Destacada

El Calvario, cuna de la civilización occidental

La Semana Santa, es santa por su autor y por las obras que exige; Comienza el Domingo de Ramos y concluye con la Vigilia de Resurrección

Por Pbro. Fernando Albiter

Todo edificio, todo automóvil, todo aparato electrónico, todo utensilio tiene un plano, un diseño y por lo tanto una forma correcta de uso, si alguien no la usa conforme al plan o la echa a perder o no saca el beneficio que debiera sacar conforme al plano del diseñador.

El diseñador al crear su obra con justicia puede pretender que lo usen bien y puede indignarse con quien la usa mal, Pasteur con toda justicia puede indignarse si la vacuna antirrábica que él descubrió la usan para hacer negocios en vez de usarla para salvar vidas, porque no la hizo para eso; si una madre ve que sus hijos desperdician la comida, se indigna justamente, porque están tirando a la basura el esfuerzo de sus padres.

Las diferentes fechas y épocas del año son establecidas por la sociedad para honrar a personajes ilustres o fomentar las virtudes que todo ciudadano debe tener, de eso nadie se queja, por eso celebramos con razón a nuestra patria el día de la Independencia y la Bandera la honramos en su día; merece ser reprobado y castigado quien se atreve a ofender el justo sentimiento patriótico aún en esos días.

Toda sociedad señala días festivos, y la Iglesia, sociedad perfecta al igual que el estado, señala días festivos y aún épocas, es decir, cierto lapso de tiempo especial para que sus fieles logren determinados frutos espirituales, como el adviento, preparación para la navidad. Entre estas épocas sobresale la Semana Santa, que tiene una preparación de cuarenta días, llamada Cuaresma, y tiene un periodo posterior, que podríamos llamar de cosecha, llamado Pascua y que comprende 40 días, lo llamamos de cosecha porque entonces recogemos los frutos del esfuerzo llevado a cabo en Cuaresma.

Y es que la Semana Santa aún en su nombre muestra la importancia que merece, pues no es una semana cualquiera es “la” Semana Santa, una semana totalmente especial que pide una preparación de cuarenta días. Esta designación no se ha hecho arbitrariamente por parte de la Iglesia, lo hace así porque en esta semana recordamos la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, ¿eso qué significa? Pues que Cristo, hombre y Dios verdadero, sufrió injustamente la muerte de cruz, porque Él así lo quiso, todo para pagar por nuestros pecados, nosotros no podemos pagar a Dios la ofensa que le hacemos porque somos simples hombre, pero un hombre-Dios sí puede porque es igual al ofendido, así Cristo pagó por todos los hombres de quienes quiso salir fiador.

Racionalmente recordamos ese magno hecho, porque abriéndonos las puertas del cielo pasamos de la degradación pagana que usaba a la mujer como objeto del hombre, que consideraba la vida del esclavo peor que la de las bestias, pasamos a la civilización cristiana a la cultura occidental en que vivimos y que hoy se ve terriblemente amenazada.

Este paso fue solo posible por la muerte de Cristo Nuestro Señor en la cruz, no hay otra explicación, de ahí tomó su fuerza la Iglesia para educar a los salvajes del Norte y formar las naciones de Alemania, Noruega, Suiza, etc.; de ahí tomó la prudencia para formar las modernas naciones meridionales de España, Francia, Italia, con los restos del decadente Imperio Romano. En fin, la civilización occidental que sólo puede y debe reconocer a la Iglesia por madre y al calvario por cuna, no hay vuelta de hoja.

Por eso la Iglesia nos manda conmemorar anualmente La Semana Santa, que es santa por su autor y por las obras que exige, ¿cómo hay que celebrarla? Como lo manda quien la estableció, es decir asistiendo a los Oficios religiosos que comienzan el Domingo de Ramos y concluyen con la Vigilia de Resurrección.

Quien no lo hace así y conmemora la muerte de Cristo celebrando en la playa o cantando en fiestas, no sólo es un rebelde a la Iglesia y un total inconsciente, sino que es, quiera o no, un traidor a la cultura occidental que nació en el Calvario con la muerte de Cristo, un apóstata que pisa la sangre de Cristo y traiciona al Occidente Cristiano, que sólo puede subsistir siendo Católico, porque Católico es su origen, traiciona, porque en el “cumpleaños” de nuestra civilización en vez de celebrar, como lo manda quien tal conmemoración diseñó, apostata como quieren quienes conspiran contra nuestra amada civilización.

Con esto no decimos que la Semana Santa sea una fiesta civil, nada de eso, sólo decimos que el hombre fue hecho con un plan, el Creador lo hizo para que conociéndole le ame y le sirva, bien decía el inmortal León XIII que toda la cuestión social sería solucionada el día que los hombres comprendieran esto, y esto nos recuerda la Semana Santa, que nacimos para ganar el cielo sirviendo a Dios trabajando en el puesto que nos toca en la sociedad, porque si Cristo muere en la cruz es para que lo podamos hacer, para que la mujer ya no sea objeto del hombre, para que el hombre adquiera su dignidad personal.

Ese es el plan de Dios que trabajando y logrando la prosperidad de la nación nos salvemos, el plan de la Iglesia es que conmemoremos el nacimiento de nuestra sociedad en el Calvario, si queremos la destrucción de la sociedad y renunciar al cielo, adelante, vayamos de fiesta, de vacaciones, si no, obremos conforme lo quieren quienes construyeron el mundo que conocemos.