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Los Flippers

De los grupos íconos de la música sonorense; escuela para muchos músicos destacados

Por J.J. Atondo

Corría el año de 1963, año por demás de velocidades, pues Los Apson hacían correr los rumores de un Barba Azul, y también fue el año en que nació a la actividad musical el grupo hermosillense Los Road Runners, algo así como los Correcaminos.

Como todos los jóvenes rockers —pachucos, para ese entonces—, Humberto “Borrego” García, José Luis “Parna” Arvayo, Santos Ibarra Sicoco, Ismael Estrada, Nacho Ríos y Rubén Manzanares, se juntaban en los antiguos lavaderos de El Ranchito, para escuchar el programa radiofónico “Cantantes de Media Noche”, que diariamente abría con She Loves You, de los Beatles.

Allí surge la idea de formar el grupo. No tardaron mucho en avituallarse de equipo, pues de inmediato consiguieron tocadas. La primera de ellas una quince en Dr. Noriega y Carbó, cobrando 50 pesos la hora, pero con la velocidad que se integró, con la misma prisa a los dos años se deshace el conjunto. La escuela fue la causa.

Curiosamente por esas fechas, Los Thunder Kings, los de Mi Gran Tristeza y Vuelve cuando seas Mujer, y cuyo requintista era el hermosillense César Álvarez (+), andaban ajustando el mismo proceso de los Road Runners, pues ya se escuchaban truenos. Y es entonces, que se da el nacimiento de… ¡LOS FLIPPERS!

Al Borrego, Parna y Santos Ibarra, se integran César Álvarez, en la armonía y Director Musical, Arnoldo Hernández y Javier “Vikingo” Ramírez, sax alto y tenor; Álvaro Hernández, trompeta y Sergio Botello en la batería.

De inmediato, éste grupo se posicionó dentro del competido mercado musical local, pues por los metales podían desarrollar mucha versatilidad, pues lo mismo entonar Vehículo, de Idus de March, que una cumbia de Mike Laure o una norteña de Los Rancheritos de Topo Chico.

 Eran músicos de oído fino y deseo de sobresalir, lo que se traducía en una calidad musical que cautivaba al público. Lo probaba el número de contratos y que siempre, lucieron trajes muy vistosos. Todo esto, los hizo concebir primero el sueño, luego el proyecto de todo músico en aquellos años: Conquistar la capital, ¡el DF, mano!

En su paso con Los Thunder Kings, César Álvarez había hecho relaciones con directivos de diversas disqueras, como el caso de Juan López, de Peerles, quien al escuchar cintas de Los Flippers les extendió un contrato de cinco años, aprovechando César para comentarle la idea del grupo de ir a probar suerte al DF, respondiéndole López que le parecía buena idea.

¡Chilango Flippers!

Para ese sueño, el destino estaba disponible. Un amigo de ellos, tenía un camioncito del tipo de peseros —que sí eran de a peso— y debía hacer un viaje al DF, aceptando llevarlos con todo y chivas, por 2 mil pesos, barato si se toma en cuenta que eran nueve elementos, más el equipo.

Para esto se ‘entracalaron’ con el Banco de Londres con un préstamo de 11 mil pesos, de los que adelantaron 2 mil de intereses y más los 2 mil del carro, se quedaron con 7 mil, con los que se fueron a la conquista de Tenochtitlán, a la que llegaron después de más de 28 horas de viaje.

Al día siguiente el jefe César determinó dar viáticos diarios de 20 pesos por piocha, lo cual les alcanzaba, pues en esa época una comida corrida, solo costaban 4 pesos (chesco incluido). Luego contactaron a sus paisanos los Pulpos, con Hilde Lara, Neto Pablos, Maro Pérez, Rubén Trejo, y Temo Botello, quienes les dieron campo durante dos días en su departamento de Granjas San Antonio.

Luego Neto Pablos les consiguió alojamiento en la casa de Manuel Sánchez y Juanita de Sánchez, padres del crack mundialista, Javier Sánchez Galindo, quienes les prestaron una parte de su gran casa sin cobrarles nunca un solo peso, salvo el costo de los servicios de agua, luz y el mentado etc. Lo esencial, el alojamiento ya estaba cubierto. Solo faltaba lo más importante: trabajar.

Así que raudos se fueron a Peerles a buscar a Juan López, que al igual que muchos defeños, en todas las actividades, hacen promesas a los provincianos que nunca cumplen. López no fue la excepción lo que hizo que César Álvarez le hiciera un recordatorio de su madre, de la Juan, no de la de Doña María, que era la de César. Esto provocó que Flippers iniciara su carrera en el DF con un rompimiento,

sonorenses al fin, con orgullo yaqui en la sangre, de inmediato se contactaron con Capitol, la disquera que les grababa a Los Pulpos. Les hicieron la prueba y constataron la calidad musical de Flippers y que su repertorio era muy actual. Había una razón: en aquellos años a Sonora llegaban primero los éxitos. Por ejemplo si American Woman llegaba aquí en febrero, al DF caía en julio.

Pero no bastaba con que llegara primero el material, sino la calidad para interpretarlo. Esto lo demostraron al conseguirles Capitol una prueba en el prestigiado club a 2+2, donde amenizaba aquel famoso grupo Tequila, que, además, eran socios del club, como sucede hoy en Sonora Pub, donde el Licenciado Julio Galván es el socio capitalista y Grupo Retro el socio industrial.

Cuando arribaron al club y empezaron a armar sus aparatos, los Tequilas se burlaban, pues mientras ellos utilizaban Vox Super Bitles, los sonorenses a duras penas traían Super Reverb y Bass Men, con los cuales arrancaron la prueba con la rola del grupo Idus Of The March, ¡Vehículo!, misma que el requintista y director Jim Peterik le compuso a su entonces novia y desde hace 47 años su esposa.

El maravilloso inicio de esta no menos maravillosa canción, a cargo de los dos sax alto y tenor, de Nole Hernández y Vikingo Ramírez, así como la trompeta de Álvaro Hernández, borran la burla y la sonrisa de los Tequila, cambiándose por una de preocupación cuando el empresario exclama: ¡Se quedan!

De inmediato los tequileros van con el dueño y le dicen: Nosotros también podemos tocar así… Como respuesta reciben un balde de agua fría… ¿Con los instrumentos de ellos?

Se van entonces de inmediato con Venus Rey, el líder del poderoso sindicato de músicos, quien ante la queja llama a los sonorenses, pero no los amonesta, sino les pide que se afilien al Sindicato y les consigue su primer tocada en El Tropicana, donde alternarían con la orquesta  de Tony López.

Primer problema. Los Flippers, si bien eran muy versátiles, no traían material musical del gusto mayoritario de los defeños y logran sacar su primera tanda con canciones como La Bamba, La Múcura, La Cachita, Manicero, Quinceañera. Muy benévolo el maestro López se da cuenta de esto y les dijo que la orquesta alargaría su tanda para que ellos pudieran cerrar con el material que trajeran.

De tal manera que cierran tanda con canciones como Herida, Bule Bule, algunas de Los Beatles, Reflexiones de mi Vida; Muchachita, de Unión Gap; Fue en un Café y otras más de Los Apson, Nacido en Acuario, entre otras, con las que enardecieron al público. Al día siguiente, Venus Rey, habla con Tony López para preguntarle cómo le había ido a los sonorenses. Ésta fue la respuesta: “Éstos músicos son cosa seria. Se echaron al público a la bolsa con una música diferente”.

Flippers a Televisa… Primer fraude en contra

En Tropicana tocaron tres meses, luego en Acuarios, alternando aquí con los famosos bailarines Roberto y Mitzuko. A la vez trabajaron en fiestas y eventos especiales. Fue tanta la penetración que Televisa los invitó a participar en el concurso “Gran Musical 69”, conducido por Ángel Fernández, Josefina y Joaquín, así como las Géminis. El premio consistía en 10 mil pesos al ganador.

En el primer sábado pasan a la siguiente ronda al vencer a Los Invaders, mientras que en la segunda a Los Signos y en la tercera a un grupo de Monterrey, lo que prácticamente los ponía en la final. Y sucede lo increíble. Bueno en el DF todo es creíble.

Ese sábado, se presentaron en Televisa, pero les informaron que el programa se canceló hasta nuevo aviso, por lo que se regresaron a su casa, y al Parna se le ocurre prender la tele en el preciso momento en que están trasmitiendo el Concurso y para sorpresa de todos, está Ángel Fernández anunciando que el grupo ganador eran Los Yaki, mismos que ¡nunca compitieron!

No obstante haber sido campeones sin corona en este concurso, esa participación en Televisa les dio popularidad en esa difícil selva musical como es el DF, llegando incluso a tocar en festejos de reconocidas empresas como Mueblería Alfer, donde fueron recomendados por Roberto y Mitzuko.

Y es como Flippers dejó una gran e imborrable huella en la selva de asfalto, pero como todo empieza, todo acaba. Eran muchachos de entre 19 y 25 años de edad. En el mejor de sus momentos, ya como conquistadores de ese gran mercado musical, la necesidad de Noel Hernández de concluir su carrera magisterial y el fallecimiento de la madre de Sergio Botello, cortaron la línea ascendente de este grupo allá en chilangolandia, dejando la tortía de maíz, para volver a la sobaquera de harina.

Flippers, el legado musical

Pero los éxitos del grupo no se detuvieron. Al llegar a Sonora, con la incorporación de Rodolfo Ambriz, en la batería y Rafael López Franco, ¡mi compadre!, qepd, de nueva cuenta regresaron al DF en 1973, pero para grabar Paloma del Amor y Buen Amigo, dos éxitos con los que recorrieron todo el país.

Otros éxitos que quedaron impresos en acetatos fueron No me Dejes Amor, Limosna de Amor, Juanito el Pelotero, Chero Feo, El Alcoholito, entre muchos más que le dieron renombre a este grupo que supo poner el nombre de Sonora en alto a nivel nacional y que aquí fue escuela para muchos músicos que tuvieron el privilegio de formar parte de esta agrupación.

Entre otros Antonio “Tony” Moreno, ex de los Yaqui y hoy de Grupo Retro. Gregorio Rodríguez, José Ángel “Chochi” Rodríguez, (mis hermanos), Fito López, Pancho Félix y tantos otros más.

Por lo pronto, un reconocimiento especial a través de esta aportación para quienes fueron los fundadores de esta agrupación, especialmente para quienes se nos adelantaron en esta vida, como su Director Musical César Álvarez, padre de Manolo y abuelo de Marshall, quienes siguieron sus pasos y hoy son ambos grandes requintistas en Estados Unidos

E igualmente para José Luis “Parna” Arvallo, Sergio Botello, Álvaro Hernández, Santos Ibarra Sicoco y a otros que si bien no fueron fundadores, sí tuvieron un papel muy importante en el éxito musical como Rafael López Franco, José Ángel Quijada, ¡Mis compadres¡ Goyo Ramírez, ¡mi hermano¡, entre otros…

¡¡¡Los Flippers!!!