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Urban Dark Kitchen: La cocina fantasma llegó a Hermosillo

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Gustavo es un joven emprendedor, audaz, visionario y con una mente abierta para entrarle a los desafíos. Su familia ha sido uno de sus principales impulsos para llevar su proyecto empresarial del papel y los sueños, a la realidad. Se trata de “Urban Dark Kitchen”, un novedoso concepto de comida rápida en la ciudad.

Todo inició el año pasado, en medio de la pandemia. El negocio de su familia, “Lübek Tintorería”, comenzó a registrar una baja de clientes y con ello la presión de cómo buscar caminos alternos para poder sostener esa empresa con más de 30 años de servicio. Gustavo, inquieto y muy hábil con el manejo de redes, había investigado sobre la tendencia mundial de las “cocinas fantasmas” y no dudó en desarrollar un proyecto y plantearlo en su familia. A dos meses de haberse lanzado en esta aventura, tiene claro que comenzar de cero es todo un reto, pero esa es la clave, comenzar y brindarle a cliente los mejores platillos para el deleite de su paladar. ¿Les gusta el sushi a un click?

¿Cómo surgió la idea de establecer Urban Dark Kitchen?

Es un concepto, la ‘Dark Kitchen’, en español son cocinas fantasmas. Son cocinas que operan sin mesas, sin trato con el cliente, sin meseros, sin restaurante. Únicamente en entrega a domicilio o recoger pedido, estas cocinas se ven apoyadas por terceros: las aplicaciones como Uber, Rappi. Aparte una tenemos nuestro propia plataforma: Pick & Drop. La gente me contacta directamente por Whatsapp y un repartidor viene por el pedido.

¿De dónde te surge la inquietud de replicar este tipo de modelo?

Yo creo que es una mezcla de necesidad y deseo, porque a todo el mundo le ha afectado la pandemia y a nuestra empresa familiar, que es una tintorería, nos hizo perder mucho mercado debido a la baja afluencia de eventos. Leyendo muchos artículos y estando muy al tanto de las tendencias del mercado en el mundo di con este concepto y empecé a investigar cómo realizarlo; me di cuenta que en Hermosillo ya había varios y de ahí el proyecto comenzó a tomar forma.

¿Cuántas personas están en el equipo de la empresa?

Somos cinco. Dos personas que me ayudan a hacer los sushis, uno de ellos es el gerente en la cocina; otra persona en caja; y una más que empaca y al mismo tiempo controla la calidad.

¿Qué ofrecen de diferente en su menú, en comparación a otros restaurantes de sushi?

Como es una Dark Kitchen se puede incluir varios tipos de comida en una misma cocina, variarle. Empezamos con sushis y pokes, que estos últimos son bowls de arroz con diversa proteínas y se están haciendo muy populares. Tenemos la idea de ir aumentando la diversidad de nuestro menú; a la comida china, comida coreana, pero ahora estamos con la japonesa solamente. Le apostamos a la calidad, que sea comida rica, bonita, con una caja muy bien diseñada, bien presentada y con los proveedores de la mayor calidad y un trabajo de confección de alto nivel.

Es una nueva era de hacer negocios, donde tenemos más tecnologías, internet, redes… ¿Cuáles crees que son las características principales que debe tener el nuevo líder de organización?

Deben de ser muy honestos, mi padre siempre me ha guiado en sus valores desde que lo veía trabajando honradamente en la Tintorería, hay que entender la situación en la que nos encontramos y no perder de vista a nuestros empleados.

Hay que ser innovadores, la innovación es importante, en la medida que una empresa deja de innovar termina estancándose y eso es contraproducente cuando uno busca ir creciendo. Y en cuestión de las redes tuvo un gran impacto la pandemia como dices, la gente se vio obligada a acelerar el uso de la red. Por ejemplo, mi mamá no utilizaba ninguna aplicación para pedir comida, pero dado al confinamiento se empezó a involucrar más con la tecnología. Ahí es cuando vi, que muchos de estos negocios de repartidores y los de comida se estaban haciendo súper importantes; la comida en sí es un elemento clave del día de hoy sea que llueve, truene o relampaguee la gente va a seguir pidiendo comida.

¿Cómo accedemos a su menú, donde los encontramos?

Estamos en Facebook e Instagram, ahí pueden ver nuestro menú y ver todos los platillos que tenemos y vamos agregando. Para contactarnos y hacernos un pedido a nosotros la manera en la que más recomiendo es vía Whatsapp, el número está en nuestras redes sociales, mandando un mensaje puedes ordenar tu pedido. En cuanto a las aplicaciones nos encuentran también en Uber, Zesty, Rappi y Didi.

¿Cuál es el promedio de entrega?

Al ser un producto artesanal, es decir que requiere de una o varias personas para ser moldeado y ser un producto fresco. Tenemos un tiempo promedio de entre 35 y 40 minutos y estamos trabajando para reducir ese tiempo cada vez más.

¿Cuál es el producto estrella?

De todos los que hicimos, yo le puse el nombre del restaurante, Urban, al que pensé que le iba a gustar más a la gente. Pero nos sorprendió, nuestro producto estrella se llama Dōtombori, que es de camarón capeado con harina tempura. Hasta ahora tenemos hasta 14 variedades de Sushi bastante exitosas. Tenemos uno que es vegano y otros que cumplen los requisitos de algunas dietas.

Esta es una pregunta muy aleatoria ¿Qué personaje del mundo empresarial admiras y por qué razón?

Siendo sincero, a mi papá. Yo lo he visto emprendiendo varios negocios, año con año con la tintorería, abriendo y cerrando sus puestos, a pesar de las crisis económicas, pandemias. Haber mantenido un negocio así es más que admirable, para mí el que dura más de veinte años sosteniendo un negocio es asombroso. Como funcionario público. Fue presidente de Canaco. Llegó a ser empresario PyME del año y su línea curricular es una locura, ha estado también en asociaciones y miles de cosas porque él siempre se está moviendo. 

¿Tienes algún mensaje para los jóvenes emprendedores? A las personas que tienen un proyecto sería que traten de adquirir todos los datos de cualquier problemática que haya en su entorno y traten de resolverlo. Con eso las ideas van a llegar solas, lo importante es empezar e ir planeando todo para perfeccionar en el transcurso del proyecto. Lo primero es empezar. Hay cosas que entre más preparado, mejor, pero hacerlo, llevarlo a cabo. Mi papá siempre me dice que plasme las cosas, que no deje las ideas en ideas, hay que materializar, hacerlas físicas.