“Lo primero que supe hacer es dibujar, era una necesidad de dibujar”, confiesa Roberto Villalobos, prefecto de la Secundaria 24; el artista aprovecha las estratégicas bardas del plantel para contribuir a la sociedad con su expresión artística
Por Yesúa Molina
El trabajo de Roberto Villalobos Rascón consiste en rayonismo, pintura agresiva como fauvismo, expresionismo y graffiti, desde hace nueve años ha dibujado expresiones de la cultura sonorense en los muros de la Secundaria 24, en el centro de Hermosillo.
23 murales, de los cuales no queda ni la mitad, son los que ha plasmado en la escuela que considera la puerta del Centro Histórico, donde también involucra a los alumnos en actividades culturales.
“La libertad que busco en mis obras los niños también la buscan, nuestros padres y los adultos nos hemos divorciado de los niños, no queremos escúchalos, no queremos saber nada de su manera de pensar, por eso suceden cosas tristes, por las decisiones que toman al querer llamar la atención”, comenta bajo el sol de media tarde en los pasillos de la secundaria de la que es prefecto.
El sahuaripense de 57 años destaca que la inquietud por pintar surgió desde niño “lo primero que supe hacer es dibujar, era una necesidad de dibujar” y hasta ahora aprovecha el lugar estratégico que son las bardas de la Secundaria 24 para contribuir a la sociedad con su expresión artística.
“Hablar de Sonora es hablar de su gente, de su flora y fauna, de su energía, tenemos el calor, el polvo, los sahuaros o las palomas, el pájaro carpintero… agradezco haber nacido aquí”, comenta orgulloso Roberto.
Como parte del movimiento Son-Arte del Desierto retrata la manera en que los Seris aprecian su físico, el cimarrón como un animal fuerte y dice sentir una deuda con las tribus del estado que aman la naturaleza.
Una “cachora” roja de alambre y cartón que luce imponente sobre el edificio de tres niveles, en la avenida Rosales, refleja su estilo de color que no respeta límites, se sale de las reglas.
Roberto confiesa que obras como una pintura de la gobernadora Claudia Pavlovich, otra de la Virgen de Guadalupe, las ha hecho con nerviosismo por el prejuicio que genera la crítica social, sin embargo, “la libertad e independencia, no significan una falta de respeto a los ciudadanos”, expresa.
Reconoce lo mucho que le falta por mejorar su técnica, “espero que tengan su manera de ver y analizar mis pinturas”, dice.
El primer mural lo hizo atrás de la biblioteca, al fondo del edificio en la planta baja, el tema fue sobre la independencia: Miguel Hidalgo con el estandarte, los caudillos y el pueblo.
Hubo muchas negativas al principio, reconoce, pero con sus propios recursos y gestiones ha logrado darle vida de nuevo a las paredes.
Sus proyectos avanzan y busca crear algo ejemplar, con los adolescentes implementa talleres de literatura y pintura, organiza torneos de futbol entre los estudiantes.
Actualmente está convocando a los alumnos de la Secundaria 24 así como al público en general a escribir cuentos, poesía, música o pintura y plasmarlos en un libro con el fin de motivar a despertar las habilidades de dibujantes, escritores y músicos.
“Buscamos imprimir los ejemplares, que los personajes sean de la cultura sonorense y cuenten las aventuras de los Cimarrones, equipo de futbol local, por lo que pedimos algún patrocinio para lograr que llegue a los niños y adolescentes sonorenses”.
El proyecto Son-Arte del Desierto incluye montar el ballet clásico Yaqui con jóvenes, que se dará a conocer en la Noche Bohemia en marzo, evento donde también comercializará sus obras para obtener recursos y donar una parte a la escuela.
El prefecto del turno vespertino de la Secundaria 24 cumple su compromiso cabal con los estudiantes, es común verlo rodeado de alumnos que se acercan con alguna petición o simplemente charlando, y es que la escuela significa para él una historia de la que es parte y una pieza medular de la cultura de Hermosillo.
“Un pueblo se conoce por el arte que produce y todavía falta mucho por hacer”.
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