CEDES desmanteló proyecto para medir calidad de aire en Sonora

Hace seis años las autoridades las federales del medio ambiente en Sonora invirtieron en un sistema para monitorear la calidad del aire, sin embargo por desinterés y negligencia de las autoridades estatales abandonaron el proyecto
Por Gerardo Moreno
Sonora no cuenta con un sistema efectivo y moderno para medir la calidad del aire en las diferentes ciudades, violentando así todas las recomendaciones nacionales e internacionales y poniendo en riesgo la integridad física y salud de miles de ciudadanos.
Y es que a diario, en el ambiente se mueven todo tipo de partículas, que pudieran ir desde plaguicidas hasta metales pesados, como revelan algunos estudios.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) se recomienda reducir al máximo posible la emisión de “partículas por metro cúbico” (PM) en el aire que respiramos, ya que está comprobado científicamente que todas, en mayor o menor medida, provocan afectaciones a la salud con problemas cardiovasculares y respiratorios, como asma y alergias.
Según datos de la OMS, el respirar y almacenar en los pulmones este tipo de partículas ocasiona alrededor de tres millones de muertes prematuras al año, concentrados principalmente en las grandes metrópolis y en países emergentes como México.
Existen dos tipos de partículas en el ambiente: La que miden 10 micrómetros de diámetro (PM10) o menos, que son las más grandes y que pueden alojarse en los pulmones por años. Y las que miden 2.5 micrómetros de diámetro (PM2.5) que son más finas pero que al respirarse a diario terminan dañando la Salud.
La OMS recomienda desde el 2005 que todas las ciudades del mundo debían bajar sus concentraciones de partículas a niveles de 25 microgramos por metro cúbico en promedio a las 24 horas de PM10 y de 50 microgramos en promedio de las PM2.5; con lo cual se podría reducir un 15% la mortalidad prematura originada por las mismas.
En México se renovó la Norma Oficial Mexicana que regula la calidad del aire en las ciudades en el año 2014 (NOM-025-SSA1-2014 que sustituyó a la de 1993) donde se establecen los valores límites permisibles para la concentración de partículas suspendidas PM10 y PM2.5 en el aire ambiente y los criterios para su evaluación.
En ella se establece como límite para las PM10, de 50 microgramos por metro cúbico en promedio a las 24 horas y 35 microgramos en el promedio anual. Y para las PM2.5 establece un límite de 30 microgramos por metro cúbico en promedio a las 24 horas y 10 microgramos en el promedio anual.
En ese sentido se dio la encomienda a los estados de tener Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA) que funcionen las 24 horas del día los 365 días del año, y así poder atender cualquier crisis que pudiera presentarse, como ya sucedió en la Ciudad de México y en Guadalajara, sin embargo existen lugares que no cumplen, como Sonora.
Estaciones de medición: un fraude
El 31 de enero del 2011, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) entregó al Estado cuatro estaciones de monitoreo de calidad del aire que operaría la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable de Sonora (CEDES) —entonces encabezada por Oscar Téllez—, las cuales tuvieron un costo de nueve millones de pesos en total y supuestamente fueron ubicadas en las ciudades de Agua Prieta, Nogales, Hermosillo y Obregón.
Estas cuatro estaciones serían el comienzo para modernizar toda la “Red Estatal de Infraestructura y Calidad del Aire”, la cual operaba con unidades manuales que se revisaban periódicamente y que prácticamente son obsoletas, sin embargo, las nuevas unidades nunca operaron y se siguió con el sistema viejo.
Por ejemplo, en el “Informe Nacional de Calidad del Aire 2013” realizado por el Instituto Nacional de Energía y Cambio Climático (INECC) se tenía contempladas las ciudades de Hermosillo, Obregón, Nogales, Guaymas, Navojoa y Puerto Peñasco, pero no se pudieron incluir en el estudio porque las autoridades de ese entonces no presentaron los informes.
En el informe del 2014 (presentado en el 2015, más reciente) Sonora entregó información recabada de manera incorrecta y el INECC tuvo que rechazarla porque no se presentaron suficientes datos para tener un resultado concluyente.
En ese sentido, Primera Plana descubrió que solo una de las unidades entregadas por Semarnat está en funcionamiento.
Según información obtenida a través de una solicitud de transparencia (No. 00372717) la unidad de enlace del CEDES reconoció que tres de las estaciones se encuentran en Hermosillo sin funcionar: la que estaba en Agua Prieta y la de Cajeme están resguardadas en las instalaciones de la Comisión, la otra se encuentra en la Universidad de Sonora, pero no está operando.
La unidad que sí está en funciones es la de Nogales, la cual está ubicada en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Nogales.
De acuerdo a datos del CEDES, cada unidad de monitoreo de calidad del aire requiere alrededor de 42 mil pesos para su mantenimiento: cuatro filtros que actualmente cuesta casi siete mil pesos cada uno, una calibración delta anual de casi dos mil pesos y repuestos de bombas de más de 12 mil pesos.
Sin embargo, no se les dio el mantenimiento necesario durante los últimos años y eso dejó a Sonora sin un sistema eficiente de monitoreo de la calidad del aire, dejando en la interrogante qué estamos respirando los sonorenses.
En el aire hay plaguicidas, pintura y fibras de cemento: Estudios
En el estudio “Evaluación de la calidad del aire respecto de partículas suspendidas totales y metales pesados en la ciudad de Hermosillo, Sonora”, realizado por los investigadores Martín Eusebio Cruz Campas, Agustín Gómez Álvarez, Margarito Quintero Núñez y Jaime Varela Salazar, de la Universidad Estatal de Sonora y de la Universidad de Sonora, en el 2013 la calidad del aire en la capital del estado estaba catalogada entre “malo e insuficiente”.
La investigación publicada en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental, señala que durante un monitoreo realizado durante un año en tres estaciones de monitoreo (centro, norte y noroeste de la ciudad), se encontró que los niveles de partículas y metales pesados en el aire ni siquiera cumplieron con las Norma Oficial Mexicana del 93.
Según los hallazgos los niveles se rebasaron entre un 6.2% hasta un 300% según la estación, donde el centro fue la más grave en los límites anuales. En cuanto a metales pesados, se encontró que los niveles encontrados sí estaban dentro de la Norma, pero se concluye que sí había alta presencia de los mismos y con eso se ponía en riesgo la salud de los ciudadanos en el largo plazo.
Por otro lado, la investigadora del departamento de geología de la Universidad de Sonora, Diana Meza Figueroa, presentó en junio del 2016 un estudio de monitoreo de la calidad del aire en Hermosillo realizado durante 10 años donde encontró la presencia de 16 tipos diferentes de plaguicidas en las partículas de polvo que se encuentran en la zona centro y sur del estado.
Además de partículas de pintura y fibras de cemento preocupantes para la salud de los ciudadanos ya que puede generar enfermedades respiratorias agudas, asma y alergias.
La doctora Meza Figueroa explica que este concentrado de partículas se puede deber por el abandono de los campos agrícolas de la costa de Hermosillo donde el suelo tiene años erosionado con plaguicidas donde las corrientes de viento los traen a la ciudad, afectando principalmente al sur de la ciudad.
En la zona centro, sostiene el estudio, la principal afectación es por las lluvias que se presentan de manera intensa y por periodos de tiempo corto, las cuales erosionado y arrastrando partículas de cemento y pintura hacia las cuencas urbanas donde rápidamente se evaporan por el calor y suben al ambiente para que los ciudadanos la respiren.
No hay recursos para una red óptima: CEDES

Por su parte el titular del CEDES, Luis Carlos Romo Salazar, comentó que están conscientes que se requiere mayor infraestructura para poder medir la calidad del aire de manera efectiva en Sonora, para lo cual están buscando la forma de obtener recursos para invertir en ese tema.
Recalcó que en estos momentos se tienen unidades de monitoreo en la Universidad de Sonora, Cobach, UES, en Nogales, San Luis Río Colorado y Agua Prieta. Donde se ha detectado una calidad del aire aceptable, salvo ligeros picos presentados por la cuestión de la inversión térmica en diciembre en Hermosillo.
“Podemos decir que la calidad del aire es aceptable. Pero podemos llegar a condiciones críticas como en otros estados si no tomamos las medidas necesarias para estar monitoreando y a la vez trabajar en el tema de emitir medidas de mitigación”.
Aclaró que por cuestiones de presupuesto no se ha podido adquirir las unidades que hacen falta, sin embargo, se está desarrollando un programa que se llama “Pro Aire Sonora”, donde la Semarnat contrató un despacho asesor que está integrado por investigadores de la Unison y la UES para realizar un levantamiento de información y tener un estudio fidedigno de la calidad del aire en la entidad y con ello poder solicitar los recursos necesarios para fortalecer la infraestructura de monitoreo de aire.
Adelantó que para julio se tendrá ya lista la información respectiva y con ella se comenzarán las gestiones en la Federación para poder obtener los recursos para adquirir el equipo moderno que se requiere par Hermosillo, Obregón, Navojoa, Agua Prieta, Nogales, Guaymas y San Luis Río Colorado.
Además se busca adquirir unidades móviles de monitoreo que se puedan trasladar a las diferentes partes de la entidad y medir la calidad del aire cuando surja alguna catástrofe de cualquier tipo. Y con esto Sonora podrá implementar medidas para lograr tener un aire limpio y seguro para los ciudadanos.