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Feminicidios en Sonora: Es hora de parar esta barbarie

Sonora siempre ha estado en los primeros lugares del país en violencia de género. Aquí nadie se salva, desde niñas hasta ancianas, ricas y pobres, de cualquier raza, cualquier religión, cualquier ocupación…

Por Lourdes Encinas Moreno

Cada vez que asesinan a una mujer, a las mujeres se nos despierta una furia interior.

Furia por saber que, como género, somos objeto de mucha violencia.

Furia por sabernos tan vulnerables.

Furia por cada vez que nos dicen que somos unas exageradas, que a los hombres también los matan. Sí, pero a ellos no los matan por ser hombres, a nosotras sí nos matan por ser mujeres.

Furia por saber que es muy probable que el feminicidio se hubiera evitado si en el entorno inmediato de esa mujer se le hubiera creído, se le hubiera puesto más atención, si las autoridades hubieran intervenido con mayor contundencia.

Furia por el trato que se le da a una mujer cuando es asesinada: “en qué andaría”, “quién le manda andar vestida así”, “no debió andar sola de noche”, “ella se lo buscó”.

Furia porque nada de eso importa, porque la calle no es el único escenario de la agresión, pasa en tu escuela, en tu trabajo, en tu casa.

Furia porque nunca faltan quienes quieran politizar los casos, por todos lados. Ni en esto se controlan.

Furia por saber lo vulnerables que somos, por pensar en el peligro en el que se puede encontrar tu mamá, tu hermana, tus hijas, tus sobrinas, tus amigas, tú misma.

Furia por no encontrar respuestas, por no saber cómo parar esto.

Combatir la impunidad, deteniendo y aplicando penas severas a los agresores de mujeres no está siendo suficiente.

Las cifras simplemente van en aumento: en 2015 se contabilizaron 411 feminicidios en todo México, 600 en 2016, 742 en 2017, 894 en 2018 y hasta el pasado abril ya iban 294, 16 de los cuales se cometieron en Sonora, de acuerdo al reporte “Información sobre violencia contra las mujeres”, de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Sonora siempre ha estado en los primeros lugares del país en violencia de género, en el período del citado informe se ubica en el segundo lugar nacional, con una tasa de 1.04 feminicidios por cada 100 mil habitantes, siendo Hermosillo, Nogales, Cajeme y San Luis Río Colorado los municipios con mayor incidencia.

Cada una de las cifras de estas estadísticas es una mujer que fue violentada, vejada, asesinada. Una familia rota para siempre.

Aquí nadie se salva, desde niñas hasta ancianas, ricas y pobres, de cualquier raza, cualquier religión, cualquier ocupación… el rasgo común de todas ellas es ser mujeres y la vida de las mujeres en esta sociedad vale muy poco, casi nada.

Esa es la verdad. Duele, pero más enfurece.

La aplicación de la ley no es suficiente. Necesitamos involucrarnos más como sociedad. Aquí se hace indispensable la participación de las organizaciones civiles y de organismos internacionales que sepan cómo encauzar las acciones de prevención y que coadyuven en el trabajo de las autoridades.

Pero lo más importante es la formación que se dé a niños y niñas en las familias, es de ahí desde donde se puede empezar a cambiar la cultura machista y enseñar a valorar a todos los seres humanos por igual.

Es muy importante combatir la impunidad y castigar a los agresores, pero es más importante evitar que se sigan violentando y matando mujeres en Sonora. Ya basta.

Nunca seremos un estado moderno y desarrollado si no respetamos los derechos de la mitad de la población, si en lo privado se nos sigue tratando a las mujeres como personas de tercera.

Hoy, mi furia y mi dolor son por Ítzel Noemí, por Ámbar Dolores, por Mairin Kareli, por Elvia y por ti, que aún no has sido identificada. Por las de antes y por las que desgraciadamente vendrán después, si no empezamos a hacer algo para parar esta barbarie.

Sonora ocupa el segundo lugar nacional en feminicidios por cada 100 mil mujeres.
La tendencia nacional en este delito se ha incrementado año con año, según los reportes oficiales.