Alarmante el deterioro de la Biblioteca Pública Central

Con el argumento de que no hay presupuesto, no se reparan los daños que las lluvias han causado en el edificio, obligando a los empleados a usar tapabocas por las condiciones de humedad
Por Imanol Caneyada
Bajo el insólito argumento de que no hay dinero, un argumento que las autoridades estatales y municipales esgrimen últimamente para casi todo, como si ello justificara realmente la inoperancia, la Biblioteca Pública Central “Fortino León Almada” se encuentra en un estado deplorable.
Con las recientes lluvias, las filtraciones de agua han provocado que los techos de falso plafón se desplomen en algunas áreas de la sala de lectura y en varias de las oficinas administrativas.

En un recorrido que realizamos el pasado miércoles 12 de septiembre por las instalaciones, encontramos que una porción del techo de la entrada de la sala de lectura se desplomó, lo cual obligó a los empleados de la biblioteca a clausurar una sección de libros, cubriéndolos con una lona para protegerlos de las filtraciones pluviales.
Justo en el acceso a esta sala, una hilera de cubetas aguarda la próxima amenaza de lluvias para evitar que el agua escurra por el suelo.
Las manchas de humedad carcomen el techo de la sala de lectura, el cual, con una lluvia torrencial podría terminar cayéndose y dañando el acervo bibliográfico que, contrario a lo que se cree, le pertenece a los sonorenses y no al Gobierno del estado.
En el segundo piso de la biblioteca, donde se encuentran las oficinas administrativas, los destrozos son aún mayores y prácticamente cada cubículo presenta el destripamiento del falso techo, por el que asoman cables eléctricos en mal estado.

Durante los días de lluvia, los empleados se vieron obligados a utilizar tapabocas dado el ambiente insalubre que se creó por efectos de la humedad.
Al grado de que se organizaron para enviar una carta al director del Instituto Sonorense de Cultura, Mario Welfo Álvarez Beltrán, solicitándole que los pocos ingresos que genera la Feria del Libro de Hermosillo por el concepto de renta de stands a libreros y editoriales, se apliquen directamente a impermeabilizar el techo de la biblioteca.
Sin embargo, el temor de los empleados con los que platicamos es que ese dinero, alrededor de cien mil pesos, irá a parar a la famosa licuadora presupuestal, y no se aplicará en las mínimas reparaciones que necesita de manera urgente el lugar.
La Biblioteca Púbica Central “Fortino León Almada” se inauguró el 2 de octubre de 1984; desde entonces, a pesar de que la ciudad ha crecido poblacional, educativa y culturalmente, las instalaciones se mantienen en el mismo estado.
La última inversión que recibió la biblioteca para su mantenimiento fue en 2012, año en que se impermeabilizó el techo.
Ese mismo año también fue el último en que recibió una dotación de libros para enriquecer el acervo de alrededor de 25 mil títulos; se trató de 550 libros pertenecientes a la Colección Bicentenario, desde entonces, no ha vuelto a ingresar un nuevo título.

De esta forma, el deterioro y decadencia de la Biblioteca Pública Central se suma al deterioro y decadencia del Archivo General del Estado, el Museo de Culturas Populares, el Teatro de la Ciudad y muchas otras estructuras cuya vocación es la de ejercer y preservar la cultura.
Con la excepción del Museo de Arte de Sonora, Musas, obra que concluyó en 2009, desde los años 80 en Sonora no se ha dedicado un solo peso a crear infraestructura cultural ni a la preservación del patrimonio cultural.
El Centro de Arte Cinematográfico de Sonora, obra transexenal que inició en 2014, continúa sin inaugurarse, a pesar de los anuncios constantes que ha hecho el titular del ISC, Mario Welfo Álvarez, el último en enero de este año, asegurando que en el primer trimestre de 2018 abriría sus puertas la popularmente conocida como Cineteca Sonora.

Barbara Stripling, directora de la American Library Association (ALA), en una campaña de defensa de las bibliotecas públicas llamada “Las bibliotecas cambian vidas”, estableció el significado y el impacto que tiene una biblioteca en una comunidad de la siguiente forma:
Las bibliotecas empoderan al individuo.
Las bibliotecas sustentan la alfabetización y el aprendizaje permanente.
Las bibliotecas fortalecen las familias.
Las bibliotecas son el gran nivelador.
Las bibliotecas construyen comunidades.
Las bibliotecas protegen nuestro derecho al conocimiento.
Las bibliotecas fortalecen nuestra nación.
Las bibliotecas fomentan la investigación y el aprendizaje.
Las bibliotecas nos ayudan a entendernos mejor unos a otros.
Las bibliotecas preservan el patrimonio cultural de nuestra nación.
En un país con tan profundas desigualdades como este, en el que el acceso a la educación y a la cultura está restringido, la biblioteca pública se convierte en un espacio fundamental, y su preservación en una obligación del Estado.