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Cadena de robo de gasolina comienza desde Pemex

En el negocio del robo de gasolina, el cliente paga los platos rotos de toda una cadena de robos que inicia ¡en Pemex!

Según denuncias de empresarios del ramo y ex funcionarios, los usuarios terminan recibiendo litros incompletos porque, en un principio, la propia paraestatal les vende a los gasolineros pipas incompletas.

Una investigación de REFORMA publicada ayer reveló que, en una muestra de 90 gasolineras del DF, Monterrey y Guadalajara (30 por ciudad), la mayoría despacha menos litros de los que paga el cliente.

De una carga de 40 litros, el robo al usuario puede llegar hasta los 4 litros.

Carlos Arce Macías, ex Procurador Federal del Consumidor, aseguró en entrevista que el hurto se hace con el consentimiento de Pemex.

«Hay un contubernio entre Pemex y los gasolineros. A todos ellos les conviene», indicó.

Arce Macías, quien actualmente es profesor en el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE) y miembro de la Red por la Rendición de Cuentas, agregó que si se retirara la concesión a aquellas estaciones de servicio que son sorprendidas vendiendo litros incompletos, las demás se autocorregirían para no ser sancionadas.

Sin embargo, dijo, desde su época al frente de la Profeco, de abril de 2004 a noviembre de 2006, ha existido una enorme resistencia de Pemex a hacer esto, pues el primero que entrega los litros incompletos a los distribuidores es la petrolera.

«Hay problemas desde la entrega en la terminal de abastecimiento de Pemex. A los propios gasolineros no les entregan tampoco litros de a litro. Desde ahí viene, hay mucho dinero en juego, mucho dinero, y ése es el problema», advirtió.

La venta de gasolina, recordó el ex funcionario, en un principio fue un regalo para los miembros o amigos del viejo régimen, por lo que desde su origen es un diseño muy mal planeado.

«Es un negocio que empezó como una concesión, como podía haber sido una concesión del rey a uno de sus súbditos para que vendiera como quisiera la gasolina, luego, en la segunda parte, se trató de imponer algún control, pero de manera muy tibia y con una estructura que no estaba diseñada para ello, que es la Profeco, que no puede ser eficiente combatiendo esto», consideró.

Este mal diseño, dijo, quizá podría corregirse con la reforma energética, que permitirá la entrada de distintos distribuidores y al generar competencia los consumidores podrán elegir al distribuidor que les garantice entregarles los litros completos y no comprarle al que sea sorprendido realizando ventas fraudulentas.

«Si se abre el mercado y hay realmente competencia entre Pemex, Shell, Chevron, British Petroleum, etcétera, y cada quien trae sus gasolinas y pone sus gasolineras, al primero que se le agarre robando, evidentemente que la gente ya no cargaría en esa gasolinera, si es Shell, ya no vuelve a cargar en Shell, se va a otra gasolinera que sí le dé los litros completos, eso sucede en Estados Unidos», indicó.

Sin embargo, matizó, también existe el riesgo que los nuevos competidores, viendo la laxitud de las regulaciones mexicanas y la corrupción que campea en el sector, terminen sumándose al latrocinio en contra de los consumidores.

José Ángel García, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo, señaló que, en ciertas refinerías y terminales de abastecimiento de la paraestatal, el faltante en una pipa de 20 mil litros es de hasta 0.90 por ciento, cuando el máximo debería ser de 0.45.

Esta merma, precisó, es de alrededor de 180 litros por pipa.

‘Alteramos bombas para compensar’

Un ex administrador de gasolineras en Monterrey, quien solicitó el anonimato, admitió que recurren a la alteración de bombas para compensar el desfalco del que son víctimas por parte de la paraestatal.

Con más de 10 años en el ramo, el ex directivo agregó que Pemex no cumple con las normas internacionales de medición de combustible, pues el contenido de las pipas es medido sólo en el interior de las refinerías, no al ser vaciado en las estaciones de servicio.

Sistemas de medición implementados por los gasolineros, mencionó, han demostrado que existen faltantes de hasta 600 litros por cada pipa.

«Bajita la mano, cada gasolinero recibe 300 litros de menos por cada pipa que están recibiendo, y la respuesta ante las quejas es: ‘calibra tu tanque o calibra tu medidor’.

«Si se hace una queja formal ante Pemex se recibe un castigo en la práctica, donde dejan de surtir», denunció.

La fuente aseguró que, al final, el costo se lo cargan al cliente.

«Es como todo: el cliente final es el que tiene que pagar todo. Si no, no funciona», dijo.

Además de los faltantes en la venta de pipas, aseguró, los gasolineros enfrentan la corrupción en las verificaciones oficiales de Profeco, en las cuales, los inspectores amenazan con reportar irregularidades a cambio de cuotas que van desde 3 mil pesos.

«Si ya lo conoces (al inspector), si hay una relación razonable, tienes más margen de maniobra, pero estás en manos de la persona, porque si él dice que algo está mal va a estar mal.

«En mi experiencia, nos tocó decir ‘oye, acabo de calibrar gasolineras, está al 100 por ciento, no hay nada’, con papeles en mano, y llegan y te dicen ‘tengo que reportar trabajo, entonces, escoge tres'», comentó.

«‘Y escógelas tú o las escojo yo’, y obviamente puedes anteponer y pelearlo, pero es un pleito que te va a salir muy caro y que te puede traer represalias», aseguró.

Según el marco jurídico de Pemex, los franquiciatarios reciben un margen comercial de ganancia de 5.2 por ciento del precio de venta al público de la gasolina Magna, y un 6 por ciento del de la Premium, antes de impuestos. A este margen, los negocios restan sus gastos de operación, mantenimiento e inversión.

El ex directivo dijo que, de acuerdo con estudios, para que un modelo de negocio como el de una gasolinera sea saludable, debe tener una ganancia de entre un 10 y 12 por ciento, más de doble de lo que se podría obtener en una franquicia de Pemex.

‘No siempre recibimos el 100%’

En Guadalajara, el empresario gasolinero Pedro Lomelí dijo que las pipas de 20 mil litros surten desde 200 hasta 400 litros de menos en cada descarga.

¿Cómo saben que les dan menos litros? Mediante unos sensores que tienen al menos las estaciones de servicio de las franquicias Cualli.

Ahí tienen en las bombas un sensor que se activa desde que empiezan a vertir el combustible hasta que termina. Así es como detectan la merma, y pese a que Pemex sabe que les surte menos les cobra completo.

«Nosotros no siempre recibimos el 100 por ciento de los 20 mil litros que compramos (La compensación era) por toda esta merma que había en el manejo de las gasolinas, tanto por vaporización como por el manejo del combustible», detalló.

Antes, esta merma era compensada con un descuento en el pago total del combustible, pero a partir de este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público retiró el beneficio al sector.

Algunos empresarios interpusieron un recurso legal para restablecer el privilegio, pero no hay avances sobre el proceso.

La Organización Nacional de Expendedores de Petróleo informó que esta disminución era compensada con hasta con mil 541 pesos por cada pipa de 20 mil litros de gasolina magna, lo que ahora no es retribuido.

Entrevistado por separado, Pablo González Córdova, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), admitió que en las estaciones de servicio tampoco reciben de Pemex litros completos.

«Esas pipas facturan 20 mil litros en la planta y a nosotros, fuera de norma, nos ponen una rebaja del 1 o 2 por ciento.

«Y nos quejamos con el actual Procurador y el anterior, ya le hemos entregado los documentos pidiendo la intervención de Profeco para que paren una pipa de Pemex para que verifiquen y vean el contenido para que constaten si son 20 mil litros o no», afirmó González Córdova.

Precisó que de cada pipa en realidad reciben unos 19 mil 500 litros.

«Lo que pedimos es que lo que baje la pipa en la estación de servicio que sea lo que paguemos, como se hace con el gas», solicitó el representante empresarial.

Cerrarían 90% de gasolineras

Para la Profeco, la norma de verificación de litros de gasolina no funciona y aplicarla implicaría cerrar 90 por ciento de las gasolineras.

«Si yo verificó ahorita la Norma 185, estoy seguro que el 90 por ciento de los dispensarios no cumplirían. Porque los fabricantes (del software) no los dejaron afinaditos como los deben de entregar», afirmó Tomás Sánchez, director general de verificación de combustibles de Profeco.

Pese a que estos instrumentos pasaron por laboratorio y fueron certificados por el Centro Nacional de Metrología, de la Secretaría de Economía, 6 de cada 10 dispensadores tienen «disparos» en el despacho de gasolina.

Sánchez atribuyó las fallas a los nueve fabricantes que surtieron el software y dijo que si se aplicara la norma, se crearía un desabasto de combustible.

Con información de Rolando Herrera, Alejandra López, Osvaldo Robles, Adriana Leyva, Jorge Velazco y Verónica Gascón REFORMA