
La libertad no es un privilegio incondicionado. La libertad siempre lleva aparejada las consecuencias de ella. Si yo decido ejercer mi sexualidad, debo saber y entender que un embarazo es una muy probable consecuencia de mi decisión
-Por Guadalupe Rojo
He visto con gran interés, los debates sobre el aborto en Argentina y me llama mucho la atención que se centran en los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo, cuestionan si el bebé por nacer es un ser humano o son solo células, incluso se alega, que se debe priorizar la vida de la madre sobre la vida del niño por nacer, en fin…. Se puede uno cansar con tantos argumentos.
Lo que nadie menciona, es ¿cómo es que aquella vida llegó al vientre de la madre?
Nadie dice que, aquella vida fue engendrada por la voluntad libre de la misma mujer que ahora reclama su derecho a abortar el producto de su relación sexual, mantenida voluntariamente por ella.
Me pregunto también ¿en dónde están los hombres?
¡Porque un embarazo no se produce solo!
Necesariamente participan un hombre y una mujer.
¿En dónde están los hombres, que han engendrado libremente las vidas que ahora quieren suprimir por el cruel medio del aborto?
Yo conozco hombres heroicos que han hecho una alianza de vida con una compañera dentro del matrimonio y tienen seis, siete o más hijos, se han hecho cargo de su educación, de su sustento, de darle a la madre de sus hijos la estabilidad y el afecto necesario para sacar adelante tan titánica labor. Hombres que salen a diario a trabajar y lidiar con los problemas de la vida para el bien de otros, obteniendo con el fruto honesto de su trabajo, lo que hace falta para responder a la libre decisión y responsabilidad de traer hijos al mundo.
¿En dónde están los hombres que engendraron, para que luego la madre decida libremente abortar la vida que ahora se encuentra en sus entrañas?
¡Pues bien se ve que brillan por su ausencia!
He visto con gran asombro en estos debates, que las personas pro aborto hablan mucho de libertad, libertad para elegir.
Lo que ni remotamente mencionan es que toda elección lleva consigo una serie de consecuencias, con las cuales todos, queramos o no, tenemos que asumir cuando hacemos una elección; las consecuencias.
Por ejemplo, yo tengo un contrato para construir una carretera, me han pagado ya una parte de este trabajo, tengo una fecha de entrega, y yo libremente decido no terminar la obra. Bueno pues ¿qué pasa?
Pues pasa que mi elección libre, me llevará a soportar las consecuencias, y me enfrentaré a una demanda, y posiblemente a la cárcel por incumplimiento de un contrato.
La libertad no es un PRIVILEGIO INCONDICIONADO. La libertad siempre lleva aparejada las consecuencias de ella.
Si yo decido ejercer mi sexualidad, debo saber y entender que un embarazo es una muy probable consecuencia de mi decisión.
Si no quiero un embarazo, o no estoy preparada, pues entonces lo que debo de evitar es la acción que los produce, que es tener sexo.
Las proabortistas dirán:
“Yo tengo derecho a tener sexo” ¡Aun cuando no estoy preparada, no reúno las condiciones mínimas para dar vida, y aparte elijo tener sexo con un hombre que no se hace responsable de nada!
Y si de mi libre elección se produce un embarazo, pues entonces estoy en mi derecho de arreglar esta situación, matando la vida que yo misma engendré, y además, exijo que el estado cubra gratuitamente los gastos que produzca mi elección de tener sexo irresponsablemente, de manera que habrá que quitar presupuesto, al cáncer, a la investigación, a crear más hospitales, o a lo que se les ocurra, para atender mis abortos, producto de mi elección libre de tener sexo como quiera, con quien quiera, y a la hora que quiera. Ah, y además, si en el futuro vuelvo libremente a engendrar una vida con la que no estoy dispuesta a cargar, exijo que el Estado de nuevo se haga cargo y lo haga cada vez que yo lo desee.
También exijo que se exija a todos los médicos, que garantizando mi libertad, violen su libertad de creencias y religión y estén a mi servicio para practicarme el aborto, con cargo al erario público, y que si se niegan se les sancione, incluso con cárcel…
La libertad y sus consecuencias
Creo que el verdadero debate debía de ser, sobre si la libertad de elegir puede eliminar las consecuencias de mis actos, realizados libremente, valga la redundancia.
¡Porque si es válido en el caso del aborto, entonces lo sería en todos los campos!
Nadie habla sobre las consecuencias de las elecciones libres, ¿es curioso no creen?
Si se hablara y se debatiera de que a toda acción corresponde una consecuencia, el argumento del aborto no se sostiene por ningún lado.
Falta aun hablar del caso del embarazo en el que la mujer es violada, y como producto de la violación hay un embarazo.
En ese caso, también hubo una libertad, por desgracia solo la de violador, que actuó arbitrariamente, cometiendo un grave delito que impondrá a una mujer un embarazo que no desea y del que no es en lo absoluto culpable.
En este caso, sí que el Estado debe de responder, castigando duramente al violador y haciéndose cargo de la salud de la madre, de la de su bebé, que puede dar sin ningún cargo de conciencia en adopción si no desea o no puede atender la nueva vida.
Ahí sí que el Estado debe de crear leyes y programas de apoyo para estos casos. Y no gastando el dinero público para solucionar los embarazos no deseados de las mujeres que libremente han engendro vida.