
10 años sin remediación
Por Gerardo Moreno Valenzuela
El próximo martes 06 de agosto se cumplen ya 10 años del conocido como el desastre ecológico más grande del país, el derrame de 10 mil metros Cúbicos de lixiviados de cobre de la Mina Buenavista de Grupo México sobre el Río Sonora, y aunque hay estudios que demuestran que no hubo remediación, que sigue la contaminación y afectación a la salud, sigue sin haber justicia para la población.
La propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, SEMARNAT, dictaminó que el derrame de la minera fue por fallas en la presa de jales por negligencia de la empresa, que se falló en alertar a la población a tiempo y por eso está obligada a responder remediando la situación.
También, por el Plan de Justicia Para Cananea, se contempló una parte para atender la afectación a los pueblos del Río Sonora y se ordenaron nuevos estudios en las comunidades, confirmando lo que asociaciones civiles, pobladores y abogados que los representan han denunciado y luchado, que se reconozca que la contaminación sigue.
Entre los resultados que más impactaron fue que una muestra de la población que salió positivo a presencia de metales pesados en sangre y orina, es decir, que en su cuerpo ya están los efectos del derrame y aun así nunca se construyeron las unidades de vigilancia epidemiológica que se habían prometido, ni se dio a conocer el plan de atención a la salud integral.
También que hay presencia de contaminantes y metales pesados en muestras de agua, suelo, sedimentos, aire y en insectos, lo que marca que sigue la afectación a todo el ecosistema y medio ambiente de la zona, además que son atribuibles a la actividad minera.
A esto se le suma la falta de agua suficiente y limpia para la población, pues nunca se instalaron la totalidad de las plantas potabilizadoras que se anunciaron en el primer plan de remediación y los ciudadanos tuvieron que cambiar sus estilos de vida y comprar garrafones de agua purificada.
La propia SEMARNAT, en su último dictamen de mayo del 2023, calculaba ya una afectación que supera los 22 mil millones de pesos por el derrame, tanto por los efectos que tuvo en las actividades económicas como los gastos que representó en salud y agua. De eso ya pasó más de un año.
A todo esto, se suma una nueva amenaza, pues ahora Buenavista del Cobre busca explotar los pozos de agua de los ríos Bacoachi y Bacanuchi, que alimentan a la cuenca del Río Sonora, moviendo el agua en pipas para realizar su labor minera, generando un conflicto social, dónde rancheros impiden el paso de las pipas que surten a la minera. Parece que no hay autoridad que le ponga freno a Grupo México y es la población quien resiste.
Por eso el reclamo de los más de 20 mil habitantes de los pueblos y comunidades del Río Sonora sigue siendo por justicia y remediación, pero ya saben que buscarán engañarlos y menospreciarlos, lo hicieron los gobiernos estatales y federales del PRI, del PAN y ahora de Morena; todos prometen atención y al final no cumplen. Ya van 10 años de la tragedia y lamentablemente todo sigue igual.
Así lo veo yo, Cómo lo ven ustedes.