de entrada operará el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción; además de un Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, una Fiscalía Anticorrupción y la Secretaría de la Función Pública

Este nuevo sistema puede ser muy positivo si no se convierte en otro elefante blanco como pareciera sucede con la ASF, puesto que en concreto es la unificación de varios esfuerzos o instituciones que venían operando por separado en el tema de transparencia… pero ¿eso significa que ahora sí los corruptos irán a la cárcel?

Difícilmente será así al menos en el corto plazo.

Hemos dado importantes pasos y hoy es difícil mantener oculto el enriquecimiento inexplicable de funcionarios en el gobierno o el beneficio personal y familiar basado en sus facultades como tal. Pero de ahí a que se transfieran responsabilidades penales estamos lejos.

El mayor acto de justicia está aún en las urnas y es ejercido de manera directa por los ciudadanos.

El Secretario de Hacienda Luis Videgaray acaba de anunciar como cada año que el 2017 será aún más austero, por ello toma mayor importancia revisar el costo-beneficio de organismos como la ASF.

No por crear nuevos entes y más organismos autónomos en teoría pero que dependen del presupuesto de gobierno, podemos pensar que es la varita mágica que solucionará el problema de la corrupción y la impunidad.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

 

*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.