DestacadaHéctor Rodriguez Espinoza

Comedia tragicómica de candidaturas atípicas (Brevísimo Ensayo)

“Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Cuando el rey es ignorante, el pueblo acaba en la ruina; cuando el rey es sabio, el pueblo prospera.”

Eclesiástico 10:2-5

Por Héctor Rodríguez Espinoza

—Maestro —pregunta la alumna—, ¿qué piensa del ¿escándalo? de la candidata del Partido Movimiento Ciudadano MC a la presidencia de Caborca, que “a más de uno ya le ha robado el corazón, pero también desatado violencia sexista”, denunció María Dolores del Río?

—Mira, Berenice, es uno de los temas a debate, en la escuela de Derecho.

—¡Oh qué bien! Pero, ¿su opinión preliminar, para la controversia?

La abogada Patricia Azcagorta, se registró como precandidata a la alcaldía de Caborca por Movimiento Ciudadano, la acompaña María Dolores del Río, dirigente estatal del partido naranja.

—En principio parto de uno de mis temas preferidos del semestre pasado, Los Principios Generales del Derecho, no están escritos en el Derecho, pero sí inscritos e inspiran al legislador para dictar leyes justas y a los jueces para dictar sentencias justas. “La causa de la causa es la causa del daño causado”, reza uno. En el caso de la candidata Lic. Patricia Azcagorta, egresada de nuestra Universidad campus Caborca, y con morbo en las crueles redes sociales, víctima del machismo y feminismo, ¿será que la causa del daño que se le causa, a su dignidad como persona y a su legítima aspiración política, fue su propia publicación en su Facebook, con ropa ajustada, su figura curvilínea y vestidos cortos con escotes y no los que tiene como respetable madre de familia y abogada?

—¿Cómo así? ¿Se tratará de narcisismo femenino y nuestra “selfie manía” y que, para recibir el respeto de los demás, una debe empezar por el respeto a una mismo? ¿Los méritos por encima del glamour?

—Tú lo has dicho. Desde un inicio, en su muro, como profesional del Derecho de un mundo ideal pero posible —no utópico—, debió compartirnos —como los centenials y los millennials y ustedes, además de sus imágenes estéticas—, fotos de su promedio final de calificaciones en Derecho Constitucional, Teoría del Estado, Derechos Humanos y Filosofía del Derecho, el título de su tesis o su calificación en el examen Ceneval, su título profesional y mención honorífica, su graduación con sus padres e hijo, su posgrado, sus libros preferidos y experiencias burocrático municipales. Todavía, según @juanczuniga, insiste: “Aunque no soy la del video ni me dedico a lo que se dijo en redes, ¿qué tendría de malo que una mujer en su vida privada fuera striper?”. ¿Por qué no referentes de políticas como Ángela Merkel, Theresa May, Michelle Bachelet, Golda Meier, Madelene Allright? No se debe llegar a aprender o depender de tu equipo.

—Qué alta puso la vara. Pero ella aspira a primer nivel, no regidora, sino alcaldesa. ¿Dónde es Caborca?

—Caborca (del pima alto Cabota: «Corita boca abajo»), oficialmente: Heroica Caborca, está en el Noroeste del Estado, el desierto, cabecera y la más habitada del municipio. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015 contaba con 85,631 habitantes, la 8a ciudad más poblada. Fundada en diciembre de 1693 por el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino en un asentamiento indígena al pie del Cerro Prieto, bautizándola como la misión de la Purísima Concepción de Nuestra Señora de Caborca, para evangelizar a pimas y pápagos.

—¿Y por qué heroica?

—Por la defensa que de la república hicieran las tropas nacionales, locales y sus habitantes, ante la incursión filibustera de Henry J. Crabb, en 1857, consignada en el clásico libro del culto historiador Juan Antonio Ruibal Corella, “Y Caborca se cubrió de gloria”. 

—¿Y en su caso?

—Compartir las razones de adoptar los valores, principios, plataforma y bases de acción del partido MC y no otro, su visión de las fortalezas y debilidades y desarrollo integral de aquella estancada perla del desierto y qué aportaría, a su democratización, por encima de otros candidatos. Sobre todo si se asume despojada de la ambición desmedida, por su cuota de poder, hueso, botín y dinero (“excremento del diablo”, lo llamó Giovani Papini) y nepotismo, propias de nuestra inepta y desprestigiada clase política, clase sin CLASE, con honrosas excepciones, claro. ¿Es mucho pedir?

—Tanto así ¡Se sale!, ¿qué tan grande es Caborca?

—No sabes lo que dices. Infortunadamente, para nuestra mala fama mundial de uno de los países más corruptos del mundo, hacer “política”, en nuestro país, tiene su chiste y para triunfar no sólo se requiere de un buen padrino en el poder, sino una poca de gracia y otra cosita. En sus libros, el narrador, ensayista, pensador, cinéfilo, conversador y escritor crítico Carlos Fuentes, dejó consejos que utilizaron algunos políticos para su éxito, y que con cinismo podrían emplearse hoy. “La política en México es el arte de tragar sapos (por decir lo menos) sin hacer gestos”, reza el refrán, porque el “buen político” convierte todo en una ventaja para sí mismo. Y de la mujer, habrás oído: “El peor enemigo de una mujer, es otra mujer”, “La mujer es la loba de la mujer”, «El caballo, la mujer y la pistola no se le prestan a nadie” y “Mujeres juntas, ni difuntas”.

—¡Qué groseros! Dispense, carecemos del hábito de la lectura, por más que usted nos lo “machaca”, pero ¿quién es Carlos Fuentes? ¿Algún artista de telenovela o cantante de banda grupera del carísimo palenque?

—No no no no. A Carlos Fuentes lo recordamos con el “Manual del perfecto político”, sátira hecha a partir de su vasta obra multi premiada. Así que, si lo suyo de los viejos o nuevos candidatos es la grilla, llegar a alcalde, diputado, senador, gobernador o presidente, este manual les será de utilidad. Todos los partidos están haciendo lo mismo, con poco respeto a la cultura de la legalidad y al Estado de Derecho y —lo importante es la cosecha de votos— seduciendo a figuras populares o populacheras y con frivolidad. “Nadie resiste un cañonazo de 50,000 pesos oro”, frase atribuida al Presidente asesinado Gral. Álvaro Obregón, por su afán reeleccionista.

Escúchalos bien: El «perfecto político» debe:

*Tener un operador/ejecutor.

*Tener un intelectual de cabecera.

*Ser un camaleón. Sumar asesores.

*Recordar que: “Entre más obra, más sobra”.

*Tener más acción, menos palabras.

*Postergar todos los asuntos.

—¡Pa´ su mecha!, ahora entiendo lo que suceden en nuestra realidad democrática y sus protagonistas y antagonistas, tanto discurso de discordia, odio y violencia. ¿Dónde puedo leer su exégesis? ¿Será cierto que “los pueblos tienen el gobierno que se merecen”? ¿O hasta legitimar el Trump dixit: Shit hole country?

En la redes se volvió viral la imagen de la abogada y abrió el debate.

—En cuanto a su exégesis, la puedes encontrar en Internet. En cuanto lo segundo, el pensamiento pertenece a Joseph de Maistre (1753-1821): “cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”. André Malraux (1901-1976), la modificó: “no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”. Se le atribuye a Winston Churchill. Y se cita el Eclesiástico 10:2-5: “Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Cuando el rey es ignorante, el pueblo acaba en la ruina; cuando el rey es sabio, el pueblo prospera.”

—Wow, en la torre, maestro.

—¿Y aterrizando al caso de la candidata de Caborca?

—Qué bueno que me cortas el rollo demasiado académico, ¿verdad?, el tema es poliédrico y da para más. Queda pendiente el diferendo entre el movimiento #Metoo del medio artístico de Holywood vs. “Las cien artistas e intelectuales francesas contra ese “puritanismo” sexual”, en el que todas pierden. Sea lo que fuere, tienen, todos los candidatos y partidos (ella, Lilly Téllez, Sergio Mayer, Jesús Madrid del Río), el tiempo suficiente para dar vuelta a estas páginas tragicómicas, desvanecer tanto prejuicio, convencer de que son una esperanza de verdadero cambio para derrotar la corrupción y su impunidad, navegar, convencer y vencer en el proceloso y pantanoso mar de la política mexicana y —dependiendo de sus adversarios— llegar, ¿por qué no? a buen puerto, si el voto popular les favorece y si no se los traga vivos el dinosáurico sistema político al que —en su zona de confort caviar y sin rendición de cuenta alguna— fatalmente pertenecerán.

—Se va a poner buenísimo el debate, sobre todo para mi generación, que recién arribamos a la mayoría de edad y deberemos votar, mordiéndonos las uñas, con mucha información, razonado y cautela, ¿verdad?