Noticias_Recientes

«Alabardas», un libro-objeto lleno de Saramago

José Saramago trató de mantenerse activo hasta sus últimos días y en plena batalla contra la leucemia, continuó escribiendo.

Su deseo por reflexionar sobre la industria armamentista, la ausencia de huelgas en fábricas de armas y la ética de quienes trabajan en ellas, lo llevaron a esbozar «Alabardas, alabardas. Espingardas, espingardas», que quedó como una novela inconclusa.

Sabiendo que se trataba del último libro del Nobel portugués, Pilar del Río, su viuda, se dio a la tarea de publicar «Alabardas», un libro con los tres únicos capítulos existentes, notas de trabajo del propio Saramago y textos de Roberto Saviano y Fernando Gómez Aguilera.

«No es un libro triste», dijo Del Río el domingo en una entrevista con The Associated Press, horas antes de la presentación oficial en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

«Es el libro de todos los lectores y es el fin de un autor que no queremos que se muera y si no queremos que se muera le tenemos que poner algo (al libro). Es un libro para escribirlo cada día, no es un libro más, es un libro último e inacabado y podemos acabarlo por mucho tiempo», agregó.

Publicado por Alfaguara, «Alabardas» es un pequeño volumen que reúne los tres primeros capítulos de la que habría sido una novela cuya acción se desarrolla en una fábrica de armas. El volumen de pasta dura, papel de mayor gramaje, incluye además ilustraciones del alemán Günter Grass.

Del Río, también presidenta de la Fundación José Saramago, calificó el tomo como una pieza «de arte-objeto llena de Saramago».

«Saramago no visualizo el libro así y ese es el dolor que arrastro en estos días. Cada vez que veo el libro siento que una cuchilla me estuviera picando porque el libro es muy bonito como objeto y Saramago no lo va a ver y debería verlo», expresó en tono melancólico.

El libro fue detonado por la duda del autor ante ausencia de huelgas en fábricas de armas y la historia de una bomba que no explotó al ser lanzada debido a que fue saboteada y en su interior sólo tenía un papel con la leyenda: «Esta bomba no va a estallar».

El creador de «Ensayo sobre la ceguera», que falleció en 2010, alcanzó a crear el argumento principal así como los seis personajes principales y la fábrica donde se desarrollaría la historia en sólo 81 páginas. Según del Río, es un libro «lleno de energía», pues cada folio conserva «la fuerza moral» de la pluma de su esposo.

«Sé cosas que no puedo decir pero con lo que está ya se entiende, hay una serie de dialécticas y van a estar en conflicto», indicó.

Saramago estaba seguro de que estaba dando vida a su última obra y quería una reflexión profunda que ahora queda en manos de los lectores.

«Era el último libro, quería decir lo que quería decir», dijo del Río. «Este libro es un golpe a nuestra conciencia, es un bazazo a nuestra conciencia y después de sufrir un bazazo hay que acabar el libro. Que nos manden libros acabados», concluyó con entusiasmo.

AP