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DARDOS | Más allá de los piropos…

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Buena polémica ha causado la propuesta de multar hasta con 5 mil pesos y trabajo comunitario, a quienes lancen “piropos ofensivos” a las mujeres en Hermosillo.

Y es que de acuerdo a lo anunciado por Karem Valles Sampedro, directora de Atención a la Mujer, el acoso callejero es una forma de violencia que se ejerce en contra de las damas.

La funcionaria municipal propone añadir una fracción al artículo 159, del “Bando de Policía y Buen Gobierno”. Este capítulo habla de las “Faltas a la privacidad, al respeto y la solidaridad social”.

Así establecería el acoso sexual callejero como: “Cualquier expresión verbal, miradas, gestos lascivos o con connotación sexual”.

La iniciativa, desde luego surge en un momento donde la violencia a la mujer en Sonora parece desbordada. Ya suman 22 feminicidos, según reveló la fiscal Claudia Indira Contreras. En ese tenor, todos esfuerzos por cambiar nuestra dolorosa realidad son bien recibidos. Por eso mismo quizá sea hora de ir más allá…

En México es común que diputados o políticos siempre intenten “arreglar” problemáticas sociales a punta de leyes o comisiones especiales. Y no está mal, es un síntoma de que reconocen la situación. Pero luego estas iniciativas no resultan como lo pensaron, y entonces las tienen que “parchar” o de plano son abandonadas porque no le destinaron ni un peso. En ambos casos es el mismo resultado, no resolvieron nada.

Y es que el error de origen es siempre querer atender los efectos y no las causas. Es como creer que un enfermo de gripe se va aliviar una vez que deje de estornudar. No. La realidad es que un médico deberá de inyectarle un tratamiento para atacar al virus que provoca la enfermedad y al tiempo quedará sano.

Nuestra sociedad, requiere un tratamiento de fondo: en las familias. Puede ser difícil reconocerlo pero algo ocurrió en estos años que de pronto, ni papá ni mamá estaban ahí enseñando con el ejemplo. Desde el hogar se aprendían los valores fundamentales como el respeto, la cortesía, generosidad, honestidad, el amor.

Nadie más que la familia. Todo es educación. Es la clave. Y decía Albert Einstein que “educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única”.

Sin duda, el verdadero reto es restaurar el tejido social, no solo en Hermosillo, sino en México, a ver… ¿Quién se anima a entrarle en serio? NOTA FINAL: Es atroz… Ya suman siete los periodistas asesinados en lo que va del sexenio de López Obrador. Lamentablemente el caso más reciente es de Norma Sarabia, en Tabasco… Otra vez huele a impunidad, maldición que corroe a nuestro país.