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Las élites judías quedaron huérfanas con la muerte de Kissinger

Henry Kissinger falleció el 29 de noviembre de 2023 a los 100 años de edad; un hombre que jugó a la “Realpolitik”
Henry Kissinger falleció el 29 de noviembre de 2023 a los 100 años de edad; un hombre que jugó a la “Realpolitik”

Henry Kissinger falleció el 29 de noviembre de 2023 a los 100 años de edad; un hombre que jugó a la “Realpolitik”, realmente el pragmatismo y beneficiar a los Estados Unidos al costo de lo que sea

 

Por Dr. Jorge Ballesteros

Fue el hombre de los Rockefeller, fue el poder detrás del trono en el gobierno norteamericano, fue el iniciador de la política antinatalista y de las agendas feministas y LTGB, estuvo atrás de casi todas las guerras en las que intervino Estados Unidos, tumbó gobiernos y puso presidentes a modo en varios países, fue culpable de la muerte de millones de personas, etc. Fue un genio del mal, un verdadero monstruo que tejió su telaraña de poder y de intrigas en todo el mundo.

Henry Kissinger cuyo verdadero nombre es Abraham ben Elazar (Fürth, Baviera, República de Weimar, 27 de mayo de 1923. Connecticut, 29 de noviembre de 2023) fue un político judío considerado por muchos uno de los cerebros del Nuevo Orden Mundial. Se le sindica también como uno de los más grandes instigadores del lobby judío internacional y de la política exterior de los Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX.

Kissinger fue el ideólogo de una serie de políticas nefastas para la mayoría de los países, un hombre que jugó a la “Realpolitik”, realmente el pragmatismo y beneficiar a los Estados Unidos al costo de lo que sea, aunque eso significara la guerra, la masacre, la destrucción de poblaciones enteras, de naciones y de continentes.

Kissinger fue el que ideo todo un plan de control demográfico, de desarticulación de las familias y todas estas ONG que vemos en Latinoamérica apoyando el feminismo radical, a la agenda LTGB, apoyando la educación sexual integral en las escuelas, apoyando todas estas políticas nefastas, estando detrás Henry Kissinger y todas estas políticas que se idearon en los años 60 y 70 nos están afectando a todos hoy en día. Kissinger presentó también un plan para reducir la población mundial, a través del aborto masivo en los países del tercer mundo

Kissinger fue más importante que todos los presidentes que estuvieron en ese tiempo, porque él estaba atrás, y les dictaba sus directivas, literalmente fue el poder detrás del trono ya que fue secretario de Estado en el gobierno de Richard Nixon y al caer este por el escándalo del Watergate, sigue siéndolo con el sucesor de Nixon que fue Gerald Ford, siendo Kissinger el autor de las políticas estratégicas que aplico Estados Unidos en ese tiempo.

Kissinger estuvo metido hasta el cuello en todo lo que pasó en esos años, como el golpe en Chile, el bombardeo en Cambodia: 500 mil muertos, apoyo a la invasión de Timor Oriental: 200 mil muertos, asesinatos en Bangladesh: 3 millones de muertos, terrorismo de estado en Argentina: 30 mil muertos y 30 mil desaparecidos, bombardeo en Laos: 200 mil muertos, costo humano de la guerra de Vietnam: 2,3-5 millones de muertos. Sin embargo, lo premiaron con el premio Nobel de la Paz, ya se imaginarán en que manos está este comité de los premios nobel, que solo querían lavarle la cara a este nefasto personaje.

Hay un memorándum muy importante, El Informe Kissinger – NSSM 200 de cómo era necesario limitar la población de nuestros países latinoamericanos porque eso pondría en peligro la hegemonía de los Estados Unidos.  

El informe Kissinger o memorándum de seguridad, que desde hace 50 años fue seguido al pie de la letra esas indicaciones que fueron dadas por el mismo secretario de estado. Ese fue un memorándum secreto como suelen ser ese tipo de documentos en cualquier país, son cosas que no se pueden hacer públicas, pero 15 años después, se decide en 1989 hacerlo público y hoy es accesible a todos a partir del internet.

Kissinger venía de sufrir una derrota, porque las políticas demográficas se pretendieron hacer a la luz del día en los países subdesarrollados o pobres. Estos países son subdesarrollados en industria, pero ricos en recursos naturales.

Lo que se quiso hacer es una política demográfica auspiciada por la ONU o sea políticas internacionales y se encontraron con la sorpresa en la cumbre de población y desarrollo durante agosto en 1974, en Rumanía en Bucarest, con la sorpresa de que varios países mostraron serios reparos, pero no de matices, sino de fondo, liderados por Argentina quien les dijo que las posiciones sobre control demográfico las decidimos nuestros pueblos; es parte de nuestra soberanía

Resultaba muy obvio ese súbito interés de la delegación norteamericana, pero con el OK de la delegación Soviética, lo cual demuestra que las diferencias ideológicas se hicieron a un lado, porque aquí parecía un conflicto que era ente el norte sur y se llegó a categorizar como imperialismo demográfico.

Ante este fracaso de la política exterior norteamericana, Kissinger elabora el memorándum de seguridad nacional ya mencionado, que es el mismo objetivo, pero recurriendo a otra estrategia, es decir ya no se puede mostrar abiertamente lo que esos países habían rechazado en la cumbre de Bucarest. Aquí entra la guerra cultural para hacer que la gente engañada acepte estas directrices.

Es que el crecimiento de la población en estos países subdesarrollados ponía en peligro el acceso a riquezas minerales y a materia primas que los Estados Unidos necesitaban y que por tanto constituía una amenaza para su seguridad política y económica entonces había que devastar a nuestros países, reducir la población.

Kissinger era el hombre de Wall Street o de los capitales financieros, y de la dirigencia política sin distinción de partidos políticos porque en estos asuntos se unen, excepto en el caso particular de Donald Trump que vino a patear un poco el tablero.

Biografía:

Nació en Alemania. En 1938, emigró a los Estados Unidos con su familia teniendo sólo 15 años de edad. Cinco años más tarde adoptaría la nacionalidad estadounidense. En 1947 obtuvo una beca del Fondo Rockefeller merced a la cual cursó estudios y se graduó en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard, reputado Centro Fabiano del Establishment (grupo de poder) en el que posteriormente desempeñaría varios cargos docentes y directivos. En los años cincuenta trabajó al lado de Rockefeller y poco después entró en el Pentágono.

Su participación en la vida pública estadounidense comenzó a principios de los años sesenta, desempeñando desde entonces e ininterrumpidamente a lo largo del mandato de cuatro presidentes norteamericanos diversos cometidos políticos de alto nivel. Fue asesor de la Oficina de Coordinación Gubernamental, del Consejo Nacional de Seguridad, de la Agencia de Control de Armamento y del Departamento de Estado, todo ello durante las administraciones Kennedy y Johnson, hasta que en 1969 Richard Nixon le nombró su consejero personal, empleo que simultaneó con la presidencia del Consejo Nacional de Seguridad. Cuatro años después fue designado por Nixon Secretario de Estado, cargo en el que sería ratificado por el siguiente inquilino de la Casa Blanca, Gerald Ford.

En 1973 fue Secretario de Estado y participó en las negociaciones de paz con Vietnam. Recibió el Premio Nobel de la Paz de ese año junto al representante norvietnamita Le Duc Tho por los acuerdos alcanzados para poner fin a dicha guerra. Dado que la guerra se prolongaba a pesar de los acuerdos de paz, Led Duc Tho renunció al millonario premio, aunque Henry Kissinger prefirió conservar el dinero. Con Jimmy Carter se retiró del gobierno.

Luego de esto ha participado intensamente en la configuración del Nuevo Orden Mundial. Lobista de Profesión

Experto como Brzezinski, en política internacional y en asuntos soviéticos, Kissinger no tardó en concitar el interés del Consejo de Relaciones Exteriores, que ya en 1955 le encomendó la dirección de una investigación para el análisis de las posibles respuestas a la amenaza soviética. Este poderoso club, a cuya presidencia accedería Kissinger años después, fue una de sus catapultas políticas. La Fundación Rockefeller Brothers habría de ser la otra. En efecto, la dirección del Programa Especial de Estudios de dicha entidad, que le fuera confiada en 1956, no constituyó más que el primer episodio de una estrecha e ininterrumpida colaboración entre Henry Kissinger y el clan Rockefeller.

Desde finales de los años cincuenta, Kissinger se convirtió en el principal asesor de las campañas políticas de Nelson Rockefeller, puesto que ocuparía hasta el momento mismo en que ambos se incorporaron a la Administración Ford, el primero como Secretario de Estado y el segundo en calidad de Vicepresidente de los Estados Unidos. Paralelamente a todo ello discurrieron las actividades compartidas por Kissinger y David Rockefeller en el Consejo de Relaciones Exteriores, colaboración que se estrecharía todavía más cuando el plutócrata fichó al tecnócrata para la Comisión Trilateral.

En materia de política internacional y en asuntos soviéticos Kissinger desarrolló actividades extraordinariamente ambiguas y controversiales. En la casi totalidad de los casos aplicó una curiosa política de distensión que provocó la perplejidad de los más diversos círculos del poder, realizando nombramientos, desde su puesto como secretario personal de Nixon, que incluían a varios personajes conocidos por su filiación promarxista, como sería el caso de Helmuth Sonnenfeld, James Sutterlin, Boris Closson, William Hall y Arnold Wiesner.

La perplejidad de los primeros momentos acabó dando paso a la sospecha abierta, que terminaría concretándose en una serie de informes, tanto privados como oficiales, que iban a desvelar con pruebas contundentes el origen de tan extraños hechos.

Tales imputaciones, que la Administración norteamericana se limitó a negar sin más, fueron posteriormente confirmadas por dos ex-oficiales del KGB, Golitsin y Goleniewski, así como por un completo dossier elaborado por un equipo de agentes de la CIA, en el que se revelaban todos los lazos existentes entre Kissinger y la Inteligencia soviética. El contenido de dicho dossier, archivado en su día por Stansfield Turner, director de la Agencia norteamericana y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, ha visto la luz recientemente gracias a un trabajo publicado por tres expertos en asuntos de espionaje, William Corson y los esposos John y Susan Trenton («Four american Spies, the wives they left behind and the KGB’s crippling of American Intelligence»).

Kissinger y el Sionismo

Pese al controversial contenido de los informes mencionados nada de esto empañó la carrera política de Henry Kissinger, que sólo se vio momentáneamente truncada cuando la Suprema Corte Rabínica de Estados Unidos decretó en 1976 su excomunión, a raíz de las maniobras desplegadas por el entonces Secretario de Estado para maquillar las conquistas de Israel durante la Guerra del Yon Kippur. Un conflicto a cuyo desencadenamiento «preventivo» no fue ajeno el propio Kissinger, y que reportó a las arcas de sus patrocinadores, los Rockefeller, y a las multinacionales petrolíferas en general, enormes beneficios.

Con todo, el ostracismo de Kissinger, aunque severo mientras pesó sobre él la excomunión, se iba a prolongar durante poco tiempo, ya que la Corte Rabínica no tardaría en rehabilitarle en atención a las nuevas contribuciones del penado a la causa sionista. La doctrina sugerida por Kissinger, consistente en la fragmentación del Líbano en varios compartimentos político-confesionales como la mejor fórmula para garantizar la seguridad de Israel, se resumiría en su célebre sentencia: «Si queréis la paz en Oriente Medio, entregad el Líbano a Siria».

Desde que abandonara la política activa, al menos de forma oficial, la actividad de Kissinger se ha desplegado a través de sus continuos desplazamientos de un extremo a otro del planeta, como comisionado y embajador de proyectos e intereses equivalentes a los que ya representó en su época anterior. Tal actividad no se limitó al terreno de lo político, aunque frecuentemente ejerza labores de emisario especial de la Administración estadounidense, sino que, de acuerdo con su posición en la Comisión Trilateral, se desarrolla fundamentalmente en el ámbito económico. Así se le solían encomendar diversos asuntos relacionados con la deuda pública, que resolvía a través de su compañía de consultores Kissinger Associates, cuyos clientes eran Estados deudores y las multinacionales acreedoras.

Entre 2014 y 2017, Kissinger integró la junta de Theranos, una empresa tecnológica del sector de la salud que desarrolló un test rápido fraudulento con el que supuestamente podían detectarse enfermedades graves como el cáncer. La empresa alcanzó una valoración de $10 mil millones en su apogeo, entre 2013 y 2014. En enero de 2022, su directora ejecutiva Elizabeth Holmes, fue declarada culpable de defraudar a los inversores y enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión. El propio Kissinger fue usado para convencer a potenciales inversores que terminaron siendo estafados. Uno de los ellos fue su propio abogado que invirtió 6 millones de dólares en la compañía[1].

En 2023, viajó a China y se reunió con el presidente Xi Jinping si bien oficialmente no formaba parte de la delegación enviada por Joe Biden. También escribió sobre diversos temas de actualidad incluyendo el auge de la inteligencia artificial.

Henry Kissinger falleció el 29 de noviembre de 2023 a los 100 años de edad, en su domicilio particular de Connecticut. El escrito de su empresa de consultoría donde se anunció del fallecimiento no informó de las causas del deceso.

Toda la Élite judía y globalistas estarán de luto con la muerte de este judío nefasto y criminal, que tanto daño causo a la humanidad, sin embargo como católicos solo podemos desear que Dios tenga misericordia de su alma.