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Padrés, obligado a rendir cuentas; monta show mediático para “entregarse”

En una puesta en escena digna de telenovela, el ex gobernador de Sonora utiliza la incompetencia de la Procuraduría y el oscuro historial del PRI-Gobierno para presentarse como una víctima

Por Imanol Caneyada

Cercado, acosado, a punto de caer, Guillermo Padrés, con el golpe mediático de ayer por la mañana, se reinventa ante el país con una puesta en escena digna de una telenovela, reforzada con un operativo en el que se involucró la Sedena y la Secretaría de Marina, como si estuviéramos ante la detención de un capo del narcotráfico.

Todo empezó en el noticiero Ciro Gómez Leyva por la Mañana, en Radio Fórmula. Para sorpresa de los mexicanos, aparecía el ex gobernador de Sonora acompañado por su abogado, el ex procurador de la República Antonio Lozano Gracia.

El jueves por la mañana Guillermo Padrés estuvo ante los micrófonos de Radio Fórmula en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva.
El jueves por la mañana Guillermo Padrés estuvo ante los micrófonos de Radio Fórmula en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva.

Al momento, las redes sociales estallaban; sólo en Twitter, según reportó más tarde Grupo Fórmula, cinco mil tuits se generaron durante la entrevista, al tiempo que ésta se convertía en “trending topic”.

Así, Padrés y sus asesores lograban marcar la agenda del día y eliminaban la posibilidad de que el ex mandatario fuera detenido como cualquier otro delincuente, para quedar aislado y sin posibilidades de presentar su postura.

La entrevista también fue cuidada hasta el extremo. Primero, aseguró entregarse porque es inocente y puede demostrarlo, y porque el pueblo de Sonora y México merecen que los gobernantes den la cara, aunque sean injustamente acusados.

Y aquí mencionó al propio presidente de la República, a los gobernadores y a los alcaldes en general, abonando a esa idea tan aceptada de que todos están sucios, luego entonces, nadie tiene culpa.

Segundo, aprovechó el espacio para desacreditar la investigación de la PGR, acusarla de haber violado sus derechos humanos y reducir los infructuosos intentos de la fiscalía del estado a una persecución política al estilo de los años 70, con lo que recordaba a la audiencia que quienes lo acusan tienen un pasado mucho más turbulento que el de Padrés.

Tercero, se dio tiempo para invocar al ser humano herido en sus sentimientos, al hombre de familia, a la pobre víctima de lo que Octavio Paz llamó el Ogro filantrópico, un gobierno históricamente arbitrario y brutal que dispone del destino de los ciudadanos a como le plazca.

Los mexicanos, culturalmente nos identificamos con las víctimas, sobre todo si lo son del aparato gubernamental.

Un Ciro Gómez Leyva compungido y empático con el entrevistado, insistía en preguntar al acompañante de Padrés, Lozano Gracia: ¿Pero confían en la justicia federal?

A lo que Lozano Gracia, como un mártir del derecho, con una teatral e inmensa resignación, contestaba que sí, que confiaban, al tiempo que anunciaba que denunciarían a la ex procuradora general de la República Aracely Gómez González por las sucesivas violaciones a los derechos humanos de su defendido y al debido proceso.

Al salir de la estación de radio, lo esperaban elementos de la Marina para escoltarlo al Juzgado Décimo Segundo, ubicado en el Reclusorio Oriente en la ciudad de México.
Al salir de la estación de radio, lo esperaban elementos de la Marina para escoltarlo al Juzgado Décimo Segundo, ubicado en el Reclusorio Oriente en la ciudad de México.

La segunda parte de la puesta en escena se dio afuera de las instalaciones del Grupo Fórmula, cuando un operativo de la Sedena y la Marina cercaba el lugar e intentaba detener al ex gobernador sin una orden de aprehensión.

Además de la evidente torpeza, por ley, los militares están impedidos de detener a un ciudadano; la excepción que se ha hecho con el crimen organizado está llena de lagunas legales.

Padrés no quería ser detenido ni propiciar el show del Gobierno federal de esposarlo, introducirlo a un vehículo, prender las torretas de los autos y desaparecerlo en el Reclusorio Oriente.

La estrategia era entregarse voluntariamente, por lo que abordó un vehículo particular acompañado por su abogado y se presentó en el Juzgado Décimo Segundo para enfrentar los cargos de defraudación fiscal, uso indebido de funciones y operación con recursos de procedencia ilícita.

Pero el sainete no terminaba ahí; Guillermo Padrés cinco horas después dejaba el juzgado en el que, supuestamente, se le notificó sobre uno de los cuatro expedientes abiertos en su contra.

El exgobernador se trasladó en una lujosa camioneta Porsche, acompañado por su abogado Antonio Lozano.
El exgobernador se trasladó en una lujosa camioneta Porsche, acompañado por su abogado Antonio Lozano.

Afuera, ahora sí, lo esperaba la PGR con la orden de aprehensión emitida cuarenta días antes. Entre jaloneos y gritos le leían sus derechos y era oficialmente aprehendido y reintroducido al penal.

El exgobernador promovió un amparo para no ser trasladado a ningún penal federal, hasta que no se notifique la resolución de la suspensión definitiva. Ahí permanecerá hasta el 17 de noviembre —fecha de la audiencia—.

En ese momento, la PGR ejecutaba también la orden de aprehensión emitida por el Juez Cuarto de Distrito con sede en Toluca contra el hijo del ex mandatario, Guillermo Padrés Dagnino, acusado de los mismos delitos que su padre. Lo trasladaron a un penal federal de la capital del Estado de México.

Alrededor de las nueve la mañana (hora de Cd. México) arribó al juzgado y fue recibido por reporteros.
Alrededor de las nueve la mañana (hora de Cd. México) arribó al juzgado y fue recibido por reporteros.

El ex mandatario cuenta con seis días para presentar las pruebas que refuten las acusaciones, tiempo que permanecerá en la cárcel, según confirmó el abogado Lozano Gracia.

Durante toda la mañana, los usuarios de las redes sociales juzgaron y condenaron al ex gobernador; linduras como rata y ladrón y exigencias de que regrese el dinero que se robó inundaron la red. Incluso, en un alarde de sospechosismo y amor al complot, hubo quienes dudaron de que la persona que entrevistó Ciro Gómez Leyva fuera realmente Guillermo Padrés, y es que su semblante no parecía el de un hombre buscado por la justicia.

Al llegar al Reclusorio entre jalones y empujones fue llevado por agentes al interior del inmueble.
Al llegar al Reclusorio entre jalones y empujones fue llevado por agentes al interior del inmueble.

Las dudas, las sospechas y la desconfianza en una institución como la PGR, la cual en repetidas ocasiones ha demostrado su incapacidad y ha tenido actuaciones movidas por intereses políticos, ensombrecen y ponen en entredicho lo que podría ser un precedente en el combate a la corrupción en el país.

Hace cuarenta días el mismo Juzgado Décimo Segundo emitió una orden de aprehensión que fue “filtrada” a los medios; en esa ocasión, a primera hora de la mañana, el periodista Carlos Loret de Mola daba a conocer la noticia.

Se le declaró prófugo, se dijo que había huído del país y la Interpol lanzó una alerta en 190 países. En la entrevista de ayer jueves, aseguró que nunca había dejado el país, que siempre estuvo en México.

De hecho, después de haberse emitido la orden de aprehensión, Padrés sostuvo una reunión con Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN; posteriormente, Acción Nacional aclararía que en ese momento no sabían que sobre Padrés pendía tal orden.

A más de 30 días de tener orden de aprehensión por caso de presunta corrupción, el exgobernador de Sonora acudió a declarar ante la Justicia, acompañado de su abogado y su hijo, quien también fue aprehendido.
A más de 30 días de tener orden de aprehensión por caso de presunta corrupción, el exgobernador de Sonora acudió a declarar ante la Justicia, acompañado de su abogado y su hijo, quien también fue aprehendido.

Para su partido, Padrés tuvo también mensajes velados, en los que le acusó de haberlo abandonado. El PAN no expulsó al ex gobernador de Sonora, únicamente suspendió temporalmente sus derechos como militante.

Ayer, Acción Nacional celebraba la decisión de Padrés de entregarse a la justicia, lo tildaba de valiente y pedía un juicio imparcial, justo y apegado a derecho.

En el ambiente, en la percepción pública, entre los ciudadanos, queda la sensación de que estamos ante una suerte de negociación en lo oscurito en la que el futuro de Javier Duarte y de algunos ex funcionarios del gobierno de Padrés está en juego.

Conforme pasen los días lo sabremos.