Cruce transfronterizo representa problema para indígenas cucapás
La frontera internacional impide a indígenas cucapás de Sonora y Arizona visitar a sus hermanos del otro lado, con la libertad que tuvieron ancestralmente, coinciden historiadores y el líder tradicional de la etnia.
«Los que pueden sacan su visa van a Arizona, pero los que no, no pueden pasar, es un problema», indicó, al señalar que hasta los años 60 para dejarlos cruzar por la aduana sólo era necesario que comprobaran su estatus de indígenas.
Para obtener ese pasaporte, el gobierno de Estados Unidos pide como requisitos los documentos de identidad, solvencia económica y residencia fija en México, lo que algunos cucapás no pueden comprobar, aseguró.
Indicó que este asunto los ha dividido, pues también otros cucapás de Arizona no desean visitar el lado mexicano, debido a los mismos problemas, ya que algunos de ellos no tienen completa su documentación.
En este municipio de Sonora existe una comunidad cucapá de apenas unos 100 individuos en el ejido Pozas de Arvizu, en tanto que hay una reserva con mil personas cerca de la ciudad de Somerton, Arizona.
Asimismo, en Baja California hay otros asentamientos de integrantes de esta comunidad autóctona, los cuales se encuentran en los ejidos Cucapá Mestizo y el Mayor Cucapá, del vecino municipio de Mexicali.
El alcalde de esta frontera, Leonardo Guillén Medina, manifestó que les brindan todo el apoyo a los indígenas con diversos servicios como el suministro de agua potable, pero hay temas como el cruce que corresponde a otras instancias más altas.
Refirió que recientemente dieron ayuda al dirigente tribal, Nicolás Wilson, para que fuera tratado en dónde él quisiera, en México o Estados Unidos, de un problema de salud.
El presidente de la Comisión de Asuntos Históricos de la localidad, Hermes Flores Navarro, recordó que hace unos dos mil años los cucapás llegaron del norte con otras tribus migrantes a la región.
En varios de sus libros, el cronista establece que la colonización y el establecimiento de límites entre estados y países, «poco a poco les fue mermando tanto los territorios que ocupaban, como su libertad de tránsito».
Resaltó que para esta etnia el río Colorado es sagrado, de hecho en su lengua nativa su gentilicio quiere decir «gente del río», por eso desde antaño recorrieron sin impedimentos las márgenes de ese afluente.
Cuando el gobierno mexicano les adjudicó los terrenos del ejido Pozas de Arvizu, se sabe que varios de los cucapás venían procedentes de Arizona, porque migraban entre ambos países de forma itinerante.
Notimex