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El ISAF ha fallado en transparencia

En un análisis realizado a la información pública el Instituto tiene disponible en su portal de transparencia, se encontró que de los 48 puntos obligatorios apenas cumple con 19 de manera correcta

Por Gerardo Moreno

El Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) es el organismo encargado de vigilar que el resto de las dependencias, entidades y organismos del gobierno hagan un buen manejo de los recursos públicos de los sonorenses, sin embargo, hasta estos momentos ha fallado en tener una administración transparente de su propio presupuesto.

El ISAF se convirtió en un organismo totalmente autónomo que tiene presupuesto propio (antes dependía del Poder Legislativo) y con total libertad de acción a partir del 11 de mayo del 2017, cuando se publicó en el Boletín Oficial la nueva Ley de Fiscalización Superior para el Estado de Sonora, de tal forma que ahora no tiene que rendirle cuentas a nadie.

Aunque sí está obligado a cumplir con la Ley General de Transparencia donde debe poner a disposición de todos los ciudadanos, tanto en su propia página de internet como en el Sistema de Portales de Obligaciones de Transparencia (SIPOT), la información general que incluye la forma en que se está gastando el presupuesto asignado, algo que simplemente no ha hecho.

En un análisis realizado a la información pública que el ISAF tiene disponible en su portal de transparencia se encontró que de los 48 puntos obligatorios estipulados en la Ley, apenas cumple con 19 de manera correcta, sin embargo estos son datos generales como estructura orgánica, leyes, reglamentos, informes, padrones de proveedores, listados de empleados, sus salarios y presupuesto.

El problema surge cuando se intenta acceder a los apartados de obligaciones que tienen que ver con asuntos de carácter financiero, de gastos y programas de metas. En todos ellos el ISAF presenta poca información disponible y de una manera tortuosa, pues se debe descargar una base de datos en Excel por cada punto la cual está bajo clave y que en muchos casos viene vacía o incompleta.

Por ejemplo, no especifica el sueldo que entrega a los trabajadores contratados por honorarios, ni los currículos de los empleados o las versiones públicas de sus declaraciones patrimoniales.

Sí presenta la información financiera del Presupuesto anual, estipulado en el apartado XXI, pero no el avance de los informes trimestrales del Gasto programado, ya que al tratar de acceder a ella se abre el documento en blanco.

En el apartado IX de Boletos de avión y viáticos solo aparece la leyenda “en proceso” al final de la base de datos; exactamente lo mismo que el apartado XXIII que tiene que ver con los Gastos de publicidad, y en el capítulo XXV, donde deben estar los últimos estados financieros obtenidos del ejercicio fiscal anterior.

En cuanto al capítulo XXIV donde deben estar los informes de las Auditorías realizadas al organismo obligado, solo se detalla que se realizó una auditoria externa para el periodo de octubre a diciembre del 2016, pero no explica quién la hizo y no muestra los resultados obtenidos.

El portal de transparencia asegura que, con cierre al 20 de marzo del 2017, no se ha realizado ninguna licitación en el ISAF, pero sí hicieron adjudicaciones directas de los servicios de orden administrativo, sin especificar absolutamente ningún detalle de las mismas. En el documento descargado de nuevo aparece la leyenda “en proceso”.

Eugenio Pablos Antillón, ex titular del ISAF, dejó una nube de opacidad en el manejo de las cuentas.
Eugenio Pablos Antillón, ex titular del ISAF, dejó una nube de opacidad en el manejo de las cuentas.

No presenta los estados financieros y solo se encuentran los balances generales donde se reportan los activos y pasivos de cada mes pero sin especificar ninguna entrada o salida de recurso.

No hay reporte de gastos, pago a servicios o proveedores, solo se señala haber tenido ingreso por 15 millones de enero a marzo del 2017 bajo el concepto de “Servicios personales” (apartado XLIII), pero de nuevo sin especificar el destino de los mismos. No se sabe en qué se está gastando el recurso público.

¿En dónde se piensa gastar el recurso público?

Existe una discrepancia en el presupuesto asignado para el ISAF ahora que es un organismo autónomo, pues según el “Apéndice A” del Decreto de Presupuesto de Egresos para el 2017 aprobado el año pasado en el Congreso se detalla que el Instituto tendrá un presupuesto de 172 millones, el cual viene dentro del recurso del propio Poder Legislativo.

Sin embargo, dentro de la información que el Instituto sí hizo pública en su portal de transparencia (específicamente la referida al artículo 21 que obliga a detallar la información financiera en base al presupuesto asignado) ellos reconocen tener un presupuesto de solo 91.3 millones de pesos, es decir que hay una diferencia de más de 80 millones.

A pesar de esto y de la poca transparencia mostrada para reportar los gastos que va generando, el Instituto tiene pensado utilizar el presupuesto asignado en gastos que muchos pueden considerar como innecesarios. A continuación unos ejemplos:

Tiene destinado ejercer más de 74 millones en “servicios personales”, entre lo que destacan gastos de 38.5 millones de estímulos para el personal de confianza.

Además de 2.9 millones para “servicio médico” (a pesar destinar 12 millones al Isssteson), y 7.1 millones de pesos para salarios del Centro de Estudios Legislativos, 2.3 millones para una prima vacacional, una gratificación por fin de año de 5.8 millones, un estímulo por finalizar las auditorías de un millón, y otro millón bajo el concepto de gastos de administración.

Además tiene presupuestado 5.7 millones para el concepto de “materiales y suministros”, donde destaca una partida de 2.3 millones de pesos para combustible, más 690 mil para materiales y útiles de oficina, otros 600 mil para impresiones y reproducción, 445 mil pesos para “productos alimenticios dentro de las instalaciones”, y 590 mil para vestuario y uniformes.

También se tiene planeado gastar 9.8 millones para servicios generales, donde destaca 1.5 millones de pesos “servicios legales de contabilidad, auditoría y relacionadas”, medio millón de pesos para “Seguro de responsabilidad Patrimonial y Fianzas”, un millón para mantenimiento del inmueble, 200 mil pesos para comprar pasajes de avión y 4 millones para viáticos dentro del país.

Por último, tiene un presupuesto de 1.5 millones para bienes e inmuebles, donde se contempla gastar medio millón en muebles de oficina y estantería, 300 mil en equipo de cómputo y 750 mil pesos en automóviles y camiones.

Trabajadores y sus salarios

También el portal de transparencia del ISAF registra a un total de 237 empleados (incluido el Auditor Mayor), todos son de “confianza” y en general se les paga 6 millones 99 mil 980 pesos mensuales ya libres de impuestos y prestaciones.

El Auditor Mayor del ISAF recibe un sueldo mensual bruto de 108 mil pesos, a los cuales se le descontaban alrededor de 16 mil pesos de impuestos y prestaciones para quedar con un salario neto de 91 mil 192 pesos al mes.

Le siguen los ocho directores generales, quienes reciben en promedio 61 mil pesos mensuales; y una suma similar tanto el auditor adjunto de fiscalización a municipios, como el auditor adjunto de fiscalización al Gobierno del Estado. Y luego los siete directores que reciben en promedio un salario de 44 mil pesos mensuales.

Además cuenta con 13 personas que están contratadas como personal de honorarios, pero el ISAF no reporta el sueldo que les paga en su portal de transparencia ni en el SIPOT del INAI. Aunque tiene presupuestado para este concepto cuatro millones de pesos durante todo el 2017.

Según el reporte del portal de transparencia, de enero a marzo del 2017 se han ejercido un total de 15 millones 598 mil 335 pesos de lo presupuestado en el capítulo de servicios personales, lo que equivaldría prácticamente al salario de los trabajadores.

Las propiedades

El Auditor Mayor, Jesús Ramón Moya, tiene el reto de poner el ejemplo en transparencia.
El Auditor Mayor, Jesús Ramón Moya, tiene el reto de poner el ejemplo en transparencia.

En cuanto a los bienes, el ISAF reporta que tiene más de mil bienes valuados en más de 10.8 millones de pesos. El principal es un automóvil Hilander modelo 2011 de 419 mil pesos, seguido de una Explorer 2005 de 280 mil y tres autos Frontier de poco más de 250 mil cada una.

Fuera de los 38 vehículos registrados, los bienes con más valor son el sistema de video vigilancia instalado el 13 de agosto del 2013 que tuvo un costo total de 142 mil pesos, así como una “mesa de juntas” comprada el 15 de abril del 2015 que tuvo un costo de 139 mil pesos, y una “silla de visita” adquirida el 10 de julio del 2015 por 99 mil pesos.

En cuanto a los inmuebles, el ISAF solo reporta dos propiedades: el edificio y el terreno donde están las oficinas centrales, ubicadas en Paseo del Río Sonora número 189 en Hermosillo, los cuales tienen un valor catastral de 64.5 millones y cuatro millones respectivamente. Es decir que los bienes e inmuebles del ISAF valen poco más de 75 millones de pesos.

En todo este panorama, el pasado 15 de mayo tomó protesta el nuevo Auditor Mayor del ISAF, Jesús Ramón Moya Grijalva, quien ahora tiene el reto de hacer al instituto un verdadero organismo transparente para que no quede ninguna duda dentro de su labor de auditar y fiscalizar el recurso público de los sonorenses.