¿AMLO escribirá una historia diferente a la del Gral. Cárdenas y Echeverría?

De Primera Mano
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
NI EL GENERAL Lázaro Cárdenas del Río (con su extraordinario poder a raíz de la expropiación petrolera en 1938) ni Luis Echeverría Álvarez, pudieron elegir a un sucesor para consumar su obra política.
Cárdenas (Presidente de México de 1934 a 1940) era un admirador de la Rusia Comunista de José Stalin y para fines de su mandato había implementado una educación oficial socialista nuestro país, había expulsado a quien lo eligió como sucesor –Plutarco Elías Calles- y controlaba ampliamente el espectro político mexicano, incluido un dominio militar.
Lo lógico era elegir como su sucesor a su paisano de Michoacán, Francisco J. Mújica, quien desde su juventud comulgaba con la lucha pro-socialista del Presidente.
Sin embargo, el elegido fue un perfil totalmente alejado de los propósitos político-sociales de Cárdenas: El General Manuel Ávila Camacho, encabezó uno de los primeros actos como titular del Poder Ejecutivo Federal, sentando en un presídium al “desterrado” General Calles, a José Vasconcelos y al propio General Cárdenas.
¿Por qué Lázaro Cárdenas actuó aparentemente contra sus “principios”? ¿Sería una solicitud del gobierno de los Estados Unidos, quien se ha entrometido en los asuntos internos del país desde que logró su independencia en el año 1821?
Luis Echeverría (Presidente de 1970 a 1976), concluyó su mandato sin mayor ocultamiento sobre acciones de corte socialista. Se confrontó con el gobierno de los Estados Unidos, defendió a Fidel Castro y abrazó la causa y equipo del asesinado presidente de Chile, Salvador Allende.
No eligió como sucesor a Francisco Javier Alejo o Porfirio Muñoz Ledo, entonces “liberales” pro-izquierdistas. Escogió a su amigo de la infancia, José López Portillo. Huelga decir que al final de su mandato, Echeverría empezó a dejar una herencia entre devaluaciones, espiral inflacionaria como no se había vivido en los últimos 30 años de la época y una profunda división de su régimen con el sector privado.
Esta semana se llevará a cabo en la ciudad de México la llamada “Cumbre de las Américas”, donde los actores más importantes serán los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá. Asistirán de manera personal, no virtual.
Como todos sabemos, se reaprendió al hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán en un operativo que no dejó sus consecuencias sangrientas, pero habrá qué recordar que la Casa Blanca había anunciado que el Presidente Joe Biden viajaría a México y su avión oficial, el “Air Force One” aterrizaría en el aeropuerto internacional “Benito Juárez”.
Después de los hechos de Culiacán y oficializarse la detención de Ovidio Guzmán, la decisión de la llegada del viaje del mandatario estadounidense cambió, para aceptar la invitación del Presidente López Obrador de que la nave aterrizara en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Jubiloso, AMLO anunció que iría personalmente a recibir a su homólogo de los Estados Unidos.
Esta visita, desde el punto de vista político, sería crucial para el futuro de México. Difícilmente el gobierno del Presidente Biden abrazaría la idea de que algún “clon” de López Obrador, como lo son Claudia Sheinbaum y Adán López Hernández, llegaran a palacio nacional.
Las diferencias entre ambos gobiernos se pondrán sobre la mesa. .. Y quizá también el nombre de Marcelo E