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Combate al narco, como lo hace EE. UU. contra Al Qaeda

Estados Unidos entrenará a fuerzas mexicanas utilizando el mismo sistema que ellos aplican contra el terrorismo

El Pentágono aumentará la ayuda que presta a México en la lucha contra el narcotráfico, pero no con helicópteros blackhawk, sino entrenando a fuerzas mexicanas tal y como lo hacen con sus soldados que combaten a la red terrorista Al Qaeda.

El entrenamiento se llevará a cabo en el cuartel de operaciones especiales del Mando Norte Estadounidense en Colorado, de acuerdo a fuentes y documentos militares.

Para darse una idea de cómo trabajan las fuerzas estadounidenses ante este tipo de amenazas, los funcionarios de inteligencia y jefes policiales de México recorrieron el cuartel general del Mando Conjunto de Operaciones Especiales en el Fuerte Bragg, Carolina del Norte.

Allí vieron la forma en que coordinan esfuerzos con aeronaves, embarcaciones y efectivos de mar y aire, de acuerdo con un jefe militar.

Además un pequeño grupo de funcionarios mexicanos, tanto militares como de inteligencia, también visitó el centro especial del mando en la base aeronáutica de Balad, en Iraq, antes del retiro de las fuerzas estadounidenses en 2011, de acuerdo a un ex funcionario de aquel país.

“Esa asistencia podría servir para que el Presidente Enrique Peña Nieto establezca una fuerza militar enfocada en las redes criminales que han sembrado el terror en varios estados de México, principalmente en el norte, y que incluso han amenazado la frontera con Estados Unidos”, dijo la fuente, quien pidió omitir su nombre.

Agregó que el objetivo es mostrar a las autoridades mexicanas la forma en que las fuerzas de operaciones especiales construyeron una red entre varias agencias a fin de luchar contra Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda y sus seguidores.

Las instalaciones del Mando Norte estarán encabezadas por un general en vez de un teniente coronel, lo que le dará más autonomía al grupo.

Además el número de personas en la instalación podría elevarse de 30 a 150, lo que significa que podría ampliar sus misiones de entrenamiento con las fuerzas mexicanas, pese a que no se asignen nuevos recursos a la misión.

Sin embargo, se desconoce si el Gobierno de México accederá a redoblar su entrenamiento.

Las operaciones especiales de entrenamiento del Mando en la actualidad se derivan de la Iniciativa Mérida, formalizada en 2008 para proporcionar asistencia militar amplia a México.

PREVÉN QUE PEÑA ACEPTE LA CAPACITACIÓN
Rechazan una posible intromisión en el país

WASHINGTON.- Fuentes estadounidenses enfatizan que el hecho de que militares mexicanos sean entrenados en Estados Unidos no significa que elementos norteamericanos vayan a realizar operaciones contra blancos en México o que entrarán al país con sus propias armas.

México prohíbe que militares o autoridades estadounidenses porten armas en su territorio, con algunas excepciones. Pero comandos de Estados Unidos han realizado misiones de entrenamiento en el pasado, dijeron dos ex funcionarios militares estadounidenses y uno en funciones.

Actualmente el Gobierno mexicano permite los vuelos no tripulados en su frontera con Estados Unidos. El programa de operaciones especiales ha ayudado ya a que las autoridades mexicanas establezcan su propio centro de inteligencia en la Ciudad de México, para luchar contra las redes delictivas. Ese centro se diseñó tomando como modelo instalaciones similares que se construyeron en zonas de guerra con el fin de enfrentar a Al Qaeda en Afganistán e Iraq, dijeron dos funcionarios estadounidenses.

El personal adicional de operaciones especiales, incluidos soldados y civiles, ayudará a coordinar más misiones a medida que México las solicite, dijeron funcionarios actuales y anteriores. El Gobierno enviaría a los efectivos de esta fuerza hacia las localidades asoladas por la violencia del narcotráfico, donde no hay presencia policial suficiente.

“Es probable que Peña Nieto acepte de buena gana que continúe el entrenamiento, a fin de ayudarle a construir y coordinar las fuerzas que necesita para mitigar la violencia del narcotráfico”, consideró la doctora Agnes Gereben Schaefer, politóloga de Rand Corp.

TELÓN DE FONDO
La Iniciativa Mérida como antecedente

En 2007, los gobiernos de México y Estados Unidos signaron un acuerdo bilateral denominado Iniciativa Mérida, para hacer frente al narcotráfico. El nombre surgió porque el pacto se firmó en la capital de Yucatán.

El programa planteaba que Estados Unidos aportaría mil 400 millones de dólares para hacer frente al narcótráfico, pero en especie, es decir, a través de el intercambio de información, asistencia técnica y transferencias de equipo —como helicópteros y vehículso— , tecnología y capacitación para las autoridades mexicanas, con el fin de que estén más preparadas frente a las amenazas del crimen organizado.

En 2009 los presidentes Felipe Calderón y Barack Obama coincidieron en la necesidad de dar continuidad al programa, por lo que ampliaron el programa.

Diagnóstico de Baker Institute
La estrategia actual, igual que la de Felipe Calderón

CIUDAD DE MÉXICO.- México no debe esperar un cambio en la estrategia contra el crimen organizado que siguió Felipe Calderón, al menos ese es el diagnóstico realizado por el Baker Institute.

El documento firmado por Nathan Jones, estudiante postdoctoral en Políticas de Drogas de la Universidad Rice, revela que el plan de seguridad nacional no es otra cosa que la continuación de la política implementada por el ex presidente.

“La nueva administración del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha pregonado propuestas de reforma, hay más similitudes que diferencias al comparar su ‘nueva’ política de seguridad con la de la administración de Calderón… el Ejército seguirá desempeñando su papel en la lucha contra las organizaciones de narcotraficantes más violentas en el corto plazo. Por lo tanto, la política [de Calderón] continúa”.

El informe diagnostica que Peña Nieto regresó al PRI a la Presidencia por primera vez en 12 años, “ganando en gran parte debido al deseo de los mexicanos de castigar al Partido Acción Nacional (PAN) por los altos índices de violencia que siguieron al asalto militarizado del Presidente Felipe Calderón contra el crimen organizado”.

Jone afirma que con Enrique Peña Nieto la violencia podría bajar, aunque recuerda que cifras del propio Gobierno federal develan que en el primer mes de la nueva administración hubo 755 homicidios relacionados con las drogas que sugieren que esto no va a ser inmediatamente.

El análisis cuestiona la verdadera intención de pasar a la Policía Federal bajo el mando político de Gobernación.

“La única consecuencia real que este cambio organizacional puede tener es aumentar la centralización del poder político y el control sobre el aparato de seguridad. Algunos temen poner la SSP bajo la Segob da demasiado poder interno a una estructura inherentemente política. ¿La Policía Federal se utilizará para espiar a los rivales políticos?”.

El análisis recuerda que Jesús Murillo Karam, procurador General de la República, ahora calcula que, en lugar de los siete grupos de narcotraficantes grandes que estaban presentes en el inicio del gobierno de Calderón en 2006, el nuevo gobierno se enfrenta a unas 80 pequeñas y más violenta organizaciones criminales que han sobrevivido y se ha fragmentado.

Sin embargo.mx

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