Herramienta fundamental para los líderes del futuro: Resiliencia

Por Guillermo Moreno Ríos
Juventud INCIDE celebró una reunión virtual que reunió a jóvenes estudiantes, líderes, académicos, representantes gremiales y autoridades en un diálogo profundo sobre el papel de la resiliencia como motor del liderazgo juvenil.
El invitado especial fue el Ing. Henry Peralta Buritacá, CEO de Soluciones Resilientes en Colombia, reconocido internacionalmente como especialista en gestión del riesgo y liderazgo resiliente. En su ponencia, delineó con precisión los grandes desafíos que enfrentan las juventudes en México y América Latina: la precariedad laboral, la vivienda inaccesible, la crisis de salud mental, la inseguridad, la migración forzada, el cambio climático y la desconfianza política. Ante esta compleja realidad, afirmó que la clave está en cultivar un nuevo tipo de liderazgo: el liderazgo resiliente.
Resiliencia: la llave del futuro
Mientras lo escuchábamos, se confirmó una convicción que defendemos desde hace años: la resiliencia es la llave del futuro. No es un lujo ni una moda, sino el recurso estratégico más valioso para sobrevivir, adaptarnos y transformar los tiempos difíciles.
El mensaje fue claro: necesitamos un liderazgo que no se imponga, sino que influya; que no espere órdenes, sino que genere confianza, respeto y compromiso en todas direcciones. Inspirado en John C. Maxwell, Peralta recordó que el liderazgo 360° es posible: liderarnos a nosotros mismos, influir hacia arriba, colaborar a los lados e inspirar hacia abajo. Lo que importa no es el cargo, sino la capacidad de transformar realidades desde cualquier posición.
Las diez cualidades del líder resiliente
Peralta compartió las diez cualidades que todo líder resiliente debe cultivar: autoconocimiento, compromiso, respeto, confianza, inclusión, reciprocidad, articulación, flexibilidad, creatividad y comunicación. No como virtudes humanas aisladas, sino como parte de un proceso sistémico que nos permite anticipar riesgos, absorber impactos, recuperarnos y transformarnos.
A este enfoque lo llamó modelo ADER+, y dejó una enseñanza clave: la resiliencia no es aguante ni resignación, es transformación.
La resiliencia como derecho humano
Peralta planteó que la resiliencia debe reconocerse como un derecho humano, base de un futuro sostenible, pues sin ella no habrá desarrollo ni equilibrio entre sociedad y naturaleza. Entendida como fenómeno sistémico, trasciende la virtud individual y abre la posibilidad de transformar la convivencia y la gestión del entorno. Así, se convierte en principio civilizatorio: en la relación sociedad–sociedad fomenta confianza, cooperación e inclusión para recomponer el tejido social; y en la sociedad–naturaleza impulsa un cambio cultural que exige no solo adaptarse al clima, sino transformar hábitos y modelos de desarrollo hacia la sustentabilidad.
INCIDE: puente de resiliencia en México
El expositor reconoció a INCIDE como la principal puerta de entrada de la resiliencia en México, resaltando la importancia de articular esfuerzos, tender puentes y crear redes que unan a las juventudes con la política pública, la empresa, la academia y la vida comunitaria.
“México siempre para mí, mi segundo hogar… ya que la resiliencia entró por México a través de Guillermo”, expresó el conferencista, comentario que agradecemos profundamente.
Moderación y aportaciones
La jornada fue moderada por el Ing. Ángel Manríquez, presidente de Juventud INCIDE, quien reafirmó el compromiso de la organización con la formación de líderes resilientes. Entre los anuncios destacó la intención de extender la presencia de Juventud INCIDE en Colombia, así como la confirmación de la participación del Ing. Peralta en el Foro de Resiliencia Juvenil, a realizarse en noviembre próximo.
Asimismo, Óscar Aganza, presidente juvenil de la Red Profesional por los Derechos Humanos, subrayó la importancia de la colaboración entre redes juveniles, en particular mediante espacios como el Foro Internacional de Estudiantes de Ingeniería de años anteriores, que es necesario retomar.
El encuentro reafirmó que la resiliencia no es solo virtud personal, sino estrategia del siglo XXI: con creatividad, compromiso e inclusión, los jóvenes pueden convertir crisis en oportunidades y, desde Juventud INCIDE, consolidarse como una generación de líderes capaces de diseñar un futuro más justo, humano y resiliente.