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De Primera Mano | Luis Echeverría: La historia se repite

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

LUIS ECHEVERRÍA Álvarez, presidente de México de 1970 a 1976, cumple este día 100 años de edad.

Durante su sexenio, nuestra generación pasó de la niñez a la adolescencia.

Al paso del tiempo nos enteramos que nuestra juventud iniciaba con la parte final del llamado “Desarrollo Estabilizador”, que ganó el calificativo mundial de “El milagro Mexicano” a partir de la década de los años cincuenta.

Conocimos entonces, ya como jóvenes preparatorianos, lo que significaban términos que en nuestro país habían dejado de utilizarse en los 25 años recientes de esa época.

En 1976, al finalizar el gobierno de LEA, México se hundía en una “inflación” como no la había vivido tres décadas anteriores y, por vez primera en ese periodo, se habló de la “devaluación del Peso mexicano”.

El desastre económico heredado a José López Portillo, su sucesor, fue una consecuencia de la puesta en práctica de una política, económica y política, con tintes socialistas, algo que hoy se le conoce como “el nuevo populismo Latinoamericano”.

Los empresarios sonorenses del sur de Sonora, fueron testigos de la “colectivización” de las tierras a favor de grupos de campesinos solicitantes, con lo que se dio por terminado un periodo de alta producción para México desde nuestra entidad, lo que en su momento le valió el reconocimiento como “el granero de México”.

Echeverría se mostró cauto y, hasta cierto punto, conservador, durante los tres primeros años de su mandato, pero a partir de la segunda mitad de su periodo gubernamental, no pudo ocultar sus simpatías por regímenes comunistas, declarándose un admirador del líder chino, Mao-Tze Tung, del dictador cubano, Fidel Castro Ruz, así como del marxista-leninista presidente de Chile, Salvador Allende.

Cuando éste último fue depuesto al sufrir un golpe de Estado, Echeverría recibió a gran parte de los colaboradores de Allende y les abrió la puerta a cargos públicos en México.

Al mismo tiempo, LEA abrió un frente de crítica al régimen de los Estados Unidos y, en sus últimos días como Presidente, dejó entrever la posibilidad de ser presidente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), primero y después de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero fracasó.

La gota que derramó el vaso de su fracaso económico, comenzó a partir de su declaración: “a partir de hoy la economía de México se maneja desde Los Pinos”. Era la época en que el Presidente era omnipresente y su simple sugerencia, era una orden.

Era una “presidencia imperial”, como la ha llamado Enrique Krauze y una “dictadura perfecta” a los ojos del peruano Mario Vargas Llosa

En nuestros días, 45 años después, una película similar a la impuesta por LEA en aquel tiempo se repite en nuestro país. ¿Cuál es la diferencia?

También con don Luis existían los programas asistenciales, a favor de los pobres, pero a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Éste último partido contaba entonces con un partido político “palero”, conocido como Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).

Hoy, este ominoso pasado está de vuelta, con un Presidente López Obrador que nos ha regresado al autoritarismo desde palacio nacional, con el control de la economía a través de su dominio en el Banco de México, con la puesta en práctica de un populismo que vive su progreso a partir del aumento en el número de mexicanos que dependen de la dádiva gubernamental, en vez de medir el progreso a partir de que más mexicanos no dependan del régimen.

Y sus apoyos asistenciales son a través de su partido, MORENA y –al igual que hace 50 años- con un partido palero: el PRI.

Con un Presidente que se ha atrevido criticar a los Estados Unidos para defender a dictadores como el gobierno de Cuba y reconocer a sátrapas como Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua.

En fin, una política que ya ha sido vencida por la historia y cuyo destino está marcado.

… Y ya vivimos hoy un primer aviso:

La mayor inflación en los últimos 20 años.