Cerrarán potabilizadora de Ures

La única planta para limpiar de metales pesados del agua potable en el río Sonora para Ures, podría dejar de operar en breve debido a la falta de apoyo del Gobierno; habitantes denuncian incumplimiento del compromiso de la autoridad
Por Gerardo Moreno Valenzuela
La única planta potabilizadora que realmente está funcionando en el Río Sonora, la planta fija de San Rafael de Ures, en estos momentos sigue operando, pero sin garantías de que se cubran los costos de operación y por eso el Comité encargado de manejarla está contemplando clausurar para la próxima semana.

Laura Elena García Valenzuela, tesorera del Comité de potabilizadora de Ures, informó que tienen ya alrededor de 10 meses funcionando, pero las autoridades siguen sin apoyarlos y por eso tomaron la decisión de cerrarla, porque los gastos de operación son muchos y no se puede sostener.
“Pensamos en cerrarla porque no nos han cumplido con los compromisos que nos prometieron y estamos pensando en cerrar la potabilizadora hasta que nos cumplan las autoridades”.
Platicó que ni siquiera cumplieron con el compromiso más sencillo que es conectar los paneles solares que se instalaron desde el mes de abril del año pasado, algo que dijo es lo que más interesa, porque los recibos de la energía eléctrica son muy altos, incluso ahorita en invierno llegan a ser de 18 mil pesos y en verano suben hasta 30 mil pesos.
“Eso es lo más nos interesa que conecten los paneles, porque los recibos de comisión me están llegando muy alto, ni siquiera ahorita el tiempo de frío, han bajado los recibos con el Señor encargado y me dijo que había allí algunos detallitos que corregir, pero ya vamos casi para el año… Esta semana vamos a abrir y ya la semana que entra ya no ya no vamos a trabajar hasta que cumplan con lo que nos prometieron”.
García Valenzuela informó que lo único que sí cumplieron fue el pago de los trabajadores de la propia planta que está a cargo de la Comisión Estatal del Agua, quienes tenían muchos meses de salarios caídos y luego pararon la planta durante 15 días. Pero con lo demás no.
La planta de San Rafael surte a los ciudadanos de todas las comunidades de Ures, así como de municipios de alrededores, quienes van y llenan sus garrafones de agua limpia a esta comunidad, porque es la única que está limpia de metales pesados.
“El acuerdo que yo llegué con ellos es que mientras no estuvieran los paneles instalados para la potabilizadora, para bajar el costo del recibo de luz, la planta y la garrafonera no se iba a echar a andar; sin embargo, se echó a andar y no nos han cumplido”.
Por otro lado, explicó que fue personal de la Secretaría de Salud a inspeccionar el lugar, porque, aunque se procura tener limpia la zona, como está al aire libre, a veces no se cumplen con los requisitos sanitarios para que el agua que se entrega esté totalmente limpia, y aun así no ayudan a su operación.
Además, hace un mes fueron a realizar estudios a la calidad del agua, pero solo se concentraron en el pozo, no del agua que sale de la planta potabilizadora, que es la que se está utilizando para consumo humano. Entonces el llamado es que se hagan los estudios pertinentes y se den a conocer.
Abandonados por el Gobierno
Luego del derrame de tóxicos que la Mina Buena Vista del Cobre, de Grupo México realizó sobre los ríos Bacanuchi y Sonora, en agosto del 2014, donde por negligencia (según el dictamen de Sermanat) se vertieron más de 40 mil metros de lixiviados de cobre, se pidió como primer punto de remediación acceso a agua limpia de metales pesados, algo que hasta estos momentos no se cumple.
Como parte del primer plan de remediación y con la creación del Fideicomiso, se prometió a los ciudadanos del Río Sonora la construcción de 36 plantas potabilizadoras con la tecnología de ósmosis a la inversa para limpiar el agua de metales pesados.
Finalmente, solo se construyeron dos plantas fijas, una en la comunidad de Bacanuchi, la cual prácticamente nunca entró en operaciones por los altos costos de la energía eléctrica, y la otra en San Rafael, municipio de Ures.
Además, se instalaron seis plantas móviles en diferentes comunidades del río Sonora, que serían operadas por los gobiernos municipales, pero al cabo de unos meses todas quedaron arrumbadas en los patios municipales llenándose de polvo.
En 2020 la Conagua dejó de operar la planta de Bacanuchi, que supuestamente quedaría en poder del Ayuntamiento de Arizpe, pero dejó de funcionar por falta de mantenimiento y personal.
La única en operación era precisamente la planta de San Rafael, la cual el pasado mes de noviembre paró sus labores por falta de pagos de salarios de los trabajadores y mantenimiento de la misma.
15 días sin agua
El 20 de noviembre, los Comités de Cuenca del Río Sonora, informaron que la planta suspendió actividades por falta de compromisos de parte de las autoridades, especialmente pago de salario de los trabajadores, mantenimiento y conectar los paneles solares para que baje el consumo de energía eléctrica.
La planta de Ures operaba a cargo de un comité, quienes emitieron un comunicado explicando que la planta no había recibido los apoyos comprometidos por la Comisión Estatal del Agua (Cea), el Instituto Mexicano para la Tecnología del Agua (IMTA) y Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Para operar se requiere que se conectan los paneles solares ya instalados desde el primero de abril de 2023, que se liquiden los adeudos que tiene el CEA con los trabajadores operativos de la planta, se dote de equipo necesario para limpieza y mantenimiento urgente.
Además, se realiza monitoreo permanente de la calidad del agua que sale de la planta y se da a conocer, porque hasta ahora no son públicos los estudios realizados hace más de un mes; y que se acondicionan las instalaciones a las medidas sanitarias que obliga la Cofepris.
Nada ha cambiado
De parte de la Organización Poder, representantes legales de los Comités de Cuenca del Río Sonora, informaron que este inicio de año la planta potabilizadora de San Rafael sí está funcionando y dota de agua potable libre de metales pesados a todas las comunidades del municipio de Ures, sin embargo, está operando sin garantías.
Este inicio de año continúa pendiente la garantía de pago de la nómina de los operadores de la planta, los cuales se habían comprometido a un plan de pago para evitar interrupciones en el servicio y aun no se cumple con este compromiso.
También está pendiente la instalación y conexión de los paneles solares, y la entrega de los resultados de los análisis y monitoreo que se realizan a la calidad del agua de la planta potabilizadora, por lo que los ciudadanos siguen en la incertidumbre si el agua que llega a sus casas es realmente limpia.
Todo esto, a pesar de que las autoridades federales ya tienen resultados contundentes en cuanto a la negligencia de Grupo México en el derrame de Tóxicos sobre el Río Sonora, hay dictámenes que indican que no se cumplió con la remediación y que permanece la contaminación en agua, suelo, aire, insectos, así como sangre y orina de las personas.
Aun así, no se tiene un plan ni ruta de acceso a la justicia para los habitantes del Río Sonora, ni en lo mínimo que es acceso a agua libre de metales pesados.